Silvano Aureoles; manzo con el narco, bravo con la gente

Por Tomás Rojas Madrid.

En Michoacán las cosas no le salen bien a Silvano Aureoles, el supuesto gobernador que agacha la cabeza ante los narcos, pero ante el pueblo se envalentona y hasta se atreve a confrontar a un hombre que con una cartulina le reclama regrese la paz a las calles del municipio de Aguililla, territorio que está tomado por los narcos.

La escena ya es ampliamente conocida por un video difundido en las redes sociales, en el que se ve a un grupo de cuatro o cinco personas alzando cartulinas al paso de un convoy militar en el que se suponía iba el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.

Qué vio el gobernador, o qué escuchó? Eso solo lo sabe él, y los soldados que lo acompañaban.

El caso es que, de repente, de una de las camionetas del Ejército, se baja el incompetente gobernador y camina hacia el grupo de jóvenes que alzan cartulinas con mensajes.

Qué vio el gobernador, qué escuchó?

El caso es que se ve un Silvano Aureoles molesto, más que eso, enfurecido, envalentonado y valiente al sentirse protegido por diez guaruras, todos armados con metralletas, y más de cincuenta soldados, también armados hasta los dientes.

El gobernador confronta al ciudadano, le reclama mientras uno de sus guardaespaldas le quita la cartulina al hombre que protesta.

El gobernador regresa a la camioneta resguardado por su gente. Se escuchan reclamos y la rechifla. Es evidente que Silvano está reprobado otra vez por lo que hace con la gente de Michoacán.

Silvano Aureoles siempre ha hecho las cosas al revés; se hinca ante los narcos, e ignora a los michoacanos.

Qué pasa con el gobernador de Michoacán? Demuestra lo que todos sospechan, que no sabe cómo salir de la trampa en la que él mismo se metió.

En Michoacán, nadie está a gusto; no hay trabajo para la gente normal, pero hay mucha “chamba” para los que asaltan, los talamontes, para los narcos, para los que trabajan al margen de las leyes, para ellos si hay trabajo.

Hay quien asegura que en Michoacán no hay gobierno, y eso es totalmente falso pues está más que comprobado que ahí, el que gobierna es el narco.

Las imágenes lo dicen todo; Silvano no actuó como un verdadero gobernador, Silvano se comportó como un fiel escudero del narcotráfico, del crimen organizado que mantiene secuestrado el municipio de Aguililla.