Por: Carlos Altenburg Rodríguez Bazán.
El próximo 28 de Octubre, en México es un día de mucha importancia sobre todo para la feligresía Católica, ya que se celebra a uno de los Santos más sobresalientes en la Historia Bíblica “SAN JUDAS TADEO”, considerado el Intercesor de los Casos Imposibles.
Esta importante devoción ha crecido en los últimos años, tan popular se ha vuelto, que ha despojado de su importancia al mismo “SAN HIPÓLITO”, con el cual ocupa el mismo templo de la CDMX, y al cual llegan miles de fieles cada año, en la Colina Guerrero, para agradecer los favores y milagros, que Dios les ha concedido por intercesión del Santo.
Cabe mencionar que una devoción como esta, es importante reconocerla, sobre todo cuando en Nuestro País existe una gran necesidad por creer en alguna entidad o fuerza que ayude a la Sociedad a sopesar los grandes males a los que día con día se van enfrentando, entre los cuales podemos encontrar: Enfermedades Físicas, Pérdidas de trabajo, Problemas Familiares, así como una gran diversidad de males espirituales, en donde se pide el auxilio del también llamado “Primo Hermano del Señor” debido a su parecido Físico y de acuerdo con la tradición Católica.
Sin embrago también sobresalen casos que llaman la atención, recuerdo el caso de Manuel, un joven de Ciudad Nezahualcóyotl, el cual durante muchos años perteneció a una banda delictiva, dedicada al robo a transeúntes y al transporte público. Un día, según el mismo platicaba, antes de salir de su casa, decidió encomendarse al santo al cual tenía su imagen sobre su altar, con sus demás imágenes, entre ellas la de la “Santa Muerte” y la de “Malverde” (imágenes no reconocidas como santos por la iglesia católica), al salir de su hogar y ya en la actividad, sufrió un incidente, en el cual al intentar robar a una pareja, el hombre sacó una pistola y le dio 2 disparos en el pecho, quedando gravemente herido en el asfalto.
Tiempo después, milagrosamente Manuel sobrevivió, y aunque pagó una condena de 7 años en el penal, al salir, cambió su vida, busco trabajo como artesano, en el cual actualmente se dedica a la fabricación de cuadros religiosos en repujado, y hoy el mismo comenta, no deja de agradecer un solo día a San Judas Tadeo.
Otro caso que recuerdo es el de la familia Jiménez Ortega en Iztapalapa, la cual año con año celebran con una Misa y una convivencia al que ellos mismos llaman el santo de sus vidas, ya que durante el tiempo de la pandemia vivieron situaciones complejas, por ejemplo el ver morir a 3 de sus familiares y quedarse sin trabajo durante meses, trabajo que ha sido la fuente total de sus ingresos durante muchos años, siendo la actividad del reciclaje de Basura.
Sin embargo esta familia nunca perdió la Fe ni la esperanza, se mantuvieron unidos, siempre encontraron alternativas para salir adelante y sobre todo día con día pedían a San Judas Tadeo que no les abandonara, con oraciones y rosarios dirigidos por Estela la Abuela de la Casa.
En los Últimos años la Fe en este importante Santo, ha adquirido un tinte muchas veces de confusión, ya que cada año podemos ver peregrinar muchos jóvenes a su santuario, que en verdad van a gradecer los favores por ejemplo en temas de estudio o laborales, pero también vemos casos de jóvenes incluso adultos que van grafiteando calles, consumiendo bebidas alcohólicas y consumiendo sustancias psicoactivas, causando un poco de miedo en la gente que mira al pasar, “Mucho rosario, mucha imagen, pero nada de congruencia o testimonio de vida de acuerdo a las virtudes o méritos que se supone debieran de imitar del Santo de los Casos Imposibles”.
“SAN JUDAS TADEO” ¿DONDE ESTAS? ¡QUE NO TE VEO! Es la aclamación del pueblo Mexicano, que día con día lucha por levantarse, que tras superar los años de pandemia, tras pasar temblores en el País, y tras quedar gravemente herido en su Economía, sigue poniendo su confianza y sus fuerzas en aquel que saben siempre les responderá y les auxiliará en los problemas que le presenten, salud, trabajo, bienestar y una mejor condición de vida, seguro serán las peticiones de este año 2022. ¡ES CUANTO!