· El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, participó en la sesión: Escalando las finanzas climáticas: Oportunidades para la agricultura, en el marco de la 28 Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), que se celebra en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
· El funcionario mexicano señaló que en la agricultura latinoamericana hay un sentido de urgencia que no es compatible con los tiempos que toma el acceder a los fondos internacionales destinados a la adaptación a los impactos del cambio climático.
México ha asumido un importante liderazgo en el contexto hemisférico respecto al aprovechamiento sustentable y conservación de los recursos agua, suelo y agrobiodiversidad, el cual es reconocido por instituciones y organismos internacionales, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Al participar en la sesión: Escalando las finanzas climáticas: Oportunidades para la agricultura, en el marco de la 28 Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), que se celebra en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, destacó el avance que registra el país en la tarea de concientizar al sector productivo sobre la importancia de estos recursos.
Nos hemos concretado en tres componentes absolutamente necesarios para la agricultura que son el agua, suelo y la agrobiodiversidad, indisolublemente estos tres recursos naturales son los que nos dan la vida y garantizan la alimentación de la humanidad, expresó el funcionario federal.
Señaló que el tema del suelo fue históricamente abandonado en México, pues no existían programas o actividades importantes sobre el manejo del suelo agrícola, situación que el actual gobierno revirtió y por lo cual ha sido reconocido por instancias como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Reiteramos la necesidad de mantener un aprovechamiento adecuado del suelo porque debe ser un componente vivo, es la piel de la tierra y, al final de cuentas, sostiene la alimentación de la humanidad y la biodiversidad, dijo el titular de Agricultura ante ministros del continente americano, funcionarios y expertos.
Sobre el agua, Villalobos Arámbula expuso que 70 por ciento de la agricultura de México es de temporal y el país padece cada vez más la disminución del líquido, lo que impacta en la producción de granos, como el frijol.
En el evento, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), mencionó además las acciones que lleva a cabo el Gobierno de México en cuanto a la conservación de la diversidad genética.
Enfatizó que la agricultura no es el problema y, sin duda, puede ser parte de la solución al cambio climático.
El secretario Villalobos Arámbula también hizo énfasis en la necesidad de que los países compartan las acciones que están llevando a cabo para avanzar hacia esta agricultura que deseamos y buscamos.
Consideró que el IICA es la instancia más adecuada para acopiar esa información y hacerla accesible a los países de América Latina y el Caribe que están enfrentando problemas serios en sus sistemas productivos, derivados del cambio climático.
Asimismo, el secretario Víctor Villalobos señaló que en la agricultura latinoamericana hay un sentido de urgencia que no es compatible con los tiempos que toma el acceder a los fondos internacionales destinados a la adaptación a los impactos del cambio climático.
Subrayó que mientras los países hacen el mejor de los esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria, la burocracia impone requisitos que hacen muy difícil y, a veces, imposible el acceso a esos recursos.
Enfatizó que tradicionalmente estos fondos surgen de acuerdos en convenciones ambientales, por lo que propuso tres retos que se deben tomar en cuenta para que, efectivamente, el sector agrícola de los países abone a la disminución de los impactos del cambio climático.
Se trata, abundó, del acceso al financiamiento enfocado a atender al sector productivo, que los recursos no incrementen la deuda de los países y, por el contrario, sean efectivamente donaciones, además de reducir los tiempos que toman los procesos para acceder a estos instrumentos financieros, concluyó.