Se trata de iniciativas que contribuyen a mejorar la productividad en las zonas áridas y semiáridas del país y a mitigar los efectos de la sequía recurrente que aqueja a miles de productores agropecuarios, informó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Con el fin de combatir y contener la sequía y la desertificación en el país, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha implementado medidas de adaptación y mitigación a través de diversas acciones técnicas y enfoques.
Estas iniciativas contribuyen a mejorar la productividad en las zonas áridas y semiáridas del país y a mitigar los efectos de la sequía recurrente que aqueja a miles de productores agropecuarios, destacó el titular de la dependencia federal, Víctor Villalobos Arámbula.
La Secretaría, dijo, ha priorizado la conservación y restauración de agroecosistemas, la conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos suelo, agua y genéticos para la alimentación y la agricultura, así como el fomento de buenas prácticas agrícolas en su sentido más amplio.
Entre las acciones que impulsa Agricultura está el proyecto de estimulación de lluvias, que a través de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) y con apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana, un equipo de técnicos libera moléculas de yoduro de plata sobre las nubes para propiciar la precipitación y se ha aplicado en estados como Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila y Zacatecas.
Asimismo, a través de la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sostenible (ENASAS) se llevan a cabo trabajos encaminados a promover la retención de agua en el suelo y el manejo sostenible de este recurso para la agricultura, así como contribuir a concientizar sobre la importancia de mantener suelos sanos para la seguridad alimentaria y la adaptación y mitigación al cambio climático.
También, se fomentan prácticas de conservación y restauración de suelos para disminuir su erosión y aumentar la captación e infiltración de agua de lluvia en zonas agrícolas de temporal y acciones para mejorar los sistemas de riego y en general hacer un manejo más eficiente del agua de uso agrícola, pecuario y acuícola.
En otra línea de acción, Agricultura emprendió la instalación de viveros de nopal forrajero para hacer frente a los efectos de la sequía en la ganadería. A través de la Conaza se establecieron viveros en cinco entidades del país con altos índices de sequía.
El nopal forrajero es altamente eficiente en el uso del agua, cuenta con una gran diversidad genética, tiene un amplio rango de adaptación a las condiciones de clima y suelo y es un forraje de alta productividad, utilizado para alimentar al ganado.
Por otra parte, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y de la investigación del Colegio de Postgraduados (Colpos), Agricultura impulsa el desarrollo del Sistema de Milpa Intercalada en Árboles Frutales (MIAF), en entidades del sureste del país.
Este sistema agroforestal de cultivo intercalado, constituido por un árbol frutal (epicultivo), maíz (mesocultivo) y frijol u otra especie comestible de preferencia leguminosa (sotocultivo) en intensa interacción agronómica, permite optimizar el uso de la tierra y el agua en el espacio y en el tiempo y mejorar la fijación de nitrógeno e incrementar la captura de carbono
Un elemento importante de este sistema lo constituye el filtro de escurrimientos, colocado en la base de cada una de las hileras de frutales que favorece la sedimentación de las partículas de suelo y materia orgánica y protege el suelo contra la erosión hídrica, sobre todo en el caso de los sistemas productivos en laderas con diferentes pendientes.
Agricultura, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también puso en marcha el programa “Doctores del Suelo” con productores de Puebla, Morelos, Tlaxcala y Michoacán, con lo que el país se convirtió en la primera nación de América Latina en iniciar esta labor de la mano de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Mundial por el Suelo.
Este programa apuesta a que la mejor forma de concientizar y mejorar la calidad de los suelos y revertir su degradación mediante una estrategia de transmisión de conocimientos de “productor a productor”, con el acompañamiento y asistencia técnica del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el INIFAP.
Como complemento Agricultura, en colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha instalado Mesas Técnicas Agroclimáticas en seis entidades: Chiapas, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Campeche y Yucatán, que son un espacio en donde se analizan los pronósticos climáticos de manera colegiada con productores, técnicos e investigadores, para regiones específicas y se generan recomendaciones para una toma de decisiones informadas que permita a los productores afrontar la variabilidad climática.
Con estas acciones la dependencia federal ratifica su compromiso por el bienestar de los agricultores y de todos los actores involucrados en la cadena productiva agroalimentaria, con un enfoque sostenible y con apego a los compromisos internacionales que buscan reducir la huella de carbono y la hídrica y contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).