A pesar de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, insiste en poner fin a actos de corrupción, estos florecen cono racimo de flores, y principalmente, en el Estado de México, donde elementos de la Policía Estatal, en lugar de velar por la seguridad de los habitantes, se dedican a asaltar a las personas e incluso a fabricarles delitos. Tal es el caso de José ´Abad Echeverría Santiago y Ricao Arturo Sánchez Guzmán, a quienes primero despojaron de 15 mil pesos en efectivo y luego los denunciaron ante el Ministerio Público Federal, por el delito de cohecho por la misma cantidad.
La autoridad federal, se claró incompetente para realizar una investigación del cohecho y el expediente del caso fue turnado por un jez federal del Centro de Justicia de Nertzahualcóyotl a un juez del fuero común en el municipio de Cuautitlán Izcalli.
El expediente se encuentra “atorado” en las instalaciones de la Fiscalía General de la República, donde extrañamente se integra una “investigación” por el delito de trata de personas por tráfico de órganos, tejidos celulares de seres humanos vivos.
Solo que de estos delitos no existe ninguna denuncia y menos al momento de ser detenidos con seis personas de origen hondureño que llevaban como destino la línea fronteriza con Estados Unidos, no hubo nada de tráfico de órganos.