No le cortes su pelaje, podrías exponerlo mucho más al sol.
Por Ignacio Arellano Mora.
El bochorno, la sofocación, el sudor y la incomodidad de las altas temperaturas percibidas desde la primavera y hasta el verano no sólo afectan a los humanos. Las mascotas también pueden sufrir afecciones de igual o mayor intensidad, por esta sensación térmica.
De acuerdo con el director médico del Hospital Veterinario Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM-Banfield), Fausto Reyes Delgado, “perros y gatos son susceptibles a los efectos de las altas temperaturas y pueden presentar golpes de calor, lo cual es una situación clínica grave que puede poner en riesgo su vida”.
“A diferencia de los humanos, que tienen más posibilidades de alivio y refresco a través del sudor, perros y gatos sólo pueden refrescarse a través de su jadeo y la sudoración de sus cojinetes (base de las patas), lo cual los ubica de inmediato como especies altamente susceptibles a padecer golpes de calor pues, en circunstancias específicas, estos mecanismos pueden resultar insuficientes para equilibrar su temperatura”, indicó.
A diferencia de lo que podríamos pensar, el cortar el pelo a nuestras mascotas en estas fechas, puede ser contraproducente, ya que está demostrado mediante termografía que la zona de la piel donde se ha rasurado a la mascota puede presentar un incremento de temperatura mayor a 5°C.
Mientras, para la raza humana cortarse el cabello en épocas de calor puede resultar refrescante, para perros y gatos esto puede significar un gran riesgo pues lejos de brindarles un mayor alivio, la falta de pelo los expone más directamente a los rayos y efectos solares.
“Casi por instinto, apenas comienza la primavera y el aumento de calor, salimos corriendo a la estética animal para rapar a nuestras mascotas con la idea de que esto les aliviará de las altas temperaturas, pero si la gente supiera que un perro de la misma raza con pelo largo tiene una temperatura más baja que uno con el cabello rapado, seguramente nos haría pensar en realizar esta práctica”, revela el experto.
Explicó: “la gente no sabe que un pelaje largo en las mascotas puede atrapar el aire y también le sirve como colchón para no recibir los rayos del sol directamente. Esto es un protector natural para ellos no sólo de las altas temperaturas sino de los efectos de los rayos UV también”.
Apuntó, “en algunos casos esta es una situación extrema; por ejemplo: perros y gatos de pelo blanco son más susceptibles a tener cáncer de piel. Parece increíble, pero hacemos todo al revés”.
Sin las precauciones adecuadas, la temperatura de perros y gatos puede aumentar rápidamente hasta alcanzar grados que provoquen daños irreversibles a nivel celular y con ello la muerte de la mascota, advierte el experto.
Mientras para los humanos la temperatura corporal normal es entre 36 y 37 grados centígrados, para las mascotas ésta se ubica entre los 37.5 y los 39.5 grados, pero ante un golpe de calor el nivel corporal puede alcanzar los 42 o 44 grados que es ya una situación fatal para ellos.
Ante este escenario, el también catedrático de la UNAM, extiende algunas recomendaciones para el cuidado de las mascotas durante la temporada de calor:
- Mantener a nuestras mascotas en un lugar fresco.
- Tenerles siempre agua fresca.
- No sacarlos a pasear entre las 10:00 de la mañana 4:00 de la tarde, debido a que es cuando se registran temperaturas más altas.
- Evitar dejar a los perros o gatos encerrados, aunque la casa sea pequeña, los lugares deben ser ventilados (con precaución para que no se salgan).
- No dejarlos encerrados en los automóviles. Si estamos a una temperatura ambiente de 28°C, adentro de un auto la temperatura puede alcanzar hasta 70° C, por lo que se vuelve “un horno” para el perro o gato.
- Evitar ponerles “zapatos”, recordemos que sudan a través de sus cojinetes
Por último, Reyes Delgado advirtió que las altas temperaturas provocan parásitos y algunas enfermedades virales por las características biológicas de algunos agentes infecciosos. Por ejemplo, con más calor es más común que nuestra mascota tenga pulgas; si hay calor y un poco de humedad, los parásitos gastrointestinales son los más comunes que se pueden llegar a ver.