Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Diputados
La Cámara de Diputados, a través de la Secretaría General y el Espacio Cultural, presentó, en el ciclo “El mundo en San Lázaro”, la conferencia “El Estado Otomano y la formación estructural de un imperio”, donde se reseñó la historia turca.
Fue impartida por el profesor Mehmet Necati Kutlu, catedrático de la Universidad de Ankara, con la participación del Centro Cultural de la embajada de Turquía en México.
En la cuarta sesión magistral se abordó el devenir turco de 1389 a 1451, cuyas gestas militares realizadas por tres sultanes: “El Rayo”, rápido y valiente en el campo de batalla; Mehmet I, segundo fundador del Estado otomano y Murad II, padre del conquistador de Estambul, que definieron la presencia geopolítica de este imperio.
En su disertación, Mehmet Necati Kutlu hizo un recorrido por la historia turca con el Estado otomano, a través de una serie de guerras, donde los sultanes y sus príncipes, en batallas sangrientas, buscaron y lograron la supremacía geopolítica.
Narró la creación del Estado otomano, a partir de los clanes o grandes tribus seminómadas provenientes de Asia, asentándose en el sureste de Turquía, de hoy en día, pasando a Ankara, capital de Anatolia, actualmente, instalados en cuatro mil 800 kilómetros cuadrados, mientras que la Ciudad de México se encuentra en aproximadamente dos mil kilómetros cuadrados con su periferia.
Recordó que, en 1302, el sultán Osmán fue el creador del Estado otomano mediante la guerra entre Nicomedia y Nicea, en Bafe, donde los otomanos derrotaron a los bizantinos, punto de inflexión que los convierte en Estado y dejan de ser clan y tribu, porque vencieron a un ejército considerable de una tradición milenaria al ser Bizancio el heredero directo de Roma.
Refirió que siendo sultán Orhan I se unieron a los turcos varios comandantes bizantinos que se convierten en musulmanes, con lo que el Estado otomano, por primera vez, adquiere el estatus de multinacionalidad. También, conquistan varias regiones de Europa estableciendo sus reglas, estrategias y modo de gobernar, sobre todo, de tributar.
Destacó que Murad I es uno de los conquistadores y guerreros más importantes de este imperio, creador de los jenízaros (soldados de infantería, en especial de la Guardia Imperial Turca, reclutando a hijos de cristianos) y es el único sultán mártir al morir en el campo de guerra en su último enfrentamiento, tras ganar 40 batallas. Pese a que utilizaron elefantes en las batallas, en un símil de los tanques actuales, que asustaban mucho a los contrincantes, perdieron irremediablemente las batallas con los mongoles.
Rememoró la batalla de 1396, donde un ejército europeo cristiano cruzado vence a los turcos, avanza hacia el sur (Grecia), donde existe una dinastía bizantina, y obtiene un gran botín, con el cual en Bursa se edifica “la gran mezquita verde”, de las pocas que tienen arquitectura al estilo árabe, en tiempos del profeta Mahoma, conformada por pilares o postes en el techo para protegerse del calor, que fue la primera idea en la construcción de mezquitas.
Este lugar de culto fue construido con pequeñas piezas de madera, encajadas entre sí, sin utilizar pegamento ni clavos; es como un rompecabezas tridimensional, cuya longevidad data de 600 años y es una singular pieza arquitectónica que las actuales generaciones pueden admirar, subrayó.
El catedrático narró la catástrofe provocada por una guerra con los mongoles, quienes tomaron Bursa y convirtieron a la Mezquita Verde, conocida así porque sus paredes están recubiertas con azulejos de ese color, en establo.
Se desconoce, explicó, cómo los otomanos sobrevivieron a la invasión mongol, que fue un verdadero desastre durante 11 años, tras humillar al sultán Bets, a quien en una jaula lo llevaron por varias provincias del imperio en 1403 para exhibirlo. Por esta circunstancia los bizantinos dejaron de pagar los tributos exigidos por los otomanos.
Todo ello, envuelto en una serie de negociaciones y acuerdos entre la misma familia en el poder y sus vínculos estratégicos con reinos vecinos. Mehmet I se queda en el trono y se le considera el segundo fundador del Estado otomano, ya que controla todo y hace campaña para recuperar las tierras perdidas en Europa y por primera vez organiza en Turquía una flota regular.
El Estado otomano ya no es tan fuerte como antes de 1402, porque la invasión de los mongoles por 11 años fue un duro golpe que los debilitó, por lo que Murad II propone firmar un pacto que otorgue paz con Serbia, Bosnia, Hungría y Bulgaria, a través de una liga cristiana. El río Danubio se acepta como frontera entre los turcos y los cristianos de la época.
Murad II propone hacer una paz por 10 años con los estados cristianos con la firma del Tratado de Edirme, en 1444, estableciendo que aceptan la hegemonía de los otomanos en Bulgaria, el soberano serbio y Valaquia (perteneciente a Hungría) pagarán tributo a los otomanos, el río Danubio será frontera y el acuerdo durará una década.
Esta cuarta conferencia magistral sobre la historia otomana forma parte del proyecto de divulgación de estudios históricos sobre diversos países que lleva a cabo el Espacio Cultural San Lázaro, con la finalidad de promover el conocimiento de los pueblos y comunidades y estrechar los lazos culturales con ellos.