- Se estima que en México 6 mil niñas, niños y adolescentes visitan a su padres en reclusión.
- El 67 por ciento de estos niños ha estado en contacto con drogas, motines y riñas al interior de los centros penitenciarios.
El diputado de Morena, Janecarlo Lozano, presentó una iniciativa para crear guarderías y un protocolo integral dirigido a las niñas y niños que viven o visitan alguno de los centros penitenciarios de la Ciudad de México.
La creación de las guarderías es fundamental, pues las madres privadas de su libertad no se separan de los niños incluso durante las visitas conyugales, y en ocasiones optan por encargar a los menores con personas que se encuentran dentro de las mismas cárceles, exponiendo la integridad física del menor.
De acuerdo con Janecarlo Lozano, se han registrado casos de abuso sexual a menores de edad en los penales varoniles durante las visita a su padre, pues los menores son encargados con otros presos.
La ONG Reinserta, que trabaja con niños que viven en centros penitenciarios y colaboró en la creación de la iniciativa, estima que en el país han nacido alrededor de 10 mil niños en los últimos 10 años y 6 mil de ellos visitan o viven con sus padres en un penal.
Actualmente, el marco normativo de la Ciudad de México no contempla un programa o protocolo específico para garantizar la protección de las y los niños contra situaciones de riesgo, violencia, abuso y discriminación que puedan sufrir por parte de otras reclusas, personal de custodia, familiares o visitantes.
Con esta iniciativa se busca resguardar a los menores del ambiente violento y situaciones de riesgo a los que se ven expuestos durante los primeros seis años de vida que se les permite estar con su madre en prisión y en los años posteriores durante sus visitas a penales varoniles y femeniles.
“Los niños invisibles” es el término que la antropóloga, psicoanalista e investigadora mexicana, Elena Azaola, les ha dado a las niñas y los niños que viven con sus madres en los Centros de Reclusión. Invisibles ante la sociedad, invisibles ante sus familiares, incluso, a veces, invisibles ante las mismas autoridades”.
“Son niños que no han cometido ningún crimen, pero purgan una condena en los centros penitenciarios junto con sus madres, es nuestro deber como legisladores, establecer un marco legal garante de todos los derechos de los llamados “niños invisibles”; así como de aquellos menores de edad que visitan a sus madres y padres en los Centros Penitenciarios”, expuso Janecarlo Lozano en la tribuna.
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (2019) en la Ciudad de México hay 56 mujeres con 67 hijos que se encuentran internas en los Centros Penitenciarios.
La iniciativa fue presentada ante el pleno del Congreso de la Ciudad, con la que se pretende reformar el artículo 60 y adicionar el artículo 60 bis de la Ley del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México para quedar de la siguiente forma:
Artículo 60. La Subsecretaría, en coordinación con las autoridades competentes, diseñará e implementará un protocolo integral, específico, con perspectiva de género, respeto a los derechos humanos y al interés superior del menor, que se encuentre dirigido a las y los niños que viven con sus madres en los Centros Penitenciarios de la Ciudad de México, cuyo objetivo sea proteger y prevenir la exposición de los menores a situaciones de riesgo, abuso, violencia y discriminación, priorizando la atención a niñas y niños con discapacidad y/o que hablan alguna lengua diferente.
Artículo 60 Bis. La Subsecretaría, deberá garantizar el cuidado, resguardo y protección de la integridad de las y los niños cuando la madre privada de la libertad se encuentre en visita conyugal.
Y con base en su suficiencia presupuestal y de manera progresiva, establecerá un área especial de visita y/o guardería, en los Centros Penitenciarios femeniles y varoniles, en donde personal profesional y certificado cuidará del bienestar físico y mental de las y los niños visitantes, así como de los que se encuentren viviendo con sus madres en el centro de reclusión, esto para garantizar que durante los días de visita los menores se encuentre en todo momento a la vista de la autoridad penitenciaria, esto para prevenir su dignidad e integridad.
La iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Seguridad Ciudadana y Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez para su análisis.