Morena alienta a los judas modernos

Octavio Campos Ortiz

Igual que lo acostumbraba el priismo antidemocrático, Morena compra voluntades. Lo mismo hace con ciudadanos pobres que con legisladores mercenarios. Suma apoyos mediante el pago de cuotas, favores o dádivas. Por un lado, crea cuatro millones de nuevos pobres, pero por el otro destina miles de millones de pesos de los programas sociales para las pensiones a los viejitos y becas a los ninis, sectores improductivos que representan votos y que están dispuestos a vender su respaldo a cambio de esas dádivas asistenciales.

La 4T requiere, además del respaldo popular -15 millones es su base electoral-, de legisladores de “oposición” sin escrúpulos que como judas contemporáneos traicionen a su bancada, a su partido y a sus electores para atender los caprichos del presidente y su movimiento. Y mire que sí hay Iscariotes que por unas monedas de plata -millones de pesos-, cargos diplomáticos o la promesa de impunidad a sus corruptelas negocian el voto y venden su conciencia, ya que no tienen convicciones, para favorecer la aprobación de las iniciativas de ley que les envían desde Palacio Nacional para no cambiarles ni una coma. El Congreso, convertido en una oficialía de partes, no tiene ninguna actividad parlamentaria.

En la actual legislatura, a la 4T se le dificulta sacar adelante las reformas constitucionales o que requieren de una mayoría calificada, en virtud de la composición de las Cámaras, donde Morena solo tiene mayoría simple. Dicen que no se parecen a los de antes, pero olvidan que su génesis está en el PRI; son totalitarios, impositivos, transas y se saben todas las artimañas para que cuando no ganen, arrebaten. En la muy cuestionada reforma eléctrica de la 4T requieren de más de 50 sufragios de diputados de oposición para lograr su aprobación, y al más puro estilo del tricolor buscan a las meretrices de la política para comprar su “conciencia”, sabedores de que por denarios apoyan a su contratante. Tienen la experiencia de los corifeos del partido verde, conocen el camino y por eso, en la desesperación por sacar adelante la iniciativa presidencial, los legisladores morenistas buscaron a los judas contemporáneos de entre los legisladores  de “oposición” para sumar los votos que requieren y al menos ya convencieron a uno, hijo del ex gobernador interino de Campeche y potencial embajador en República Dominicana, a quien condicionaron su nombramiento y la promesa de impunidad a sus corruptelas, a cambio de que su vástago traicionara a su bancada y al país. Con gran cinismo, Carlos Miguel Aysa, se envolvió en el lábaro patrio y dijo que el cambio en el sentido del voto y renunciar a su partido era para salvar a la nación de los corruptos priistas, correligionarios que lo hicieron representante popular y que auspiciaron la carrera política de su padre, quien, a cambio de perder el estado, lo premiaron con una sede diplomática y la promesa de no investigar sus tropelías. ¿Cuántos Iscariotes conseguirá la 4T?, necesita más de cincuenta, ¿le darán los tiempos?, porque judas sobran, no faltan los mercenarios que por dinero dejen de lado sus convicciones ideológicas, si alguna vez las tuvieron, y respaldan a los hombres en el poder.

Lo más seguro es que la reforma eléctrica no pase, pero la importancia de este revés al presidente es que la oposición ahora si puede presentar un frente sólido para competir en futuras elecciones y tiene la oportunidad histórica de devolverle la respetabilidad al poder legislativo, convertirse de nueva cuenta en un contrapeso real del Ejecutivo, asumir la función parlamentaria y abandonar el papel de oficialía de partes que hasta ahora ha tendido.