Miguel Arroyo Ramírez, Gran Idealista del Cambio de la Justicia en México

*La Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C., le rindió merecido homenaje tras su lamentable fallecimiento el sábado 31 de octubre

*Réquiem por un Jurista

*Hubiera sido un extraordinario Fiscal General de la República

Por Blas A. Buendía (*)

Tras lamentar el reciente fallecimiento del Doctor en Derecho Miguel Arroyo Ramírez, la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C., consideró que el académico e integrante del Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, mostró  facultades innatas de jurista de altos vuelos y se connotó como uno de los más grandes idealistas del cambio en la justicia en México.

En el Réquiem por un Jurista, el presidente de esta agrupación de Abogados, Doctor Alberto Woolrich Ortiz, rememoró los momentos en que recibió la noticia de tan lamentable acaecimiento, toda vez que el abogado Arroyo murió de un ataque al corazón a la edad de 60 años, “en realidad un hombre todavía joven que lo caracterizó por su completa entrega en el ejercicio del Derecho”.

Hace apenas unas pocas horas –comentó- recibí una llamada telefónica de un gran amigo Edmundo Cázares, en el que me informaba de “una infausta nueva” respecto del fallecimiento del Sr. Lic. Don Miguel Arroyo Ramírez. “La noticia fue impresionante, demoledora”, afirmó.

Don Miguel Arroyo y Don Alberto Woolrich Ortiz, no sólo fueron hermanos de profesión, sino que participaron de manera activa y entusiasta en tratar de obtener un cambio para mejorar el sistema de procuración e impartición de justicia, “que por desgracia, se nos adelantó antes de ello”, dijo apesadumbrado.

Miguel -como le decían sus amigos y colegas-, en plena madurez profesional mostró  facultades innatas de jurista de altos vuelos.

Fue postulado por múltiples organizaciones, barras, ateneos, academias de abogados para ocupar el honroso sitial de Procurador General de la República, dada su integridad e ilustración. “Lamentablemente el presidente Vicente Fox designó a otro”.

Desde siempre, el Doctor Miguel Arroyo Ramírez estuvo incorporado a buscar mejoras en el sistema de procuración e impartición de justicia. “De ese anhelo de justicia, surgió entre Miguel y yo, una sólida y fraterna  amistad”, destacó el prestigiado penalista Woolrich, quien indicó que “para lograr nuestro objetivo, aún pendiente de realizar, encontramos el apoyo de Ricardo García Villalobos Haddad, quien fue y es nuestro padrino ante múltiples organizaciones profesionales”.

Hizo especial hincapié que “todas esas vivencias y muchas más, se agolpan el día de hoy en imborrables recuerdos. Por ello al conocer de su deceso, pienso que quizá se haya marchado uno de los más grandes idealistas del cambio en la justicia. Se ha ido por siempre un jurista excepcionalmente querido y respetado”.

Solo hoy –refirió finalmente- me queda invocar su agradable presencia, con el despido de una oración, para decirle: “No serás olvidado nunca y pronto reanudaremos nuestras pláticas interrumpidas”.

Hubiera sido un extraordinario Fiscal  

En el sexenio del presidente Vicente Fox Quesada, por cuestiones políticas, el Doctor Miguel Arroyo Ramírez se vio impedido que fuera designado como Procurador General de la República, donde ubicaron al general Rafael Macedo de la Concha.

Hubo un descontento generalizado por parte de la comunidad judicial como son las Barras y Colegios de Abogados, que sin embargo, el actual Ejecutivo federal ya lo tenía contemplado para suplir al octogenario  Alejandro Gertz Manero quien en últimas fechas ha presentado cuadros de salud precaria.

Desgraciadamente, el destino le hizo una mala jugada.

Descansa en paz el Doctor Miguel Arroyo Ramírez, un extraordinario amigo y humanista en toda la extensión de la palabra.

 (*) Reportero Free Lance

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