Por Estrella de la Rosas
Pues la última vez, abruptamente cesé la narración por cuestión de espacio, estábamos en la selva lacandona nadábamos en un río.
Agua cristalina, tibia, hermoso paisaje y vámonos de regreso.
Empezó a llover, sentíamos que el guía estaba perdido, nos llevó por otro camino a través de pequeños riachuelos y un montón de espinas, retomamos el principal para el regreso.
Los perros de tanto calor que hacía no perdían la oportunidad de adelantarse y esperarnos metidos en los riachuelos para bajar su temperatura, nos hicieron el día y no se despegaron, perritos muy inteligentes.
Llegamos cansadísimos al campamento, nos dieron de comer, llegó la van y de regreso a Palenque.
Nos despedimos efusivamente de nuestros compañeros de aventuras.
En poco tiempo llega uno a apreciar a la gente. Al otro día, después de desayunar, nos salimos de El Panchán, conseguimos un guía y nos metimos a la Zona Arqueológica de Palenque, Preciosísima, única, qué decir de la Pirámide de las Inscripciones, lastimosamente no hay acceso, pero alguna vez tuvimos la alegría de estar ahí, donde se encuentra la tumba de Pakal que lo hicieron astronauta.
Del Templo de la Reina Roja, que ya no está rojo, se despintó, porque era rojo cinabrio, óxido de mercurio.Ya no era la reina roja.
Fuimos invitados por los guías a un paseo por la selva, pos ahí vamos, por la parte de atrás de la zona arqueológica.
Hay muchos edificios menores en ruinas que fueron parte de la ciudad, asomarnos por agujeros y ver lo que el tiempo nos ha dejado, todo en ruinas y con una idea de cómo vivían los palencanos.
Lo admirable fue ver pájaros carpinteros en acción, mariposas, gusanos y beber agua deliciosa en ojitos de agua.
Regresamos a “El Panchán”, nuestro siguiente punto era visitar Calakmul por lo que decidimos salir de Palenque a las 4 am.
Llegaríamos en casi seis horas de viaje, pero para entrar a la Zona Arqueológica de Calakmul de la carretera 261 que va de Escárcega a Chetumal, los letreros te indican la entrada.
Ahí es donde inicia lo hermoso, son 60 km para llegar a la Zona, en plena Reserva.
Bebamos agua como si fuéramos camellos en medio del Sahara.
Seguiremos el relato en Calakmul.
Continuaremos! Y ya saben no olviden beber agua!!