Por Estrella de la Rosa
Este 21 de marzo se conmemoraron diversas cosas, el equinoccio de primavera, (que fue el 20 por la tarde), el nacimiento de Don Benito Juárez, y no sé a quién se le ocurrió nombrarlo como el “Día de la Poesía”, no soy mucho de creer en la creación de justificaciones para consumir lo que sea, pero para no pasar como una aguafiestas me puse a pensar en ¿qué es la Poesía y en la fila para pagar el agua, para qué me sirve?
Esta fecha me gusta porque se inicia esta bonita estación, (ya estoy escuchando en mi cerebro “La Primavera” de Vivaldi) después del invierno, sentimos que nos renovamos, una nueva oportunidad para que aun cuando las cosas no marchen como quisiéramos, podemos ser felices, como para ver a qué o a quién le echamos la culpa.
Esto de la Poesía es un tema más que debatido, es desconocido, la gente cree que hablar de poesía es mostrar debilidad, ser muy cursi o cosas que escribíamos en la primaria o secundaria para enamorar a alguien y que ya creciditos pues cómo que hablar de ese tema, cuando la vida nos desenmascaró o sentimos que nos traicionó, mejor ahí dejamos el argumento poético.
¡Pues fíjense que no, de ninguna manera!
Empecemos. La historia de la Poesía se remonta a la invención de la escritura misma para luego ser un género literario, en un principio no se dedicó al amor, sino que se usó para describir epopeyas militares, sociales, héroes, tragedias, amados y amadas, con la consigna de comunicarlas en forma de poema, que es un escrito con ciertas medidas silábicas que faciliten aprenderlas, recitarlas y hasta para cantarlas, que es casi lo mismo, recuerden esas poesías y cánticos que nunca olvidaremos, aprendidos desde niños, por ejemplo: “Bandera de México, legado de nuestros héroes, símbolo de la Unidad, de nuestros padres y nuestros hermanos, te prometemos…” o el mismo Himno Nacional, que a nadie se le debiese olvidar, que ocurre. La poesía evolucionó, y era como las “Redondillas” ej.: “Hombres necios que acusáis / a la mujer, sin razón, /sin ver que sóis la ocasión / de lo mismo que culpáis;”, claro ejemplo de la poesía rimada, de mi amada y respetada Sor Juana, luego se hace prosa, una manera más libre de escribir poesía, Jaime Sabines escribe: “La cojita está embarazada. / Se mueve trabajosamente, / pero qué dulce mirada/ mira de frente”.
Estos ejemplos, con temas dispares nos muestran la belleza de la poesía.
¿Para qué sirve la poesía? Esta pregunta es la que nos trae de cabeza.
Comunicación que permite despertar los sentidos, la creación de la belleza, la imaginación y la memoria, donde la forma de lo que se dice es tan importante como el mensaje, que a través de la palabra sintamos en nuestra alma y los sentidos, lo que alguien nos trata de comunicar.
Grandes poetas han dedicado su poesía a temas políticos, para engrandecer a próceres de la Patria, cultivo del amor a nuestra Nación y que desde niños nos enseñaron, pero como se trata de que la palabra nos cimbre, cuántas veces no recibimos cartas de amor, de odio o rechazo, formas poéticas que nos permitieron entrar en el corazón de alguien, salir o ser sacados de ahí.
Al respecto de eso que mueve lo más recóndito de nuestra alma, quiero recordar al gran luchador social Don Ricardo Flores Magón, quien desde la cárcel y poco antes de morir asesinado, le escribe a uno de sus amigos donde se despide y al respecto de su admirable convicción afirma: “…estoy condenado a cegar y a morir en la prisión; más prefiero esto que volver la espalda a los trabajadores y tener las puertas de la prisión abiertas a precio de mi vergüenza…, quizá inscriban en mi tumba: “Aquí yace un loco”, pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: “Aquí yace un cobarde y un traidor a sus ideas”.
Poesía pura que hace vibrar lo más profundo de nuestra alma, por eso me hace sacudir Don Ricardo.
Deseo convencerlos a que intenten leer poesía y el argumento que me regaló una poetiza sudamericana para creerlo es porque escribió: “La poesía es la mejor manera de hablar con Dios”, otros sostienen que es lo más logrado en nuestra cultura y yo que es la cereza en el pastel de nuestra existencia.
Coincidimos. Ya pasó “El Día de la Poesía”, no importa, pero podemos hacer más llevadera nuestra existencia cualquier día del año con un poco de poesía. Y ya sabes! Toma agua! y lean “Décimas a Dios” de Guadalupe Amor.