Las armas y la seguridad nacional


Por Octavio Campos Ortiz


México interpuso en tribunales americanos una demanda contra los fabricantes de armas de aquel país por negligencia criminal al diseñar, producir y facilitar el trasiego de armas para el narcotráfico, lo que ha provocado la muerte de miles de compatriotas y pérdidas económicas por diez mil millones de dólares.


La Cancillería anunció el emplazamiento civil contra once empresas norteamericanas y se espera suspendan la producción de armas e indemnicen a nuestra nación con algo así como mil millones de dólares. No se hizo esperar la reacción de fabricantes, armeros y la poderosa Asociación Nacional del Rifle, quienes descalificaron las acciones del gobierno mexicano e incluso lo responsabilizaron de la violencia aquí, además de sugerirle que evite la corrupción local, ya que eso es lo que posibilita el tráfico ilegal de armas; los demandados sintieron que los argumentos de los abogados nacionales agreden la soberanía estadounidense.


Difícilmente prosperará la demanda, la cual tardará años en resolverse y no necesariamente favorecerá a México, por lo que los esfuerzos del gobierno federal deberán de centrarse en el combate frontal contra el crimen organizado, disminuir drásticamente la corrupción de los cuerpos policiales y personal de aduanas, sellar las fronteras terrestres y marítimas para impedir la entrada ilegal de armas y establecer una política pública de seguridad que restablezca la paz social y disminuya sustancialmente la violencia que genera el narcotráfico y sus sicarios.

Es un buen argumento reclamar a los Estados Unidos lo laxo de su legislación sobre la venta de armas, la cual está amparada como una prerrogativa constitucional y no están dispuestos a perderla. Los gringos no cambiarán, sobre todo porque es una de las cinco industrias que más dinero produce, y poco les importa si el mundo está invadido con sus armas. Las autoridades mexicanas reconocen que anualmente entran ilegalmente a territorio nacional entre 250 mil y 500 mil armas cortas y largas.