Por Octavio Campos Ortiz
Entre las asignaturas pendientes que tiene este gobierno con la sociedad están los homicidios dolosos, los feminicidios y la violencia intrafamiliar. Pero sin dejar de reconocer la gravedad de los tres ilícitos, la violencia intramuros es la que más lacera a las familias mexicanas.
En días pasados, las autoridades federales reconocieron los alarmantes índices de violencia contra las mujeres y decidieron redefinir la estrategia gubernamental y anunciar un nuevo programa para atender los agravios contra la mujer que dicho sea de paso representa el 51.2 por ciento de la población en México y hoy todavía sufre marginación, desigualdad, violencia física y psicológica e incluso pierde la vida solo por ser mujer. A pesar del matriarcado que se vive al interior de muchas de las familias, la pérdida de valores ha hecho que se incremente la conducta machista de los mexicanos.
Según estadísticas del gabinete de seguridad, en más del 30 por ciento de las denuncias presentadas ante el ministerio público en 2020, la víctima fue una mujer; cada hora, siete femeninas presentan una denuncia por lesiones dolosas. De 2015 a 2020 se cometieron 4 533 feminicidios, en la mayoría de los casos con signos de violencia, pero en otros presentaban lesiones degradantes o actos de necrofilia; en las denuncias, generalmente los presuntos responsables son parejas sentimentales, algún familiar o gente de confianza.
Frente a eso, el gobierno federal anunció cinco acciones para revertir este vergonzoso delito. La inclusión y participación de Instituto de la Mujer en todas las dependencias de seguridad, justicia y atención a víctimas que tengan incidencia en la violencia contra las mujeres. La segunda medida
es crear un cuerpo especializado, integrado por mujeres, que coadyuve con las fiscalías del país en los casos donde sean víctimas las mujeres. La tercera es instalar el Gabinete de Mujeres para la Construcción de la Paz y avanzar en la capacitación de policías en las localidades con mayor incidencia en crímenes contra ellas. La cuarta es implementar el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica para reforzar las acciones en materia de violencia de género, y la quinta es fomentar el uso de las tecnologías de la información para crear herramientas que fortalezcan la búsqueda de las mujeres y niñas desaparecidas en todo el territorio nacional.
Esperemos que estas acciones no sean solo de gabinete y realmente se traduzcan en acciones operativas, de campo, que permitan combatir el feminicidio, delito de lesa sociedad, y que en materia preventiva se logre disminuir la violencia intrafamiliar, ya que es un ilícito que se comete, recurrentemente, intramuros y donde participa la propia familia. No es un reto menor, pero si hay voluntad política seguramente se dignificará a la mujer.
Apostilla: Al iniciar el proceso electoral 2021, algunos precandidatos pretenden recurrir a viejos métodos políticos para engañar a la gente. Tal es el caso de Valentina Batres y Jorge Emilio Sánchez Cordero, quienes utilizan encuestas a modo para presumir que son punteros en las preferencias para alcaldes en Álvaro Obregón. Sondeos patitos que niegan los vecinos se hayan levantado en la demarcación. Estos estadísticos personajes debieran recordar que si algo le han criticado a Morena es la falta de seriedad de sus encuestas, cuya opacidad le ha costado credibilidad a ese partido político. Ya no se puede engañar a la gente con demagogia ni encuestas centaveadas.