Política Electoral
Desde hace décadas, principalmente previo y después de los procesos electorales, se han dicho que el pueblo tiene el gobierno que merece; pero para algunos politólogos, eso no es cierto, ya que el refrán popular refiere que la calidad democrática de un gobierno es causada por la fuerza o debilidad de la participación ciudadana.
La cuestión tiene, como toda moneda al aire, dos caras: la calidad de la democracia y la calidad de la ciudadanía. Y para ver cómo cae la moneda, se requiere deslindar responsabilidades entre la ciudadanía y el gobierno que dispone de un modelo democrático de cierta calidad al alcance del pueblo.
Las preguntas en el aire son: ¿El pueblo mexicano siempre merece el gobierno democrático que tiene?, o ¿en ocasiones tiene una democracia por debajo, o hasta por encima, de sus méritos? ¿De qué lado caerá la moneda?
Estos cuestionamientos, según algunos analistas en materia política electoral, enfrentan asuntos teóricos y prácticos: ¿la calidad de la democracia garantiza la calidad de la ciudadanía o acontece al revés?, ¿corresponde al gobierno impulsar a la ciudadanía para que alcance la altura democrática o, por el contrario, es la ciudadanía quien tiene la responsabilidad de alcanzar la calidad de participación que le ofrece su sistema democrático?
E indican que el refrán popular es usado para criticar al gobierno en turno, pero a su vez, para justificarlo por el nivel, generalmente bajo, de la actuación ciudadana en los asuntos políticos.
¿Será verdad que cada pueblo tiene el gobierno que se merece o existen gobiernos, en particular los regímenes democráticos, que están por encima de la calidad del involucramiento ciudadano?
La hipótesis, a decir de algunos politólogos y analistas en materia electoral, ante esta problemática se considera que el pueblo de México tiene el reto de elevar la calidad de la participación ciudadana a la altura de la calidad democrática que se le ofrece. O dicho en términos más categóricos: posee una propuesta democrática de calidad superior a la calidad de su participación ciudadana.
Hay que considerar que existen muchos tipos de gobierno; desde las tiranías, monarquías, totalitarismos militares, aristocracias, populistas, autoritarios hasta diferentes modelos de organización democrática; y la democracia, sin duda, ha sido la forma más adecuada para desplegar la soberanía ciudadanía.
Debe quedar claro, para el gobierno en turno, que la ciudadanía no es sólo la posesión de la soberanía personal (la posesión de sí mismo para asociarse, organizarse y decidir la forma de vida) que se delega a través del sufragio, sino como dicen algunos politólogos y sociólogos, es el derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción autorregulada.
Ahora bien, bajo este contexto, valdría la pena recordar el significado de la frase de Abraham Lincoln: “La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, de moda ahora en el gobierno populista y autoritario que encabeza el mandatario de las mañaneras.
Que su definición debe entenderse: “Que lo que se hace, políticamente, se hace en beneficio de toda la sociedad, del pueblo en general y para él, precisamente, y no bastardamente para el egoísmo de los políticos, pues los políticos suelen ser ególatras”.
Así, investido en ese egocentrismo populista el invasor de Palacio Nacional anunciaría que, en el mes de julio próximo, realizará una fiesta en el Zócalo de la Ciudad de México para celebrar su quinto año como Ejecutivo Nacional que inició en el 2018, a pesar, que para el verdadero pueblos mexicano, no hay nada que celebrar, pues no existe un solo rubro que se pueda presumir y que millones consideran un sexenio perdido.
Celebración con miles de acarreados y sumisos incondicionales del dueño de Morena en la Plancha de la Constitución, sin ningún resultado como en corrupción, economía, salud y Estado de Derecho, y sí un marcado aumento en feminicidios, debilitamiento de las instituciones, desprecio a la legalidad y destrucción de programas sociales.
El festejo será con grupos de personas de la CDMX y diversas entidades federativas que comanden con su ideología autoritaria y destructiva, y que le servirá al mandatario de las mañaneras placearse junto con sus corcholatas, como una muestra más de desafío a la autoridad electoral, pues está más claro que el agua, que es una estrategia encubierta de pre-campaña electoral anticipada para promover a sus corcholatas presidenciales.
Y es que las campañas adelantadas de las corcholatas presidenciales obradoristas, sin duda, encierran algo más pernicioso que una franca violación a la ley electoral; pues los 70 días de giras ilegales abren la puerta al cáncer más dañino de la democracia mexicana, la corrupción. Como siempre le digo, amigo lector, su opinión es la que cuenta.En el Tintero: Estaba cantado, un nuevo revés al gobierno morenistas que encabeza el invasor de Palacio Nación, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación enterró la totalidad del llamado “Plan B”, por considerar que se cometieron violaciones graves al procedimiento legislativo durante el proceso de aprobación… Y al igual que con las dos primeras leyes, el pleno de la Corte no entró a estudiar los contenidos de la segunda parte del Plan B, sino que la invalidación se remarcaría por el sinnúmero al violaciones al proceso legislativo, con el agravante de que tales transgresiones al artículo 72 constitucional son aún peores que los de la primera parte….A las violaciones de diciembre se sumaron las de febrero y marzo, cuando el manoseo a la llamada “cláusula de vida eterna” para los partidos aliados de Morena llevó a la deplorable situación en que diputados y senadores le metieron mano a esa “cláusula” , que el mandatario de las mañaneras habría anticipado que vetaría, cuando ya no era legalmente posible tocarla porque había sido aprobada por las dos cámaras del Congreso…Así, con nueve votos a favor y dos en contra, el Pleno de la Corte votó a favor del proyecto de sentencia presentado por el ministro Javier Laynez Potisek, logrando incluso el voto adicional del ministro Arturo Zaldívar, por la invalidez del decreto que reformó las Leyes General de Instituciones y Procedimientos Electorales, General de Partidos Políticos, Orgánica del Poder Judicial de la Federación y General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral, las cuales estaban vigentes desde el pasado 2 de marzo…Hasta la próxima entrega.