Política Electoral
Alfonso Alejandro Sánchez
El sistema de pensiones mexicano, actualmente, no ha cumplido plenamente a los jubilados y pensionados, en particular a los adultos mayores, pues tanto los gobiernos neoliberales como el actual populista sólo se han enfocado a las reformas con el objetivo de balancear sólo tres objetivos de política pública:
Ampliar la cobertura y acceso al sistema de ahorro para el retiro; mejorar la tasa de reemplazo de manera que los trabajadores tengan una pensión supuestamente para cubrir sus necesidades durante su retiro y disminuir presiones sobre las finanzas públicas.
Lo que hace evidente que, el sistema de pensiones, aún requiere de reformas sustantivas si se desea lograr que más trabajadores tengan acceso al sistema de ahorro para el retiro y a una mejor jubilación o pensión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en México los adultos mayores en pobreza extrema representan más de 60 por ciento y quienes reciben pensiones menores a tres salarios mínimos representan 90 por ciento. Sólo hay un grupo privilegiado de los adultos mayores, 1.5 por ciento, que reciben una jubilación digna.
También habría que considerar que las pensiones contributivas son exclusivas para los trabajadores del sector formal, es decir, aquellos con contratos laborales que incluyen seguridad social, ya sea IMSS o ISSSTE.
La normativa de estas pensiones ha experimentado cambios legislativos significativos, en perjuicio de los adultos mayores, a lo largo del tiempo, iniciando con la entrada en vigor de la Ley del Seguro Social del 1997 (DOF, 1997), que sustituyó a la de 1973 (DOF, 1973).
Este cambio marcó la transición de un sistema de beneficio definido a uno de contribución definida, corrigiendo la trayectoria de las finanzas públicas. Sin embargo, la tasa de reemplazo de retiro, entendida como el flujo de ingresos durante el retiro como porcentaje de los ingresos durante la vida laboral activo para los trabajadores no fue adecuadamente considerada en este cambio legislativo.
La última reforma a la Ley del Seguro Social en 2020 (DOF, 2020) mejoró las reglas dizque a favor de los trabajadores al aumentar el porcentaje de contribuciones obligatorias totales de empleadores y gobierno (sin incrementar la contribución de los individuos) del 6.5 % al 15 % y reducir el número de semanas de cotización necesario para la jubilación y la pensión mínima garantizada de 1,250 a 750 semanas.
Antes de esta reforma, la tasa de reemplazo era baja en comparación con la ideal, oscilando entre 70 y 85 % de los ingresos previos a la jubilación. La reforma de 2020 elevó la tasa de reemplazo, por ejemplo, de un 40 % a un 59 % para personas con ingresos mensuales de dos Unidades de Medida y Actualización (UMA). Para aquellos con ingresos de cinco UMA, la tasa pasó de un 21 % a un 45 %. (una UMA equivale a 3,153.70 pesos mensuales).
Actualmente, el sistema de pensiones en el país para los jóvenes está regido por la ley del 97 o de contribución definida para los trabajadores adscritos al IMSS, la cual tiene como objetivo que no solo sea el patrón y el gobierno los que aporten, sino también los trabajadores por medio de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), siendo el propio trabajador el protagonista, por lo que la responsabilidad recae en él.
Es decir, a partir de 1997, cambió el método de financiamiento de las pensiones previsionales provenientes de los principales sistemas de seguridad social y el monto de dichas pensiones ahora depende del ahorro individual que a lo largo de la vida laboral de cada trabajador haya realizado a través de cuentas individuales especializadas en el ahorro para el retiro.
La administración de dichas cuentas individuales es realizada por entidades financieras denominadas Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y los recursos de las cuentas individuales se invierte a través de sociedades de inversión especializada en fondos para el retiro (Siefores), que a su vez son operadas por las Afores.
En base a esta breve recapitulación del sistema de pensiones, las recientes declaraciones por el mandatario de la mañaneras, son aun acto electorero, que muestra una vez más, de su autoritarismo y populismo, de pretender reformar la Constitución en materia laboral, antes de que concluya su sexenio el próximo 1 de octubre y que navegue en el Congreso de la Unión en pleno proceso electoral 2024.
Será una más de sus mentiras, del inquilino de Palacio Nacional, su anuncio populista y electorero de que “es la más importante y de mayor calado para revertir la reforma a las pensiones, concretada en 1995 durante el sexenio de Ernesto Zedillo, a la que se suman a las modificaciones que se hicieron en 2020 en la misma materia”.
Aquí valdría la pena recordar que la población de 65 años o más ascendió a 9,763,558 personas, representando el 7.7 % de la población total (INEGI, Censo 2020).
Y que las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) indican que para 2050 se espera que haya 24,893,097 personas de 65 años o más, lo que constituiría el 16.5 % de la población total.
Esto implica más del doble de la proporción registrada en 2020 en un lapso de apenas 30 años. Como siempre le digo, amiga y amigo, lector su opinión es la que cuenta.En el tintero: La seguridad de México, sin duda, es una tarea colectiva que exige acción, compromiso y la unidad de todos los sectores de la sociedad…Las cifras alarmantes pintan un panorama desolador: Más de 176 mil homicidios dolosos, 124 mil desaparecidos y la presencia del crimen organizado en el 81% del territorio nacional, convierten al gobierno de la 4T en el más sangriento de la historia de México… La inseguridad se ha vuelto multifactorial, donde la violencia se entrelaza con el aumento de precios de productos básicos y la vulnerabilidad de periodistas…Ante ese oscuro panorama, dizque se encendió un faro de esperanza, según las y los participantes en el primer conversatorio “Imaginemos el México que merecemos”, que encabezó Xóchitl Gálvez, precandidata de la alianza “Fuerza y Corazón por México” (PRI, PAN y PRD)…En la mesa de discusión no solo se señalaron los problemas que enfrenta México en materia de seguridad, sino que también se sentaron las bases para construir una estrategia integral que debe ser prioritaria en la agenda política y electoral del país…En su intervención Enrique de la Madrid, organizador de dicho evento, destacaría la urgencia de adoptar un enfoque integral; y más allá del fortalecimiento de las fuerzas policiales, abogaría por una economía próspera que genere empleo y un sistema educativo robusto mediante la creación de instituciones académicas; además de que la participación ciudadana, emerge como un pilar fundamental en la lucha contra el crimen organizado….En este momento crucial, se subrayaría en el conversatorio, la sociedad civil y los líderes políticos deben unirse para gestar soluciones efectivas que rescaten al país de la vorágine de la violencia…Hasta la próxima entrega.