Política Electoral
Alejandro Sánchez Estrada
Históricamente, de acuerdo a diversos estudios económicos, los cuerpos burocráticos han sido usados como la fortaleza de los líderes autocráticos en el poder y también han sido una de las primeras instituciones en ser transformadas por este tipo de líderes.
Asimismo, cuando hay una transición de régimen autoritario y populista hacia uno democrático, resulta que son las burocráticas las últimas organizaciones en transformarse.
Sumado a lo anterior, amigas y amigos lectores, las burocracias modernas suelen ser organizaciones plurales y vitales para la vida democrática.
Es decir, las organizaciones dentro de una democracia deben ejercer la pluralidad con actores que poseen diferentes cantidades de poder en la toma de decisiones; lo cual convierte a las burocracias en espacios de resistencia al Poder Ejecutivo.
Así, a partir de las ideas anteriores, cabría esperar que un líder populista y autoritario, como el de Palacio Nacional, buscará debilitar a las organizaciones creando nuevas, centralizando la toma de decisiones, implantando nuevas unidades, transfiriendo el poder hacia partes del sistema administrativo ideológicamente más afines y obedientes.
Una vez conocidos los conceptos mencionados y su relación, vale la pena preguntarnos qué tanto la situación de México coincide con los preceptos de la teoría de la erosión democrática.
Por un lado, deben considerarse las características populistas y autoritarias del mandatario de las mañaneras y, por otro lado, analizar una de las principales políticas públicas de la administración de la llamada 4T: la política de combate a la corrupción llamada Austeridad Republicana.
En esa dinámica, si bien las elecciones presidenciales de 2024 no tendrán algún impacto sobre el entorno empresarial de México, a decir de Standard & Poor’s (S&P), se espera que la actividad económica se debilite, lo que, aunado a las altas tasas de interés, limitará la demanda de crédito.
De acuerdo con la calificadora, a pesar de un crecimiento económico mejor que el esperado para 2023, prevé que el PIB real de México se desacelere este año hasta 1.8% y, que posteriormente, el crecimiento aumente hasta cerca de 2% en 2025.
Para S&P la clave para fortalecer el crecimiento es una inversión más sólida, pero los principales obstáculos son el Estado de derecho, la inseguridad ciudadana, la calidad de la educación, así como la escasez de energía y agua.
A decir de la calificadora, la desaceleración económica y las altas tasas que presionan la capacidad de pago de deuda de hogares y empresas, así como las prácticas de financiamiento conservadoras que aplican los bancos, desde hace tiempo, amortiguarán el impacto.
Aunque, advertiría que el debilitamiento de las condiciones económicas y las tasas persistentemente altas presionarán la calidad de activos y la rentabilidad de los bancos que aún son saludables; pero los bancos mantendrán su actividad con una capitalización sólida y una liquidez sana.
En ese contexto, Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México (Banxico), afirmarían, antes de concluir 2023, que la economía mexicana crecerá hasta 3.7% en 2024 gracias a la postura fiscal del gobierno que encabeza el inquilino de Palacio Nacional y a una menor desaceleración en la actividad productiva en Estados Unidos.
“Para 2024 se prevé un crecimiento de la economía de entre 2.3% y 3.7%, con una estimación central de 3%, mayor a la de 2.1% del informe anterior”, se daría a conocer en la presentación del informe trimestral julio-septiembre 2023 de Banxico.
A decir de Rodríguez Ceja, la mayor base para el crecimiento derivada del mayor nivel de actividad previsto para el cierre de 2023, también contribuye a un ajuste de la previsión para 2024.
Según la gobernadora del Banco Central, la actividad económica fue empujada como resultado de la resiliencia de la demanda externa y del dinamismo del gasto interno; y adelantaría que se considera, para 2025, un pronóstico de crecimiento de entre 0.7 y 2.3%, con una estimación central de 1.5%. Como siempre le digo, amiga y amigo lector, su opinión es la que cuenta.
En el tintero: Aunque el inquilino de Palacio Nacional insiste en que su administración se distingue por una tolerancia cero a la corrupción, sus acciones dicen lo contrario, pues personajes que forman parte de su círculo, así como virreyes del partido guinda, que aún no han tenido consecuencias, pese a haber participado en esas prácticas ilícitas…Para muestra cinco botones negros, que expondría la empresa CE Researchs, a través de “Gobernadores de México”, en su último ranking del año 2023…En el enlista el nivel de corrupción de todos los gobernadores del país, del año pasado, y se destaca que el top cinco está ocupado por gobernadores de Morena…Hay le van los nombres de las y los cinco morenistas supuestos incorruptibles: ocupando el 5° lugar se encuentra Salomón Jara Cruz, gobernador de Oaxaca, quien a pesar de ser un gobernante corrupto, cuenta con el 67% de aprobación…El 4° lugar lo ocupa Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, quien además cuenta con un 68% de aprobación…El tercer puesto lo ocupa Cuauhtémoc Blanco, quien a pesar de haber ganado el gobierno de Morelos con el extinto Partido Encuentro Social, actualmente forma parte de las filas de Morena; el también exfutbolista cuenta con un nivel de aprobación del 71%…El segundo lugar es para la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien cuenta con un 72% de aprobación; y el gobernador, más corrupto de todo el país, es David Monreal Ávila, de Zacatecas, quien cuenta con un 73% de aprobación…Este ranking también reconoce a los mejores gobernadores del país y el top cinco lo integran: Mauricio Vila Dosal, de Yucatán (PAN); Mauricio Kuri, de Querétaro (PAN); Tere Jiménez, de Aguascalientes (PAN); Miguel Ángel Riquelme Solís, de Coahuila (PRI), y Maru Campos de Chihuahua (PAN)…Así la corrupción desde los gobiernos neoliberales y, ahora, populista dizque de la transformación…Hasta la próxima entrega.