*** Cumple una década
Por Ignacio Arellano Mora
Con más de 300 representaciones durante 9 años consecutivos, la leyenda del Nahual de Xochimilco cumple una década en el embarcadero las Flores Nativitas, del 23 de octubre al 1 de noviembre, con el compromiso de seguir promoviendo la cultura e historias que aún siguen enraizadas en los pueblos y barrios de Xochimilco.
Abordarán una trajinera en los embarcaderos de Nativitas que los llevará por los canales tradicionales de Xochimilco, a la luz de la luna, hasta llegar a la Laguna de Xaltocán donde estará nuestro escenario flotante hecho con trajineras.
El traslado para llegar a la laguna tiene una duración una hora, el espectáculo dura una hora y el traslado de regreso también es de una hora, por lo que la duración total del evento es de 3 horas, aproximadamente. El espectáculo podrán apreciarlo desde las trajineras.
CADA PERSONA POSEE EL ESPÍRITU DE UN ANIMAL
De acuerdo con la tradición prehispánica, cada persona posee el espíritu de un animal, el cual se encarga de aconsejarlo y protegerlo. A estos espíritus se les llama Nahual.
Para nuestra cosmovisión ancestral, el Nahual era un ser divino, un ser protector.
Con la llegada de los españoles, acompañados de la iglesia católica, comenzó la persecución de los usos y costumbres indígenas, entre ellos el nahualismo. Los nahuales pasan de ser divinos a malévolos.
En la actualidad, los nahuales son conocidos por ser seres demoníacos que atacan y persiguen a las personas. Aún siguen escuchándose historias estremecedoras en los pueblos y barrios de México.
En 1421, se decía que había un brujo muy poderoso habitando esas tierras, al que le llamaban Nahuali, quien guiaba y curaba a la gente del pueblo.
El capitán de los españoles vio de lo que podía ser capaz y le dijo al nahuali que ahora le pertenecía.
El capitán vivía con su mujer, y el nahuali tenía la libertad de pasearse por todo el lugar, y fue ahí, donde la vio y se enamoró́ de la condesa.
El capitán al sospechar, decidió́ encerrar a su mujer cada noche, en un lugar diferente, y el nahuali, se convertía en animal con tal de encontrarla. Una noche, los soldados los hallaron juntos.
El nahuali se entregó́. Era mitad hombre y mitad bestia.
El capitán, por temor a sus poderes, lo exilió. A su mujer no pudo perdonarla.
Al tiempo sólo se supo que tuvieron una hija, quien al crecer escuchó los rumores del brujo que se convertía en animal, por lo que, era custodiado por soldados e indígenas.
Su curiosidad por comprobar o desmentir su existencia es tan fuerte, que decide ir a pesar de las advertencias de su acompañante, una indígena, lo que ocasiona que se adentren a la zona prohibida de Xochimilco, desencadenando la fiereza del demonio cautivo y descubriendo que es hija del nahuali.
La indígena que la acompaña es su media hermana con la habilidad de convertirse en una bestia, a quien la española tendrá que enfrentar a muerte.