Gabriel Castillo García.
Nuestra justicia se ha caracterizado por presentar retrasos alarmantes”; el caso de Manuel Virgen es similar al de miles de personas inocentes encerradas en cárceles de Veracruz.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila, advirtió que “no dejaremos solos en las cárceles del país a ningún inocente”. Se refirió a lo que sucede en Veracruz donde prolifera la fabricación de delitos, delincuentes, abusos de autoridad, torturas y, sobre todo, violación a los derechos humanos.
Más adelante, Monreal Ávila, sentenció que “no se olvidan de todos aquellos que han sufrido abusos de la autoridad en cualquier parte, en cualquier estado y en cualquier región. A todos ellos les decimos que no los vamos a dejar solos”.
En reunión con sus colaboradores insistió en que “hay un ausente: José Manuel del Río Virgen, en la actualidad, preso político; pero espero que pronto esté con nosotros.” Sostuvo que tampoco se olvidan de aquellos que están presos, detenidos y que son inocentes.
En un artículo de su autoría publicado ayer, destacó que una administración de justicia ineficiente y lenta destruye las bases de la legitimidad del Estado, quebranta la confianza en el orden democrático y socava la pacífica convivencia de la ciudadanía. “Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”.
Más adelante, reflejando tristeza en el rostro, Monreal Ávila, reiteró que lamentablemente la impartición de justicia en nuestro país padece de un arraigado problema de celeridad, situación denunciada desde hace años por estudiosos del derecho y que se intensificó con la irrupción de la pandemia por Covid-19.
Sentenció que este escenario recurrente socava nuestro Estado de Derecho, mengua los derechos y las libertades de la ciudadanía, y rebaja los estándares de competitividad de nuestro país. “Nuestra justicia se ha caracterizado por presentar retrasos alarmantes”.
Dijo que los retrasos en la impartición de justicia no solo conforman una afrenta a la moral, sino que también irrumpen y laceran violentamente nuestro orden constitucional.
Puso como un ejemplo claro de injusticia, e incluso de justicia tardía, el caso de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, a quien se le señala como autor intelectual del homicidio de Remigio Tovar.
Señaló que el funcionario es víctima de una evidente injusticia, ya que no existe hecho, prueba o testimonio que lo vincule de forma alguna con lo que se le acusa. “Las imputaciones que se le realizan se basan simplemente en conjeturas que exhiben una intención perversa y ajena al Estado de derecho”.
Monreal Ávila indicó que las irregularidades en este proceso demuestran que la acusación realizada a del Río Virgen obedece, más que a una cuestión de justicia, a una venganza política y que, por tanto, su detención y su vinculación a proceso son acciones arbitrarias que carecen de motivación y fundamentación.
El coordinador de la bancada de Morena dijo que este es solo un caso que se suma a los miles que existen actualmente en el estado de Veracruz, donde impera el abuso de poder por parte de las autoridades y las violaciones a los derechos humanos, así como las resoluciones y sentencias arbitrarias dictadas por los jueces.
Concluyó que “una de las características de las democracias contemporáneas es que la justicia jamás debe estar supeditada a la política y menos a los caprichos y odios personales”.