Guardia Nacional en la picota

Elementos que quedan serán corridos o dados de baja. Sus lugares, será ocupados por personal recomendado y sin ninguna experiencia. General Rogelio Terán, Director General de Seguridad Procesal e Inteligencia, salvaguarda su pellejo y busca un “hueso”.

Por Guillermo Pimentel Balderas

Hoy, se la juegan los contados elementos que hay todavía en la Guardia Nacional  (ex de la Policía Federal) y, antes de recibir una patada por el trasero, deciden hacer frente a su situación laboral e iniciar varias movilizaciones. Mientras tanto, por  medio de un Wappsap –enviado a este reportero-, señalan que si no sucede otra cosa, como advertencias o amenazas de los altos mandos, estarían llevando a cabo algunas protestas, encabezados por integrantes de Seguridad Procesal e Inteligencia, tras la decisión de que la Guardia Nacional no pasara a la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), por errores de los mismos “jefes”. Dicen que cuando el barco hace agua…, así pues, el General Rogelio Terán Contreras, anticipándose a la tormenta deja a la deriva a personal, en su mayoría joven -con apenas 7 años en esta institución- y los sacrifica por interés político y en busca de un “hueso”.

Al parecer, señalan, se ha dado la orden de redoblar esfuerzos para relevar las áreas faltantes, aunque no se cubran los perfiles, con el fin de reducir lo más posible a todos los integrantes ex pertenecientes a la Policía Federal. Lo malo, agregan, es que los mandos ocultan la verdad y exhortan a no dejar de trabajar, sin embargo, reconocen que, la Dirección de Policía Procesal e Inteligencia, es de suma importancia, por lo que se busca evitar las multas ministeriales y judiciales; pero, lamentan que se engañe al personal asegurando que no pasa nada y, además, se pide no afectar la imagen de la institución, así sea pasando sobre las necesidades del personal. Se destaca en el escrito electrónico que los jóvenes desde que llegaron a esta Dirección, aportan de su bolsillo lo necesario para poder proporcionar los servicios como el pago de combustibles, así como rentas, comidas e insumos básicos (gas, agua, luz, etc.) y, no obstante, hoy están por recibir una patada sin importar la situación de cada uno de ellos. Pero, preguntan: ¿Qué pasaría si el personal de la Dirección de Policía Procesal e Inteligencia dejará de realizar el servicio? ¿A cuánto equivaldrían las multas a esta institución, por un día de Paro Nacional? Y, ¿Por qué el elemento debió de preocuparse por pagar de su bolsa para realizar su servicio? ¿Vale la pena seguir trabajando, si ellos mismos te van a correr y todavía, hasta capacitar a quien viene a relevarte? “La reflexión es un llamado al Paro Nacional y que pague la Guardia Nacional lo que tenga que pagar por inhumana”, sentencian. No hay duda, la militarización de la seguridad pública es la consecuencia de desaparecer a la Policía Federal (PF) y sus capacidades institucionales. Ahora, son el Ejército y la Marina Armada las que se encargan de la seguridad pública, ante el evidente fracaso de la Guardia Nacional (GN) ex Policía Federal. Hay un error de origen, haber desmantelado a la PF y, con esto, ya no hay una sola institución civil que pueda hacerse cargo de una de las etapas más violentas en la historia de México. Y, ante la ausencia de una estrategia coherente y racional, para proporcionar seguridad a la población en general, un bien muy valioso se pierde, el tiempo, aprovechado por las bandas de delincuentes que continúan disputando el control territorial de amplias zonas del país.Correo: guillermo.pumageneracion1979@gmail.com