*Consternación en la comunidad judicial de la República Mexicana
*El Poder Judicial de la Ciudad honrará su memoria: Mag. Rafael Guerra Álvarez
*Fue un hombre íntegro, mexicano ejemplar, abogado de las mejores causas y amigo extraordinario: Dip. Eduardo Santillán
Por Blas A. BUENDÍA (*)
A la edad de 60 años y víctima de un fulminante infarto, en la madrugada de este sábado dejó de existir el Doctor en Derecho Miguel Arroyo Ramírez, quien era titular de la Ponencia VI del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, informaron fuentes de digno crédito del Tribunal Superior de Justicia local.
Hasta altas horas de la noche del viernes, el abogado salió de sus actividades de la sede del Tribunal Superior de Justicia, localizado en avenida Niños Héroes de la colonia Doctores, acompañado de sus colaboradores despidiéndose de ellos.
Extraoficialmente, su fallecimiento fue repentino ya que aparentemente “murió tranquilo”, noticia que fue dada a conocer por sus familiares “quienes notaron que ya no respiraba” producto de un infarto al miocardio, pese a que se le prestaron los primeros auxilios.
Posteriormente, funcionarios de la Casa de Justicia capitalina, revelaron la noticia durante el sábado 31 de octubre (2020), detallando que su velación será en el Panteón Francés de San Joaquín-Legaria, a partir de las 23 horas.
Nacido el 9 de diciembre de 1960 en Tampico, Tamaulipas, sus colaboradores detallaron que el Doctor Miguel Arroyo periódicamente se hacía un chequeo médico exhaustivo para cuidar su salud, rechazando cualquier otra índole que pudiera ver con la pandemia del Coronavirus.
Frente a esta sorpresa y con mucho dolor, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Magistrado Rafael Guerra Álvarez, en tarjeta informativa publicada en su plataforma de Facebook, escribió: “Expreso mi más sentido pésame a la familia del consejero de la Judicatura de la Ciudad de México, Doctor Miguel Arroyo Ramírez, por su fallecimiento a causa de un infarto.
“Su partida deja un vacío importante, no está por demás hacer un reconocimiento a su trayectoria como jurista, su destacada labor en nuestro gremio y a favor de nuestra Ciudad”, añadió apesadumbrado el también presidente del Consejo de la Judicatura capitalina.
En su breve mensaje de condolencias, el Magistrado Presidente Rafael Guerra Álvarez, puntualizó: “En el Poder Judicial de la Ciudad de México deja amigas y amigos, su pérdida es dolorosa, nos resta honrar su memoria entregando nuestro empeño a la labor jurisdiccional y administrativa que nos compete. Fue un hombre excelente que se comprometió con nuestra Casa de Justicia. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares”.
En la comunidad judicial de la gran Ciudad, se externaron diversos mensajes de dolor por esta irreparable pérdida del gran amigo, el gran funcionario y un extraordinario filósofo en la oratoria que bien manejaba, conjugando el acervo jurídico y el político.
“Lamento el sensible fallecimiento de mi amigo Migue Arroyo Ramírez. Con profunda pena me uno al dolor de familiares y amigos por el sensible fallecimiento de mi querido Miguel Arroyo Ramírez, hombre íntegro, mexicano ejemplar, abogado de las mejores causas y amigo extraordinario. Descanse en Paz”, dijo el diputado Eduardo Santillán Pérez, presidente de la Comisión de Procuración e Impartición de Justicia del Primer Congreso de la Ciudad de México, quien lamentablemente, hace un par de meses, también perdió a dos de sus más queridos familiares que le dieron la vida, con motivos de la pandemia del Covid-19.
“Nos ha sorprendido esta lamentable noticia. Nuestro amigo Miguel fue un hombre brillante en las letras del Derecho, contribuyó con su sapiencia jurídica el desarrollo de ser un consejero vertical y trasparente”, subrayó el legislador integrante del grupo Parlamentario del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).
En la esfera del Poder Judicial de la Ciudad, jueces, magistrados, abogados litigantes, así como trabajadores del Tribunal Superior de Justicia, coincidieron con lo manifestado por el Presidente Magistrado Guerra Álvarez, en el sentido que el Doctor Miguel Arroyo fue “un hombre de excelencia, comprometido con la ética profesional”, toda vez mantuvo como primicia irrestricta los conceptos del Decálogo del Abogado.
El Doctor Miguel Arroyo, quien fue presidente de la Asociación de Abogados Litigantes de México A. C. y del Consejo Nacional de la Abogacía “Ignacio L. Vallarta”, con su singular peculiaridad e iniciativa, incontables veces organizó las celebraciones del Día de Abogado, cada 12 de julio, donde se reconoce a los mejores hombres que han sobresalido en el Estado del Derecho. El Doctor Arroyo tuvo un enriquecedor currículum vitae.
ESCUDO DE LEGALIDAD
Ceñirse al Decálogo del Abogado fue parte fundamental de su carrera penalista y defensor de los derechos humanos.
En uno de sus tantos talentosos discursos pronunciado, particularmente en el mes de abril del año en curso, el doctor Arroyo Ramírez, precisó que “todo por el derecho y la razón, nada a la fuerza”, la Federación Nacional de la Abogacía Liberal, A. C., hizo suya la herencia del presidente Benito Juárez, “los abogados conservan un escudo de la legalidad, en torno de las instituciones nacionales”.
En el marco del Día del Abogado 2020, celebrado desde el Centro de Postgrados del Estado de México a través de la primera video-conferencia magistral con la cual se inició una paradigmática etapa de comunicación virtual ante la sociedad, participando una treintena de abogados, jueces y magistrados, estableciéndose que son herederos de las mejores tradiciones del liberalismo mexicano.
“Sabemos que nuestra función se denota por el compromiso social antes que por cualquier aspiración personal o material”, aseveró y destacó que a 60 años -hoy como en 1960-, los abogados nos reunimos en torno a nuestras instituciones y en torno a los Colegios de Abogados, por lo que rememoró que en aquella época, el entonces Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Don Ricardo García Villalobos, en una tarde lluviosa, cuentan las crónicas, pronunció el primer discurso, la primera locución, con motivo del Día del Abogado.
Precisó que esa fue una iniciativa que había sido promovida, no solamente por la Presidencia de la República, sino también por todo el gremio jurídico, coincidiendo la idea de congregarse para establecer el nacimiento del Día del Abogado.
Destacó que se eligió el 12 de julio porque ese fue el día en que se dictó, en 1552, la primera asignatura de Derecho en la entonces Escuela de Salamanca, y fue Bartolomé Frías de Albornoz, el encargado de dictar esta Cátedra Prima, que desde entonces, se estableció la profesión de abogado formalmente en México.
“Así que, estimados colegas, el día de hoy no deja de ser significativo por muchas razones: porque primero, una vez más, los abogados estamos reunidos, y lo hacemos conforme a los nuevos tiempos”, mencionó.
Dijo, sin embargo, que la pandemia del Coronavirus cambió nuestras actitudes, nuestra forma de pensar y nuestros usos que pronto serán también costumbres. “Hoy la tecnología nos permite estar, todos reunidos, como nunca lo tuvimos, en un gran número, a lo largo y ancho del país, por supuesto particularmente en la Ciudad de México”.
Al insistir que a pesar de la pandemia, “la justicia no se detuvo, ni en la ciudad ni en el país”; y que “a pesar de la pandemia, siguieron funcionando nuestros órganos de justicia”, subrayó que el Poder Judicial de la Ciudad de México siguió funcionando, ha seguido prestando servicios jurídicos conforme a la nueva normalidad lo exigen las circunstancias de sanidad, y por supuesto, utilizando las nuevas tecnologías para establecer una justicia conforme a los tiempos lo ameritan. Así que, nuestro reconocimiento”.
Afirmó que la Federación Nacional de la Abogacía Liberal reconoce al Poder Judicial de la Ciudad de México el esfuerzo que ha realizado, las y los abogados del Poder Judicial de la capital del país, su empeño para continuar brindando justicia, impartiendo justicia, “pese al surgimiento de algunas voces aisladas de molestia, la justicia ha continuado”.
Asimismo, reconoció la labor del Doctor Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, quien junto con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, que encabeza la Doctora Ernestina Godoy, “han trabajado de la mano para que el aparato de justicia no baje la guardia y continúen sirviendo a la ciudadanía”.
Asimismo, externó el reconocimiento el apoyo que en todo momento la jefatura de gobierno, de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, ha brindado al sector de justicia a la ciudad; así como también reconocer la labor el Diputado Eduardo Santillán Pérez, presidente de la Comisión de Procuración e Impartición de Justicia del Congreso de la Ciudad de México, para continuar laborando incansablemente en los estos temas de justicia.
“Lo importante es que la abogacía de México, en todos sus sectores, en la postulancia y en el Servicio Público, han respondido al reto, y han continuado y sirviendo a su país, donde los abogados hemos continuado en pie de lucha y no hemos cejado en nuestro compromiso social”.
Si bien afirmó que “los abogados que integran la Federación Nacional de la Abogacía Liberal tienen en especial un compromiso con la sociedad”, ratificó que la doctrina del abogado que es el de “la Igualdad, libertad, legalidad, honestidad y justicia”, son herederos de las mejores tradiciones del liberalismo mexicano.
“Sabemos que nuestra función se denota por el compromiso social antes que por cualquier aspiración personal o material. Estamos con la sociedad, estamos con el pueblo de México y estamos desde la época de Juárez, reafirmando un escudo de legalidad en torno de las instituciones nacionales. Todo por el derecho y la razón, nada a la fuerza”, puntualizó el Doctor Miguel Arroyo Ramírez, quien fue también integrante del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de la Ciudad de México, con una reconocida y brillante participación.
En la madrugada del sábado 31 de octubre, en la víspera del Día de Muertos, el Doctor Miguel Arroyo Ramírez fue sorprendido por un infarto del cual ya no despertó, “siendo una de las muertes más tranquilas que un ser humano pudiera llegar a tener en la culminación de su vida”.
Deja a su viuda y dos hijos.
Q. E. P. D.
(*) Reportero Free Lance
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