Por Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural ante H. Cámara de Diputados
La Comisión de Igualad de Género, la Secretaría General y la Unidad para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, así como la Fundación Raquel Berman, entregaron el Séptimo “Premio Raquel Berman a la Resiliencia Femenina frente a la Adversidad” a mujeres que compartieron sus testimonios por la desaparición, asesinato de un familiar y la violencia que han padecido.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, diputada Julieta Kristal Vences Valencia (Morena), expresó su reconocimiento y admiración a las mujeres que, “con todo lo que han tenido que pasar y sufrir, con el alma rota, no se detuvieron, no pararon, pero, sobre todo, no callaron y rompieron el silencio”.
Precisó que con la entrega del premio “queremos celebrar a las mujeres que han tomado al dolor, la enfermedad y las violencias, para convertirlas en oportunidades para ellas mismas, pero también para otras mujeres”.
Sostuvo que las historias narradas muestran que se requiere de trabajo y determinación para ser agentes de cambio, y crear mejores condiciones para las generaciones presentes y futuras “porque no queremos que ninguna mujer, niña o adolescente tenga que pasar por cosas tan atroces”.
La Secretaria General de la Cámara de Diputados, Graciela Báez Ricárdez, felicitó a las ganadoras y externó su reconocimiento a Raquel Berman y a la diputada Julieta Vences, por hacer posible la entrega de este reconocimiento y expresó su deseo de que cada año se realice este evento.
Raquel Berman indicó que en los siete años en que se ha entregado este premio se recibieron más de dos mil 500 relatos y solamente la tercera parte mostraron signos de resiliencia que se tradujeron en algún grado de transformación personal y en conductas en beneficio de otras mujeres. Este porcentaje, agregó, “nos ha producido júbilo, admiración y esperanza de que las cosas están cambiando para las mujeres en este país”.
Destacó la importancia de leer y estudiar el resto de los relatos, a fin de conocer los motivos por los que la mayoría de las mujeres siguen a expensas del machismo. “No debemos condenar a las mujeres aún encadenadas al patriarcado, no debemos culparlas, sino entenderlas como víctimas de un sistema familiar y social que las volvió impotentes”.
Subrayó que otro aspecto que han mostrado los relatos es la frecuencia del incesto infantil y la violencia sexual a niñas y adolescentes dentro de la familia. Consideró que la justicia legal para las mujeres debe ser un problema de Estado.
Bertha Elnora Jiménez, directora de la Asociación Mexicana para la Práctica, Investigación y Enseñanza del Psicoanálisis (AMPIEP), apuntó que el reconocimiento de la mujer resiliente que se ha otorgado por siete años consecutivos visualiza un problema de violencia estructural hacia la mujer en la sociedad. Premiarlas por su capacidad de transformación interna y recuperarse del trauma, así como participar activamente en la sociedad en favor de otras mujeres “se vuelve no sólo necesario, sino fundamental”.
Ganadoras del Premio
La galardonada con el primer lugar, Nallely Guarneros, narró que el 16 de julio de 2019 desapareció su esposo y “ahora soy buscadora de justicia y de verdad”. Resaltó que este premio lo comparte con sus hijas y su mamá, “pero también es una forma de reconocer a todas las madres buscadoras, madres de víctimas de feminicidio, porque las desapariciones tienen muchas finalidades y trasfondos de violencia, de trata, desigualdad social, pobreza, discriminación, corrupción e impunidad”.
En tanto, la ganadora del segundo lugar, Norma Andrade, señaló que han pasado muchos años desde que su hija fue asesinada cruelmente por desconocidos sin que hasta al momento haya justicia. Sostuvo: “seguimos en pie de lucha, con más años, pero con mayor experiencia y nada ni nadie nos detendrá”. Estimó que con este premio se reconoce en la resiliencia una potente forma de salir de la adversidad porque es una poderosa fuerza que logra transformar vidas y destinos.
Con el tercer lugar, Natalia Lococo comentó que fue objeto de agresiones de todo tipo por parte de su pareja, “de un constante maltrato psicológico, violencia y abuso”. Decidió buscar ayuda en las autoridades y “no pensé que fuera tan arduo y que pasaría de ser violentada de mi pareja a ser violentada por las instituciones”. Precisó que tiene más de una década defendiendo derechos humanos desde su asociación “Ayuda Humanitaria”.
Asimismo, la ganadora del premio juvenil, Brenda Joselyn Leonel, dijo estar honrada de ser galardonada, pero “me siento indignada por las impunidades, aunque también muy inspirada por mujeres valientes, fuertes, poderosas e imparables”.
La también premiada juvenil, Rubí Coello, dijo que las mujeres indígenas se enfrentan a grandes desafíos que obstaculizan el pleno disfrute de sus derechos humanos y que la violencia está normalizada por los propios habitantes. Indicó que es necesario tener traductores en la impartición de justicia y fiscalías especializadas para atender a quienes hayan sido violentadas.
Consuelo Valle, quien recibió el premio a la mujer que enfrentó violencia política, destacó que su testimonio “es sólo uno de miles de casos que se dieron en la Guerra Sucia de 1950 a 1990; es la historia reciente de las luchadoras sociales que dieron su vida por un México distinto sin pedir nada a cambio y falta mucho por documentar. Es un reconocimiento a las mujeres de mi generación que dieron su vida, sus hijos y su estabilidad emotiva por un país libre de violencia”.