Saltillo, Coahuila, a 13 de febrero de 2023. En los últimos nueve años nuestro país ha instrumentado un modelo electoral que se soporta en la participación ciudadana en la organización de las elecciones y subraya el carácter colectivo de nuestra convivencia democrática.
El presidente consejero del INE, así lo manifestó durante su intervención en la firma del acuerdo para la integridad del proceso electoral 2023 que se realiza en Coahuila. E indicó que este modelo de carácter nacional requiere de la colaboración de instituciones federales y locales para llevar a buen puerto la disputa democrática por los poderes públicos en todos los niveles de gobierno.
Aclaró que entre los logros alcanzados por el sistema nacional de elecciones, que surgió de la reforma de 2014, pero cuyas raíces se extienden incluso hasta el nacimiento mismo del INE, del IFE, pueden destacarse, entre otros. Y, esto son: se han estandarizado en todo el país los procesos que son clave para la organización de las elecciones en todos los ámbitos, federal, estatal y municipal.
El modo en el que se realizan las elecciones a lo largo y ancho del país, tanto las federales como los locales siguen su mismo, un mismo principio, un conjunto de reglas y criterios estandarizados.
Segundo, en casi nueve años hemos organizado 330 elecciones, 331 si consideramos la extraordinaria que se realizará, que culminará el domingo próximo. Y en ninguna de ellas, y este es el dato importante, se han presentado conflictos postelectorales.
La litigiosidad es intensa, es natural en un sistema de partidos competitivo como el que existe en México, pero todas esas disputas se encauzan y se resuelven por las vías institucionales previstas para ello.
En tercer lugar, en cada una de esas contiendas el pluralismo político se ha mostrado dinámico y vigoroso, situación que se refleja en el índice promedio de alternancia, que supera el 62 por ciento, se trata así, el que abarca de 2015 a la fecha.
Del periodo de mayor alternancia en la historia de nuestra democracia, alternancia que no es sinónimo por ser democracia, la alternancia la decide o no los ciudadanos con su voto, que se ha convertido en una poderosa herramienta no solamente para elegir a nuestros representantes y nuestros gobernantes, sino también un efectivo mecanismo de rendición de cuentas que permite a las y los ciudadanos decidir con su voto si se premian o si se castigan buenas o malas gestiones públicas.
Dijo Lorenzo Córdova que este nivel de alternancia político-electoral constituye, desde mi punto de vista, un aliciente para enriquecer la competencia democrática, con propuestas pertinentes, diagnósticos serios y fundamentados, así como candidaturas y debates relevantes para el electorado.