Ignacio Arellano Mora
Las senadoras Nancy de la Sierra Arámburo y Adriana Jurado Valadéz, y los senadores Gustavo Madero Muñoz, Germán Martínez Cázares y Emilio Álvarez Icaza Longoria, enviaron una carta al Parlamento Europeo.
La carta enviada al Parlamento Europeo consiste para que el “Premio Sájarov” sea otorgado a periodista mexicana o mexicano, quienes se encuentran bajo asedio verbal presidencial por el ejercicio de su labor, lo cual denigra e intimida la Libertad de Expresión.
At`n:
Roberta Metsola. Presidenta.
PREMIO SÁJAROV. Postulación
Respetadas Eurodiputadas,
Respetados Eurodiputados:
El mundo globalizado con una Europa fuerte por sus ideales democráticos y liberales, que soñaron, por mencionar unos nombres: Robert Schuman, Konrad Adenauer y Jean Monet; la Europa del mercado común de Marga Klompé, o la de la promoción cultural de Melina Mercouri, está amenazada por voluntad del hombre que preside la Federación Rusa.
Aquel clima de optimismo y esperanza, con el que se eligió a Simone Veil, como primera presidenta del Parlamento Europeo, no existe, los nacionalismos parecen estar ganando la batalla, y las personalidades fuertes y autoritarias seducen y convocan a muchas personas, que perciben lentas y poco fructíferas a las instituciones que se empezaron a crear desde la Ilustración y las Revoluciones Francesa y norteamericana.
México, con esa influencia, no fue ajeno a ese movimiento liberal para lograr su independencia nacional. Reafirmó su soberanía, que no la entendemos como una arma arrojadiza frente a los extranjeros, sino como la capacidad que tenemos como mexicanos de hacer del planeta un mundo mejor, menos sufrible y más humano.
Somos una nación pluriétnica, única e indivisible, cuyos pueblos originarios, en conjunto con los aportes de la cultura europea, forman un valor cultural inconmensurable. Citamos un ejemplo del que estamos orgullosos, y que el escritor Octavio Paz conoció a la perfección: Sor Juan Inés de la Cruz, patrimonio mundial de las letras, muestra de nuestro mestizaje cultural, nunca fue de la colonia.
Las Senadoras y Senadores de la República que suscribimos esta carta, hemos estado atentos, por mucho tiempo, a sus pronunciamientos desde el Parlamento Europeo y, también a las resoluciones del Tribunal, sobretodo en materia de Derechos Humanos. Las apreciamos, las discutimos, las estudiamos, incluso, en algunos temas podemos coincidir o diferir. Entre varios, destacamos su texto aprobado el 23 de octubre de 2014, sobre la desaparición de 43 estudiantes de Magisterio en México, conocido en nuestro país como “Caso Ayotzinapa”, donde se condenó firmemente las inaceptables desapariciones forzadas y los crímenes de Iguala, Guerrero y expresó condolencias y apoyo a familiares y amigos de las víctimas.
En distintos momentos de la historia de su Parlamento, hemos visto con detalle, los pronunciamientos individuales y colectivos de miembros o ex miembros del parlamento, ocupados de la realidad mexicana, por ejemplo, la preocupación “sobre la militarización que comenzó en 2006” (eurodiputado catalán Terricabras), o la “exigencia para tener un régimen de recepción abierto” a los migrantes que promovió entre otros el eurodiputado que entonces pertenecía a “Podemos” Miguel Urbán, o el pronunciamiento del Parlamento de julio 2019, que condenó la separación de familias migrantes ordenada por Washington, demandó el respeto del derecho de asilo, y en consonancia con la posición de entonces del Presidente Andrés Manuel López Obrador, desaprobó enérgicamente las amenazas arancelarias del gobierno de Donald Trump.
Por lo tanto, la Resolución reciente para garantizar el trabajo de periodistas y activistas en la protección de los Derechos Humanos no nos sorprende. Sabemos que su vinculatoriedad radica en los estándares éticos de quién la emite y quién la recibe. En México al Presidente le gusta decir que “nada es por la fuerza, todo es por la razón y el derecho”. Pues eso, conocemos su trabajo: ni es de forzosa aplicación, están dispuestos razonar e intercambiar argumentos y conocemos el derecho internacional que nos obliga.
Más aún cuando México y la Unión Europea mantienen un acuerdo comecial y político que incluye expresamente un componente sobre democracia y derechos humanos, que lo hace único en su especie con respecto a los múltiples acuerdos comerciales que nuestro país ha firmado. De hecho, este componente se basa en la mutua comprensión de la importancia y significación de la defensa y promoción de los derechos humanos, tanto en México como en los países miembros de la Unión Europea y el resto del mundo. Esto se basa en una concepción filosófica, ética y política que reconoce no sólo la centralidad de los derechos humanos en la democracia, sino de la imporancia de su observancia a nivel global y el mutuo compromiso de observancia y protección.
De hecho, no pasamos por alto que nos encontramos justamente en la revisión y renegociación del referido acuerdo, por lo que, para nosotros es de vital importancia reivindicar el diálogo, el intercambio y la atención en materia de derechos humanos, lo que indispensablemente tendrá que ser considerado en la próxima versión de nuestro acuerdo, entre otros factores. A nadie debe sorprender que en nuestro diálogo político se aborden temas de libertades y derechos, es más, son necesarios para la salud de nuestras democracias.
Coincidimos con el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo mayoritario del Senado mexicano, en la necesidad de intensificar nuestra diplomacia parlamentaria, pero en tanto nos ponemos de acuerdo en los detalles logísticos para una reunión, sea presencial o virtual, queremos proponer de inmediato, y con toda la formalidad que el caso amerita, a los periodistas libres de México, para que sean galardonados con el “Premio Sájarov” que otorga el Parlamento Europeo que Usted preside.
El “Premio Sájarov” se otorga a mujeres y hombres o a agrupaciones que se signifiquen por su defensa de la libertad y la dignidad humanas. Y las periodistas y los periodistas libres de México lo están haciendo, incluso, muchas y muchos de ellos, con el costo de su propia vida.
Efectivamente un gran número de periodistas mexicanas y mexicanos están bajo el asedio verbal presidencial, lo que redunda, sin lugar a dudas, en denigrar e intimidar la libertad de expresión mexicana. Existe sí, una retórica que desde el Palacio Nacional, sede del Jefe de Estado mexicano, intenta estigmatizar la labor libre y necesaria de informar y criticar al gobierno.
No queremos olvidar a nadie, ni ser omisos, pero la labor de muchas y muchos comunicadores es de un heroísmo cívico sin igual que merece el reconocimiento europeo.
Carlos Loret de Mola, Carmen Aristegui, Azucena Uresti, Ciro Gómez Leyva y Víctor Trujillo (Brozo), son caras visibles de una realidad que está en la mira insidiosa de comentarios del Presidente que se extienden a medios y organizaciones profesionales de la información con rigor, como “Animal Político” o “Articule 19”. Este último es además, un programa de protección y defensa al periodismo.
Pero la lista no termina allí, periódicos de circulación preponderante en la capital del país como “El Universal” y el “Reforma” y revistas nacionales como “Proceso”, han sido blanco de recriminaciones a sus textos.
Muchas y muchos periodistas de portales locales a lo largo y ancho del país viven en el terror del crimen y las amenazas de gobernantes locales que nunca son reprochados en la voz del Presidente. Insistimos: el Presidente no ha reclamado eficacia y rapidez en entregar resultados a la policía o Fiscalía, que debe aclarar la persecución al trabajo periodístico o la búsqueda de los asesinos, ni exige semanalmente resultados (como sí lo hace para anunciar avances de obras o precios de gasolinas). Las circunstancias de la muerte de llas y os periodistas mexicanos son investigados con mediocridad, sin transparencia y con falta de recursos humanos y financieros, por autoridades locales y federales, muchas de ellas infiltradas por delincuentes comunes. La dolorosa, injusta y preocupante realidad que viven decenas de periodistas en situación de desplazamiento interno forzado como consecuencia de las amenazas y ataques, es otra realidad que está lejos de atenderse y resolversa en las dimensiones que corresponde. Por el contrario, en múltiples ocasiones, estos periodistas y sus familias viven en condiciones de gran precariedad y temor. Los gobiernos parecen apostar al olvido, por eso sería oportuno ofrecer el “Premio Sájarov” a los periodistas libres de México.
Mención aparte, pero no menor, merecen dos revistas académicas y de divulgación política y cultural, “Nexos” y “Letras Libres”, cuyos directores, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, también son objeto de especial insidia del Poder Ejecutivo de México.
Concluimos. Las y los periodistas mexicanos libres, por su valentía, su coraje cívico, su entereza profesional, merecen el “Premio Sájarov”. De su labor depende la salud de nuestra democracia. ¿Sin voces libres cómo iremos a elecciones libres?
En virtud de que son muchas y variadas las y los periodistas y los medios referidos, nos atrevemos sugerir que quien reciba personalmente el galardón europeo, a nombre de las y los periodistas libres de México, sea un familiar de un o de una periodista asesinado o asesinada.
No buscamos acusar a alguien ni pretendemos exculpar al gobierno actual de México de su responsabilidad de aclarar y castigar los asesinatos de periodistas, nuestra intención es clara y rotunda, buscamos el apoyo de los representantes de Europa ante la dramática situación que se vive en México en materia de libertad de expresión.
Queremos decirle al Presidente López Obrador, quien por años utilizó la crítica a los gobiernos en turno, que ese examen, esa rendición de cuentas y esa crítica a su gobierno, es un derecho humano innegociable; que opinar no debe tener cortapisas y frenos construidos en declaraciones presidenciales y en maniobras del equipo del Presidente.
La libertad de imprenta, de expresión y de asociación están contempladas como garantías de todas y todos los mexicanos en nuestra Constitución y en los tratados y convenciones internacionales de las que México forma parte, y son los cimientos del edificio europeo. Francisco Zarco, periodista y liberal sin par, es un Voltaire mexicano a quien traicionan y patean cotidianamente desde el gobierno de México.
Con un “Premio Sájarov” para los periodistas libres de México, queremos decirle a López Obrador: ¡ya basta Presidente!, ¡permita y promueva el libre pensamiento y la libre expresión de opiniones e ideas!
Distinguidas Eurodiputadas, Distinguidos Eurodiputados, esperamos muy atentamente que esta propuesta pueda ser considerada y tener la oportunidad de encontrarnos pronto, para hablar de éste y otros temas acusiantes en las realidades de nuestras naciones y del mundo.
Respetuosamente, reciban un saludo solidario.
Senadora Nancy de la Sierra Arámburo
Senadora Adriana Jurado Valadéz
Senador Germán Martínez Cázares
Senador Emilio Álvarez Icaza Longoria
Senador Gustavo Madero Muñoz