Con un compromiso firme hacia la investigación, protección, conservación y difusión del patrimonio histórico, arqueológico, paleontológico, lingüístico, antropológico y cultural de México, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en lo que va del año 2020 ha fortalecido sus tareas, aun en contingencia sanitaria, y continúa desarrollando sus labores sustantivas bajo estrictos protocolos de salud.
El Instituto, adecuándose a los cambios ocurridos en el ritmo de vida, concepciones del tiempo, formas de trabajo, así como procesos educativos y formas de esparcimiento, desde abril, gran parte de sus labores han continuado a distancia, aprovechando las facilidades que ofrecen la tecnología y las plataformas digitales.
Adscrito a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el INAH es una de las instituciones con mayor presencia en el territorio nacional. Bajo su custodia están 194 zonas arqueológicas habilitadas, incluyendo la primera paleontológica en el estado de Coahuila; así como 162 museos metropolitanos, regionales, de sitio, locales, comunitarios y seis de carácter nacional. El INAH cuenta con 871 investigadores, de los cuales 202 están inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Con motivo de la Jornada Nacional de Sana Distancia, desde marzo pasado se cerró a la visita pública las zonas arqueológicas y los museos. No obstante, la responsabilidad de proteger, resguardar y cuidar el patrimonio de la nación es una tarea sustantiva, esencial e ineludible, por lo cual, los órganos encargados de esta labor han seguido con su trabajo constante.
En estos recintos, las labores de seguridad y vigilancia se realizan de manera presencial, los responsables de coordinar estas tareas acuden regularmente; además de que se apoyan de sistemas de monitoreo y videovigilancia como CCTV y cámaras de seguridad para la supervisión. De manera adicional, los titulares de los museos han establecido guardias escalonadas para el personal directivo y administrativo, con el fin de fortalecer las labores de vigilancia, seguridad y supervisión en cada uno de los recintos.
Entre las tareas que ha llevado a cabo el personal de guardia ha estado la sofocación de incendios en zonas arqueológicas de Quintana Roo, y las tareas preventivas y de reparación a consecuencia de los fenómenos meteorológicos registrados en la península de Yucatán, además del mantenimiento diario a museos y zonas en todo el país.
Como parte de las acciones para la reapertura y reactivación de labores escalonadas en sitios arqueológicos y museos bajo custodia del INAH, a la luz de la nueva normalidad, el Instituto —con la colaboración de autoridades sanitarias federales y estatales— capacitó a su personal en el país sobre medidas sanitarias y sociales preventivas, preparó un estricto protocolo, y elaboró señalética y materiales especiales para reabrir al público las zonas y sitios conforme a los cambios en los semáforos epidemiológicos en cada estado. Bajo estos nuevos esquemas, el 28 de agosto reabrieron las primeras 10 zonas arqueológicas en los estados de Guanajuato y Campeche.
En lo relativo al quehacer de investigación, se autorizaron 509 proyectos, como el Programa de Etnografía de las Regiones Indígenas de México en el Nuevo Milenio, “La Prehistoria y paleoambiente del noroeste de la Cuenca de México”, dentro del proyecto de salvamento arqueológico en las obras del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; los trabajos de salvamento arqueológico que participan en el desarrollo del proyecto de infraestructura del Tren Maya y obras derivadas de ello; así como el Proyecto Templo Mayor y el Programa de Arqueología Urbana; y el de Arqueología Subacuática en Tabasco; el análisis y clasificación de materiales arqueológicos en la bóveda del Museo Nacional de Antropología y el proyecto Ciudadela (exploración del Túnel Bajo el Templo de La Serpiente Emplumada, en Teotihuacan).
A septiembre de este año, se realizaron mil 413 encuentros académicos, que ejemplifican la labor diaria del Instituto y de sus 871 investigadores, a la par que muestra la riqueza cultural de nuestro país. Desde abril y hasta la fecha, los eventos se han realizado en línea, entre los que destacan las reflexiones sobre La Noche Triste y la caída del Imperio mexica; el impacto de las enfermedades a través de la historia, y cómo la COVID-19 ha impactado en la conservación del patrimonio cultural material e inmaterial en nuestra sociedad.
De enero a septiembre, se asentaron 663 sitios arqueológicos dentro del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, con los cuales el número de estas áreas identificadas por la institución asciende hoy a 54 mil 621 sitios arqueológicos registrados.
A esa misma base de datos se agregaron, por un lado, 106 inmuebles históricos localizados en 12 entidades: Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Sonora, Veracruz y Yucatán; y por otro, 40 mil 036 monumentos de carácter mueble, de los cuales 34 mil 571 son piezas arqueológicas y 5 mil 465 son elementos de tipo histórico. Entre el patrimonio registrado se cuentan los bienes muebles arqueológicos del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, con 4 mil 673 piezas, y del Centro INAH Hidalgo, con 3 mil 397 bienes, así como los sitios arqueológicos: Templo de la Estalagmita, en Quintana Roo; El Tepozán, en Guanajuato, y La Peña, en Querétaro.
En lo referente a la catalogación de monumentos históricos, este año se incorporaron 504 fichas nuevas al Catálogo Nacional, que ahora asciende a 119 mil 104 registros. Paralelamente, se actualizaron mil 300 fichas del catálogo, especialmente en 15 entidades: Campeche, Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa y Sonora.
Como un ejemplo notable de su quehacer cotidiano, el INAH atendió 9 mil 558 solicitudes ciudadanas, mediante asesorías, peritajes, denuncias, dictámenes y supervisiones técnicas, entre otras acciones encaminadas a la conservación, protección, restauración y recuperación del patrimonio cultural.
Por ejemplo, en colaboración con el Gobierno de Australia, se recuperaron cuatro piezas etnográficas que forman parte del patrimonio cultural mexicano. Estas fueron adquiridas por compradores en Australia mediante una tienda en línea y fueron retenidas por la Oficina de Aduanas Australiana al momento de su importación. Las piezas serán enviadas a México vía valija diplomática y pasarán a la custodia de las autoridades relevantes.
En tanto que, a través de las páginas oficiales, los 31 Centros INAH del país han mantenido en funcionamiento la Ventanilla Única para trámites relacionados con la preservación del patrimonio edificado.
En su conjunto, el INAH custodia un patrimonio invaluable que es preservado por profesionales, en buena parte formados en los centros de investigación y educación superior del propio Instituto: las escuelas nacionales de Antropología e Historia (ENAH), de Conservación Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) y la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM).
Ante el confinamiento que ha provocado la COVID-19 y en aras de mantener su compromiso educativo y cumplir ciclos favorables de estudio, sus escuelas han adaptado sus quehaceres cotidianos y evaluaciones a modalidades virtuales, con resultados positivos: desde junio, cuando la ENAH inició su primer examen doctoral desde plataformas electrónicas, esta escuela suma 104 hasta el 12 de noviembre, junto a seis de la ENCRyM, y dos de la EAHNM.
Pese a la contingencia sanitaria, la institución ha continuado acciones encaminadas a la atención de los monumentos arqueológicos, históricos y bienes muebles en 11 estados del país, que resultaron afectados por los sismos de 2017, de tal manera que al 9 de noviembre de este año, la Secretaría de Cultura y el INAH han devuelto a las comunidades mil 117 inmuebles restaurados, lo que representa 48% de avance; de los 692 paquetes de bienes muebles dañados, ya se han restaurado 104.
Del universo de inmuebles cuya restauración está a cargo del INAH, hay 656 aún en proceso y 567, fundamentalmente los de afectaciones más severas, en los cuales se continúan con los estudios y/o elaboración de proyectos de intervención.
Entre las acciones realizadas destacan la restauración del Templo de la Inmaculada Concepción de María, en Tepecoacuilco, Guerrero; el Santuario de Nuestro Padre Jesús de Tecalpulco, en Taxco, Guerrero; el retablo de la iglesia de San Nicolás Tolentino, en San Cristóbal de las Casas y el Templo Mayor de San Andrés Larráinzar, Chiapas. Así como la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y las capillas de San Sebastián y El Calvario en Tecamachalco, Puebla; el retablo lateral y pintura de la Virgen de la Luz, del Templo de San Juan Teposcolula, Oaxaca. En el estado de Morelos, uno de los más afectados, se concluyó la atención de la mitad del patrimonio cultural construido que resultó dañado por los sismos.
Adicionalmente, se conservaron 12 mil 336 bienes inmuebles y muebles por destino, arqueológicos e históricos. Destacan el Museo de El Carmen que, aprovechando la suspensión de actividades por el confinamiento, conservó 402 piezas de su acervo: pintura de caballete, escultura policromada, cuerpos momificados, mobiliario y cerámica; el Museo Regional de Querétaro conservó 840 piezas del acervo en exhibición de las salas permanentes. También se conservaron bienes arqueológicos como el Patrimonio Arqueológico e Histórico Sumergido en la Reserva de la Biosfera de Banco Chinchorro, Quintana Roo, y el Proyecto Ciudadela (exploración del Túnel Bajo el Templo de la Serpiente Emplumada en Teotihuacan). Asimismo, especialistas en restauración han acompañado a diversas comunidades, vía internet, con protocolos de conservación, en la reapertura a la nueva normalidad de sus templos.
El INAH también participa en la dictaminación de daños del patrimonio mueble de la iglesia de la Santa Veracruz, siniestrada en agosto pasado, y en la elaboración del proyecto para su intervención.
Como parte del mantenimiento al patrimonio cultural que lleva a cabo el INAH, a septiembre de este año se realizaron 2 mil 922 acciones preventivas y correctivas en museos, zonas arqueológicas y monumentos históricos abiertos al público. Destacan la actualización y reestructuración de guiones museográficos en museos de la red, las reaperturas del Museo de Tepexpan, en el Estado de México, y del Museo Regional de La Laguna, en Torreón, Coahuila.
Sobresale la impermeabilización del Museo Nacional de Antropología, donde también se realizaron acciones de limpieza y mantenimiento museográfico de las salas de exhibición, de modernización del sistema contra incendios y de actualización del centro de detección de intrusiones, además de dar mantenimiento mayor al estanque del patio central, el cual, por primera vez en 56 años, fue sometido a un mantenimiento mayor y en el cual se instaló un ajolotario con 158 ejemplares de este emblemático anfibio, endémico de la Cuenca de México.
En materia de protección técnica y legal del patrimonio, el INAH ha efectuado los dictámenes sobre el estado de conservación de inmuebles históricos y las supervisiones técnicas para las obras del Museo del Chocolate y del Antiguo Claustro de Jesús María, en la Ciudad de México; así como el proyecto de equipamiento ligado al Tren Maya.
En lo que concierne a iniciativas de difusión, se autorizaron 44 proyectos, entre los cuales puede mencionarse el XXI Encuentro Nacional de Fototecas y la XXXI Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) que, en esta ocasión, se desarrollaron de manera virtual.
En el caso de la FILAH, ingresaron 16 mil 895 internautas de México, Estados Unidos, Argentina, Perú, España, Colombia, Chile, Brasil, Italia y Alemania, generando un total de 198 mil 560 interacciones en la plataforma.
Es importante recordar que el Museo Nacional de Antropología, en diciembre de 2019, recibió a su visitante tres millones. En tanto, el Canal del INAH por YouTube, ese año llegó al suscriptor 100 mil. Además, el Consejo Nacional de Paleontología estrenó su micrositio. Ese mismo mes, México logró una nueva inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: “Procesos artesanales para la elaboración de Talavera de Puebla y de Tlaxcala, México, y la cerámica de Talavera de la Reina y Puente de Arzobispo, España”.
A partir de abril de 2020, con motivo del cierre de museos, se han organizado 13 exhibiciones en modalidad virtual, a través de las cuentas y las páginas oficiales del INAH y de la Secretaría de Cultura, entre ellas: Los archivos de la epidemia, Museo Regional de Historia de Aguascalientes; Memoria de Milagros. Exvotos mexicanos. Patrimonio recuperado; Trazos de Heroísmo. Colección de óleos del Museo Nacional de la Intervenciones; Los materiales en el patrimonio cultural edificado de Tamaulipas, 80 años tras la historia; El sello del panadero, el trigo y el pan de la ciudad de Puebla; La fuerza de la gente, en el sismo de Morelos; Guerrero, pueblo del jaguar-tecuani y Resonancias. A Cien años de la Bauhaus.
En exhibiciones en el extranjero, destaca la magna exposición Aztecas, que comenzó su viaje por Europa en septiembre de 2019, en el Museo Linden de Stuttgart, Alemania, donde fue visitada por cerca de 60 mil personas y donde quedó varada por la contingencia sanitaria hasta octubre de 2020, cuando pudo abrirse nuevamente al público en el Museo Etnográfico de Viena, en Austria. Asimismo, en París, Francia, fue inaugurada, también en octubre, Los Olmecas y las culturas del Golfo, en el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac, una exposición inédita para el público europeo que resume con más de 300 piezas cerca de tres mil años de historia.
A septiembre de 2020, el INAH contabilizó 6 millones 495 mil 377 visitas presenciales a museos y zonas arqueológicas; así como 4 millones 492 mil 945 visitas virtuales a su página web y ha llevado a cabo, de manera presencial, a través de las redes sociales y páginas oficiales de diferentes recintos, mil 146 eventos culturales y educativos, como talleres, conciertos, presentaciones artísticas, ciclos de cine y noches de museos. Asimismo, se han ofrecido diversos interactivos para el público infantil, juvenil y adulto, como rompecabezas, memoramas y materiales para descargar, imprimir y armar, disponibles en las páginas y redes sociales oficiales.
En materia de inclusión, el INAH presentó, el 13 de febrero pasado, el Observatorio de Museos “Raquel Padilla Ramos”, cuya labor es tomar acciones desde el ámbito cultural y museal para erradicar los estereotipos y la violencia de género.
Las acciones llevadas a cabo en este periodo dan cuenta de la labor institucional y el quehacer multidisciplinario que, con la suma de las vocaciones y experiencia de sus trabajadores, hacen posible que el INAH fortalezca su impacto social aun en el confinamiento, como lo marcan los ejes de trabajo de la Secretaría de Cultura.
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