Guillermo Pimentel Balderas
La militarización del país va “viento en popa” y se teme que para el 2024 sea un militar el postulado a la presidencia de la república. Posiblemente sea un marino. Hoy, la mayoría de las críticas y los golpes bajos los está recibiendo el mandamás del ejército.
El Almirante José Rafael Ojeda Durán (Semar) se está cuidando (o lo están cuidando) y es el General Luis Cresencio Sandoval González (Sedena), quien recibe las andanadas por los caprichos del presidente (AIFA, Dos Bocas y Tren Maya). ¿Olvídense de las “corcholatas”?
Me comenta el Capitán de Altura de la Marina Mercante Faustino Suarez Rodríguez que, así como va México, directo a su total militarización, es más que probable que sea un castrense el próximo “Jefe del Ejecutivo”. Menciona que ante la “miopía” de la mayoría de los legisladores (Diputados y Senadores), principalmente de Morena y afiliados, con las modificaciones a la Ley de Navegación y Comercio Marítimo y Ley de Puertos, se da la estocada final a la Marina Mercante.
“El pastel está hecho”, dijo y enfatizó: “Ojo, hay que decirle a AMLO que esto es lo mismo que un decreto por el cual un militar pudiera llegar a la Presidencia”. Y los legisladores: “en la baba”. Los Marinos Mercantes sienten que estamos “bajo la bota militar”.
Otras fichas
“¡Diputados culeros, no chíngen al obrero!”. Fueron varios líderes sindicales, entre ellos Isaías González Cuevas, de la CROC (asi como de la CROM, la Cocem, de los sindicatos mineros y telefonista, y de la UNAM), quienes amenazaron con tomar las calles y parar la ciudad, si no se cumplen sus exigencias.
Cerraron las puertas de la Cámara de Diputados y pidieron que se respete la minuta que fue aprobada y enviada por el Senado de la República, que establece que deberán ser 12 días continuos de vacaciones.
Los sindicalistas abuchearon a los diputados morenistas Ignacio Mier y Manuel Baldenebro, y al senador y líder cetemista Tereso Medina (del PRI), y los retaron a explicarles en persona el cambio a la minuta. Entonces, reculó Morena y asociados tras la ola de protestas de los trabajadores que todavía respingan, y se modificó.
El dictamen se enviará al Senado, donde se acordó darle celeridad al trámite para que sea aprobado y enviado al Ejecutivo antes del 15 de diciembre, fecha en que termina el periodo legislativo y entrará en vigor el 1 de enero de 2023.
Reinicia la “cacería”. Pues sí, como lo señala el PAN: se reinició la “cacería” contra enemigos del gobierno de la 4T. La Regenta de la ciudad ordena (¿y a la vez le ordenan a ella?) a la “autónoma” Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FG CDMX) girar una orden de aprehensión contra Christian Von Roehrich (diputado local y ex alcalde de Benito Juárez) por los delitos de uso ilegal de facultades y atribuciones, además de asociación delictuosa.
Pero, la ciudadanía se pregunta: ¿y Layda Sansores, Armando Quintero, Elizabeth Mateos, Víctor Hugo Romo, Carlos Estrada, Vidal Llerenas, Adrián Rubalcava, Francisco Chiguil, Clara Brugada, Patricia Ortiz, Raymundo Martínez, Patricia Aceves, José Carlos Acosta, Julio César Moreno, Mario Delgado, entre otros más que, a pesar de que se ha documentado en los medios informativos de sus fechorías, no son tocados por el brazo (¿protector?) de la justicia de la Fiscalía capitalina?
Dice el PAN que Shembaum fábrica acusaciones contra quien dirige la Junta de Coordinación Política del Congreso CDMX. “Esto es un ataque al poder legislativo, ordenado por la Jefa de Gobierno y orquestado por una Fiscalía sin autonomía”.
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