Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Diputados
La Secretaría General de la Cámara de Diputados, a través de la Unidad de Capacitación y Formación Permanente, en el marco del Servicio de Carrera, organizó la conferencia magistral “La guerra en Ucrania y su impacto global”, impartida por el historiador, geógrafo y escritor, Jean Meyer.
Al dar la bienvenida, el Director General de la Unidad de Capacitación y Formación Permanente de la Cámara de Diputados, León Aceves Díaz de León, señaló que, como servidores públicos de uno de los Poderes del Estado mexicano, “no podemos dejar de lado el análisis, desde diversos puntos de vista, de un conflicto armado de esta envergadura que no se veía desde hace décadas, que es amenazante en términos globales y con orígenes difíciles de comprender”.
Reconoció que el doctor Jean Meyer es un gran experto que “puede dar luz para tener una mejor comprensión de los orígenes del conflicto”, por lo que se ha planteado abordar algunos grandes trazos que explicarían la guerra actual, así como algunas de sus consecuencias más tangibles y preocupantes.
Explicó que, para la Federación Rusa, Ucrania como Estado nación no tiene una existencia legítima, y que ocupa un espacio de seguridad al que Rusia sostiene que tiene derecho y, bajo esa óptica, considera que ese territorio le pertenece.
Aceves Díaz de León mencionó que hay quienes opinan que desde que se disolvió la URSS, occidente ha brincado líneas rojas que explicarían o justificarían la invasión rusa a Ucrania; otros estiman que esa intervención militar atenta contra la soberanía y libre determinación del pueblo ucraniano.
“Hay quienes opinan que esta guerra, si bien aún no tiene un carácter mundial, al tratarse solo de dos los estados beligerantes, en realidad sí tiene un carácter globalizado, debido al involucramiento e intereses de muchos países y, sobre todo, por las consecuencias globales que ya tiene en términos geopolíticos, económicos, comerciales, militares y humanitarios”.
Agregó que no se puede obviar la pérdida de vidas humanas, los desplazamientos forzados, la destrucción de ciudades y pueblos, de infraestructura, de las mismas economías en conflicto que, como consecuencia de la guerra, ya tienen efectos devastadores.
Esta guerra puede ser más peligrosa por el uso de armas nucleares y llevar a una conflagración mundial.
En su conferencia, Jean Meyer afirmó que esta guerra va para largo y no se deben negar los riesgos, porque por definición, es imprevisible, “no sabemos qué giro puede tomar”, puede ser más peligrosa por el uso de armas nucleares y llevar a una guerra mundial. “Por eso se entiende que otros países tarden en entregar tanques, aviones y misiles que puedan pegar a Rusia.
Señaló que las consecuencias a largo plazo, tanto para el pueblo ruso como para el ucraniano, si bien son impredecibles, pueden ser terribles. Recordó que uno de los resultantes luego de la Primera Guerra Mundial, fue la instauración de regímenes totalitarios en toda Europa, como el fascismo, el nazismo y el bolchevismo.
“Temo por la frágil democracia ucraniana. En Rusia se perdieron las esperanzas, pero algunas personas desean que se vaya Putin, que caiga, pero si cayera, sería por un golpe de Estado, hecho por jóvenes militares enojados y mucho más duros que él”, destacó.
Indicó que el conflicto tiene que ver con un dilema de seguridad de Rusia y la voluntad de Ucrania por democratizarse y alejarse de las repúblicas soviéticas. “Lo grave es que eso nos distrae de otros problemas urgentes de la humanidad y el planeta: cambio climático, hambruna, migraciones, pobreza, salud, pandemia y falta de educación”.
Meyer explicó que esta situación tiene repercusiones económicas, comerciales, en las relaciones de Rusia y Ucrania con otros países, y la integración y acción de organismos internacionales, pero uno de los efectos inmediatos “no es una consecuencia geopolítica”, sino un desplazamiento forzado de cinco millones de mujeres, niños y adolescentes ucranianos refugiados fuera de su país.
Consideró que esta guerra es una ruptura histórica mayor, pero no se sabe hasta qué punto llegará, ni sus consecuencias, más allá de las geopolíticas. Expresó que se ignora qué es lo que terminó el 24 de febrero de 2022 y qué es lo que inició esa fecha; “la guerra es imprevisible, así como sus consecuencias y no es posible arriesgarse a hacer previsiones”.