El primer día de aplicación de la vacuna contra el SARS-CoV-2 en Naucalpan concluyó sin contratiempos en los cinco módulos habilitados de manera coordinada por autoridades municipales, estatales y del Gobierno de México.
En esta primera jornada se aplicaron 20 mil 417 dosis a adultos mayores de 60 años, quienes permanecieron en los puntos un tiempo promedio de 30 minutos.
El Parque Naucalli fue la primera sede en aplicar las dosis. A las 7:30, una hora y media antes de lo previsto, comenzó la jornada. Antes de arrancar con la aplicación, en los módulos se cantó el Himno Nacional.
En este punto, la Alcaldesa Patricia Durán Reveles realizó recorridos para supervisar la organización, conversó con las y los adultos mayores e informó que la Administración Municipal adquirió refrigeradores para garantizar la conservación de las dosis.
“Estamos muy contentos por haber recibido las vacunas del Gobierno de México, también decirles que hemos adquirido toda una red de frío para que las vacunas estén en perfectas condiciones, para que ustedes tengan esa tranquilidad.”, aseveró.
En el Parque Naucalli se inoculó a 8 mil 70 naucalpenses. Ahí acudió la vecina de la colonia Nueva San Rafael, Isabel Castillo Aguilar, quien sobrevivió al COVID-19. Contrajo la enfermedad a mediados del año pasado y estuvo internada un mes. El personal de salud no le daba muchas esperanzas de vida e iban a intubarla, sin embargo, superó la infección y, aunque ahora tendrá que usar tanque de oxígeno de por vida, dijo estar agradecida por esta segunda oportunidad.
“Todo el mes estuve bocabajo, nada más me enderezaba para comer o bañarme, porque me bañaban en la cama, pero hubo un médico muy bueno que les dijo a los doctores que me sentaran tantito para ver si saturaba, me levantaron y empecé a saturar más, subió de 84 a 97 mi saturación de oxígeno.
“Estábamos esperando, siempre veíamos las noticias para ver cuándo nos tocaba a nosotros. Estar vacunada para mí es una gran esperanza”, comentó la ciudadana de 63 años.
En la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes se habilitó un módulo de inmunización que atendió a los naucalpenses desde sus automóviles. En el sitio se aplicaron 4 mil 59 dosis.
Jaime Cardona, de 62 años, era una de las personas que tenían miedo de vacunarse, sin embargo, al ver la organización y el trato del personal, accedió a recibir el biológico e invitó a la ciudadanía a inmunizarse.
“Yo los invito a que vengan en grupos de cuatro, para aprovechar que este módulo es en automóvil. Fue muy cómodo y está muy bien organizado”, dijo.
Para la logística en los cinco puntos de Naucalpan, 600 servidores públicos de la Administración municipal participaron en la jornada con orientación y asistencia a personas con movilidad reducida. En el módulo instalado en la colonia Loma Colorada, 2 mil 150 personas de la tercera edad se inocularon.
Para Felipe Albarrán Ocampo, de 61 años de edad, esta jornada es un alivio, pues este año se contagió de COVID-19 junto con su esposa, sus dos hijas y sus dos yernos. Felipe fue el más afectado, estuvo hospitalizado 13 días en los que luchó por vivir y ahora debe usar tanque de oxígeno por tiempo indefinido. Su esposa aún no cumple los 60 años, así que él es el primer miembro de su familia en ser inyectado.
“Me siento bien, dicen que a lo mejor podemos tener reacciones leves, pero yo me siento bien, la atención fue buena, no me tardaron”, indicó.
En San Mateo Nopala se inocularon 3 mil 112 naucalpenses, uno de ellos Javier Morales, vecino de la colonia Casas Viejas, quien recomendó a todos los adultos mayores seguir cuidando su salud después de vacunarse.
“Hay que seguir cuidándonos, no porque nos hayan puesto esta vacuna ya queramos salir a destramparnos, como dicen por ahí. Junto con mi esposa pasamos la cuarentena encerrados, pedimos las cosas por teléfono y nos las ponen en la puerta de la casa, no salimos para nada”, señaló.
En el Deportivo Benito Juárez se inmunizó a 3 mil 26 habitantes de 41 colonias aledañas.
Don Leopoldo Bram perdió hace 5 años la visión y las piernas por una complicación de diabetes. Con la pandemia no había de casa. Su hijo, Fernando Bram, lo trajo en silla de ruedas desde Progreso, la colonia donde viven. Para ellos, el biológico representa esperanza.
“Hasta ahora todo ha salido bien. Lo traje y me pasaron luego luego. Ahora estamos esperando a que lo vacunen, pero ya es un alivio. Vamos a poder salir otra vez”, dijo.
El suyo es uno de los miles de casos de adultos mayores que tienen esperanza en que pronto superaremos la pandemia.