Por Nidia Sánchez
Ciudad de México.- Un espacio es necesario este luminoso domingo para acudir a votar en esta amplia geografía. Al despertar el 2 de junio cada ciudadano tendremos nuestras actividades, un día de trabajo, acaso descanso o dedicado a la familia.
Es un ejercicio responsable, porque seremos parte de la gran decisión para elegir a quien estará al frente de la presidencia de la república; 128 senadurías; 500 diputaciones federales; 8 gubernaturas; 1 jefatura de gobierno; 1,098 diputaciones locales; 1,802 presidencias municipales. Se trata de una jornada memorable en la que implícitamente se eligen sindicaturas, regidurías, concejalías, presidencias de juntas municipales, regidurías de juntas municipales, sindicaturas de juntas municipales y presidencias de comunidad.
Se asoma la posibilidad de tener por primera vez en la historia una presidenta en nuestro país, además de que ha sido un logro, si no es que una hazaña, la presencia de más mujeres encabezando candidaturas, como Xóchitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo, la presencia siempre masculina dirigiendo el destino de nuestro país como una constante, ha visto por primera vez un viraje.
Cuántos de nosotros haremos un alto para recordar las clases de historia y a los personajes que han pasado por los gobiernos en los estados y en la presidencia de la república. Es necesario hacer un alto, reflexionar e intentar observar objetivamente los sexenios de los que hemos sido testigos (dependerá de nuestra edad).
Quizá pueda ayudarnos haber navegado entre autores contemporáneos que han escrito sobre la historia de nuestro país y los hechos aciagos en distintos tiempos.
Lo cierto es que cada ciudadano debimos haber tenido un acercamiento con los candidatos, más allá de la propaganda que hasta hace algunos días nos entregaron en trípticos y hojas sueltas, con las imágenes impresas de las y los candidatos, una síntesis de sus propuestas, invitando a votar.
Ojalá ahora que la información se puede tener a la mano en cualquier momento, y a través de distintas plataformas, además de los discursos en sus cierres de campaña y de lo masivo que fueron los debates a las gubernaturas y a la presidencia de la república, todos los mexicanos en edad de votar vayamos a las urnas, y no dejar de ejercer este derecho que lleva en sí mismo una responsabilidad, que en otros países no es posible, sea porque están en guerra o son países ocupados y sus ciudadanos viven desplazados.
Pensemos en los sexenios más recientes, lo que ha ocurrido en nuestro México, cómo ha cambiado, y por qué ha cambiado, hacia qué rumbo vamos y en qué lugar nos encontramos.
Es escalofriante que candidatos y candidatas de distintos partidos políticos fueron asesinados, otros resultaron heridos y algunos amenazados durante el tiempo de campañas. Esto revela o habla de la situación por la que atraviesa México y que nos hace un llamado urgente para acudir el 2 de junio a votar, porque es evidente que no solo ellos son vulnerables, podría extenderme en el tema de crímenes, feminicidios, desaparecidos, narcotráfico, inflación, deuda, ambulantaje, la injusticia, y tanto que merece la atención.
Ante un panorama que podría presentar brotes de violencia en algunas regiones durante la jornada electoral, corren tiempos difíciles para los mexicanos que vivimos en este país, lo suficiente para comprender que tenemos un deber este 2 de junio: Ejercer el voto.