· La tecnología está dirigida a técnicos y agricultores de pequeña escala para obtener mayores ganancias económicas de las ventas y, a su vez, ofrecer productos frescos y más sanos a los consumidores, destacó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
· En Morelos se cosecharon en promedio 448 hectáreas de jitomate en invernadero durante el periodo de 2018 a 2022.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), desarrolla un paquete tecnológico dirigido a agricultores de pequeña escala para incrementar la producción y la calidad del jitomate orgánico bajo cubierta.
La tecnología está dirigida a productores que cuentan con alguna unidad productiva en el trópico o la zona de clima templado, dispongan de invernadero o malla sombra, planten en el suelo y tengan conocimientos básicos de nutrición y fisiología de la planta, detalló.
Resaltó que la innovación dará la oportunidad de obtener mayores ganancias económicas de las ventas y, a su vez, ofrecer productos frescos y más sanos a los consumidores.
Los especialistas del Centro de Investigación Regional Pacifico Sur (CIRPAC) del INIFAP, Jorge Miguel Paulino Vázquez Alvarado y Sergio Gavino Ramírez Rojas, señalaron que es necesario elegir con cuidado el lugar y la época de producción para proporcionar condiciones mínimas de desarrollo a la planta de la hortaliza.
Cuando esto se dificulta, indicaron, lo conveniente es recurrir a las estructuras cubiertas –invernadero o malla sombra– y aplicar manejo agronómico.
Y para tener un cultivo sano, vigoroso y con alta producción, comentaron que los productores deberán contar con una plataforma sólida, es decir, la infraestructura, el agua, el sistema de riego, y el suelo deben ser adecuados y estar previamente preparados para el cultivo. Advirtieron que un suelo desbalanceado provocará problemas de nutrición y desórdenes fisiológicos.
Orgánicos, hortalizas con mayor rentabilidad
Vázquez Alvarado y Ramírez Rojas destacaron que la rentabilidad puede ser superior cuando el producto es ofrecido a un mayor precio, pues cuenta con una inversión en el cambio tecnológico, certificación y búsqueda de clientes que valoren este producto.
Además, refirieron que la tecnología permite disminuir los costos porque pueden emplearse insumos baratos y de fácil disponibilidad, como la composta o el estiércol, o porque la producción, la multiplicación de microorganismos y la preparación de vegetales y minerales la pueden realizar los propios productores.
Agregaron que la comercialización a mayor precio y la reducción del costo de los insumos también se pueden lograr mediante la formación de asociaciones de productores.
Morelos, entidad con mayor potencial para producir jitomate orgánico
La producción de jitomate orgánico es una ventana de oportunidad debido a su alta demanda en la cocina mexicana, alta calidad nutricional y porque se ha descubierto que el licopeno –presente en el fruto– constituye un antioxidante de efectos anticancerígenos que disminuye la metástasis en cáncer de próstata y reducción de las neoplasias en el género masculino.
De acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON) de Agricultura, los agricultores de Morelos cosecharon en promedio 448 hectáreas de jitomate en invernadero durante el periodo de 2018 a 2022.
En la producción de la hortaliza se reportó un rendimiento medio de 230 toneladas por hectárea y un valor de producción promedio de 807.3 millones de pesos.
Del total de la superficie, 3.1 hectáreas fueron de jitomate orgánico. Ello convierte a estas hectáreas de cultivo bajo invernadero en potenciales para la producción orgánica.
En la entidad, agregó la Secretaría de Agricultura, la producción orgánica bajo cubierta es una gran oportunidad para aumentar la comercialización de Morelos hacia la Ciudad de México. La razón es porque la población de la capital del país consume preferentemente alimentos inocuos y, por ello, están dispuestos a pagar un mejor precio.