Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Diputados
El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 481 votos a favor, el dictamen con proyecto de decreto que reforma la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), a fin de que se promueva una cultura de paz.
El dictamen que modifica la fracción II del artículo 3 Bis de dicho ordenamiento legal, remitido al Senado de la República para sus efectos constitucionales, precisa que el Instituto Mexicano de la Juventud en la definición e instrumentación de la política nacional de juventud, deberá promover una cultura de paz.
El documento señala que la cultura de paz vista desde los derechos humanos es un enfoque que busca fomentar un conjunto de valores, actitudes, comportamientos y prácticas que promuevan la paz, la no violencia y el respeto por los derechos humanos en todas las esferas de la sociedad.
Detalla que la educación en una cultura de paz para las juventudes es de vital importancia, debido a que influye en su desarrollo y en la construcción del futuro de la sociedad. Subraya que las personas jóvenes representan una parte significativa de la población y son el pilar de las generaciones venideras. Al educarlos en una cultura de paz, se promueve la creación de una sociedad más tolerante, respetuosa y solidaria, lo que contribuye a la prevención de conflictos y a la reducción de la violencia en el presente y en el futuro.
Resalta que la etapa de la juventud es un periodo crucial en la formación de la identidad personal y la adopción de valores y actitudes. Al brindarles una educación que fomente la paz, se les ofrece un marco ético y moral que los empodera para tomar decisiones responsables y positivas en sus vidas. Además, enseña habilidades de resolución pacífica de conflictos, comunicación efectiva y empatía, que son fundamentales para su crecimiento emocional y social.
La educación en una cultura de paz, afirma, también contribuye a prevenir la violencia juvenil y el reclutamiento en actividades delictivas o grupos violentos. “Al brindarles alternativas constructivas y fomentar su desarrollo integral, se reducen las posibilidades de involucrarse en conductas negativas”.
La diputada María Isabel Alfaro Morales (Morena), promovente de la reforma, explicó que con ella se establece como principio de la política pública de juventud la cultura de paz, “recordando que este principio fue definido en julio de 1989 por la Unesco, como los valores universales del respeto a la vida, la libertad, la justicia, la solidaridad, la tolerancia, los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres”.
Resaltó que la cultura de la paz representa el máximo valor para el entendimiento y la convivencia de las personas que habitan una comunidad o un país.
La construcción de una cultura de paz y desarrollo sostenible es, dijo, uno de los objetivos transversales en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que vincula la educación para los derechos humanos, las competencias en materia de relaciones pacíficas, la buena gobernanza, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.
“Debemos redoblar esfuerzos ante las manifestaciones de violencia en las aulas, en los hogares, en los entornos de nuestras juventudes, donde cada día se normalizan más los actos brutales de violencia desmedida”, puntualizó.