Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Senadores
La presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, consideró que las mujeres no deben olvidar que el poder se ejerce con humildad, al servicio de la gente, de los grupos más vulnerables y pobres, pero, sobre todo, para las mujeres que enfrentan mayor desigualdad.
Expresó que “no por haber tenido ya el derecho a la paridad se ejerce la paridad en el poder”, pues persisten los obstáculos para desempeñar las funciones o administrar los recursos en los cargos de toma de decisiones.
Además, enfatizó la legisladora, es necesario profundizar la democracia para que, a las regidurías, presidencias municipales, gubernaturas, diputaciones y senadurías “lleguen las más preparadas, las más capaces, las mujeres que se merezcan esos espacios”.
Se trata de una deuda que todavía tienen que “facturar” los partidos políticos, enfatizó Ana Lilia Rivera en la conmemoración del “70 Aniversario del Voto de las Mujeres en México, que se llevó a cabo en la Cámara de Senadores, el pasado 23 de octubre.
“Sería muy frívolo y banal festejar sólo a quienes hoy ocupamos un espacio, gracias a la lucha de otras, porque si estamos aquí es por las que lucharon antes de nosotras, por las que luchan y por las que lucharán”.
En este sentido, la legisladora hizo un llamado para que las que ejerzan el poder no permitan la simulación, la frivolidad, el sometimiento, la subordinación ni la corrupción. Además, destacó la importancia de aprobar la Ley de Cuidados, pues no es justo que sólo las mujeres tengan que cuidar a los enfermos, a las personas con discapacidad o las de la tercera edad.
Dijo que también es necesario avanzar en los derechos de las personas de la diversidad sexual, de las niñas y niños que siguen siendo explotados sin misericordia por la trata de personas.
“Hay que ir por las que no están aquí; por las trans, por las mujeres que en la diversidad pelean todavía sus derechos; hay que ir por las niñas y por los niños que en la trata siguen siendo explotados sin misericordia”.
Además, consideró indispensable acabar con las brechas salariales, porque no puede ser que por el mismo trabajo que realizan los hombres, las mujeres reciban menos salario.