Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Diputados
El Espacio Cultural San Lázaro, que dirige Ismael Carvallo Robledo, llevó a cabo la presentación del libro “Ignacio Manuel Altamirano. Obra política y literaria” (2023), publicado bajo el sello de la editorial de la Cámara de Diputados.
En el evento, realizado en el Salón Legisladores de la República, la diputada Gabriela Sodi (PRD) y el diputado Brasil Alberto Acosta Peña (PRI), integrantes del Consejo Editorial, destacaron la labor de esta instancia legislativa para seleccionar y publicar las obras que contienen discursos y pensamientos históricos que se han debatido en la tribuna del Legislativo.
La diputada Sodi comentó que en la actual Legislatura se ha logrado que los textos publicados por la Cámara de Diputados ya se encuentren en las ferias de libros nacionales e internacionales y que, por primera vez en la historia de la Cámara de Diputados, “podemos hacer difusión y presentar al público lo que este órgano del Poder Legislativo hace en materia de cultura”.
“Es necesario que las nuevas generaciones conozcan quiénes son nuestros personajes, que los leamos y sepamos por qué formamos la nación que somos, cómo es que tenemos está forma de vivir, de ser nacionalistas, de ir al Zócalo, de hacer identidad, y que gran parte viene de síntesis de los pensamientos del siglo XIX”, externó.
El diputado Brasil Alberto Acosta Peña (PRI) encomió la labor del Espacio Cultural San Lázaro para promocionar la cultura y celebró que el Consejo Editorial hay aprobado la publicación del libro, porque aborda la vida y obra de Ignacio Manuel Altamirano, a quien consideró como un modelo de ciudadano ideal que luchó y trabajó para construir una patria más justa.
Asimismo, citó una de las frases de Ignacio Manuel Altamirano que dice: “el pueblo culto será rey; ignorante, vivirá siempre bajo una vergonzosa tutela”, en otras palabras, dijo, “si no educamos al pueblo, será gobernado de manera vergonzante, pero si el pueblo se educa tendrá luz y, entonces, será capaz de muchas cosas, no se dejará gobernar por clases políticas que gobiernan en su nombre y lo aplastan”.
Por su parte, Aquiles Celis Córdova, doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al hacer una relatoría biográfica de Ignacio Manuel Altamirano, destacó pasajes y hazañas de este personaje que fue militar, periodista, abogado, político, diputado, docente, diplomático y novelista.
Comentó que Altamirano nació en cuna indígena humilde en Tixtla, Estado de México, en 1834, en un contexto donde el credo político dominante de ese México independiente era el liberalismo, tanto moderado como radical; “en este contexto fue que nació, creció y se desarrolló”.
Aprendió el español cuando tenía 14 años y, posteriormente, se volvió políglota. En 1850 consiguió una beca para poder estudiar y después ingresó a la carrera de Jurisprudencia, pero a los 19 años abandonó sus estudios para enrolarse en el Ejército Restaurador de la Libertad para combatir al gobierno de Antonio López de Santa Anna.
Celis Córdova apuntó que fue en esa parte de su vida cuando Altamirano coincidió con Benito Juárez y, a la postre, se convirtió en una de los principales críticos del gobierno juarista “al extremo de pedirle que renunciara porque lo consideraba incapaz de llevar el destino de la nación”.
Sobre este asunto, el director del Espacio Cultural, Ismael Carvallo, señaló que la historia muestra que ha habido antagonismos entre personajes ilustres, y “no hay que rehuir de ellos, porque es ahí donde iluminan las cuestiones fundamentales, donde los límites aparecen y donde las sociedades se fortalecen; como decía Maquiavelo: las sociedades maduran donde se da el conflicto”.
Para abundar en la relatoría biográfica, Abel Pérez Zamorano, doctor en Desarrollo Económico por la London School Economics, aseveró que Ignacio Manuel Altamirano es producto de su época y al mismo tiempo artífice de su época, las dos cosas a la vez.
“Cada época genera los hombres que necesita; si vemos dialécticamente la relación entre los grandes hombres y la época, las épocas hacen a los hombres que necesitan para cambiar las circunstancias, y esos hombres hacen a su época”, dijo.
Subrayó que Altamirano abandonó sus estudios para ir a servir a su patria cuando ésta estaba en llamas, lo cual es un gesto que debe de subrayarse, porque no se aferró a terminar sus estudios, obtener su título, encerrarse y luego salir a ver qué dinero ganar. “Fue un alma generosa y desprendida de sus intereses personales que se enorgullecía de no haberse enriquecido con el erario”.
Refirió que Juárez lo nombró coronel porque reconoció su mérito y talento militar, a pesar de las discrepancias político- ideológicas que había entre los dos.
Indicó que, como diputado, fue un orador con elocuencia, y como periodista, una pluma de crítica que estuvo en la primera línea de fuego. “Comunicó sus ideas, no las guardó en la caja craneana, fue un hombre de pluma y hombre de espada”.
Finalmente, destacó que en los tiempos actuales la patria mexicana necesita jóvenes como Ignacio Manuel Altamirano, “hoy México necesita de muchos Altamiranos”.