Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/Cámara de Diputados
La Secretaría General de la Cámara de Diputados, la Dirección General de Servicios a Diputados, la Dirección de Servicios Médicos y la Unidad para la Igualdad de Género realizaron el conversatorio “Enfermedades piscosociales de las enfermedades de la tiroides”, con la finalidad de informar y sensibilizar sobre este padecimiento crónico, en el marco del Día Mundial de la Conciencia sobre Cáncer de Tiroides, que se celebró el 24 de septiembre.
La titular de la Unidad para la Igualdad de Género, Yuriria García Núñez, expresó que el conversatorio fue para que las y los trabajadores de la Cámara de Diputados estén en mejores condiciones, no solo en la parte laboral, sino en su salud física, emocional y mental.
Dijo que es vital conocer de qué forma las personas con enfermedades de tiroides viven su día a día, se puede ser empáticos con ellas y ayudarlas, ya que, en ocasiones, “el día se ve mermado y no se nos entiende qué nos pasa”.
Verónica Hernández Cerón, psicooncóloga de la Unidad para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, argumentó que la glándula tiroides controla todo el movimiento hormonal y afecta todos los órganos del cuerpo, y cuando se convive con una persona con la enfermedad, es complicado porque los cambios emocionales no los entiende ni los acepta.
En muchas ocasiones, subrayó, las enfermedades de la tiroides son invisibles, porque no se diagnostican y, en ocasiones, a los pacientes con hipotiroidismo se les dice que tienen trastorno de bipolaridad, dada la excarceración de carácter cuando es hormonal; se debe aprender a convivir con la enfermedad crónica.
La directora de la Asociación de Pacientes Cáncer de Tiroides México (AMeCAT), Claudia Figueroa, consideró necesario sensibilizar a la población sobre los problemas de tiroides y algún tipo de cáncer de tiroides, así como fomentar la cultura de prevención respecto a los problemas y las afectaciones que generan.
Se calcula que el 10 por ciento de la población mundial tiene problemas de tiroides, principalmente hipotiroidismo, sin ser diagnosticado, mientras que el cáncer de tiroides tiene una incidencia alta en los últimos años, aunque su mortalidad es muy baja.
Por ello, dijo, no se pone mucha atención, porque son entre dos mil o tres mil casos al año, si bien va creciendo la incidencia y la mortalidad es baja. De ahí, la importancia de sensibilizar sobre el tema y emprender actividades de empoderamiento para el paciente.
La tiroides, relató, es una glándula pequeña en forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Su función principal es producir las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), las cuales ayudan al cuerpo a utilizar la energía, mantener la temperatura corporal y contribuyen a que el cerebro, el corazón y los músculos funcionen adecuadamente.
El hipotiroidismo, expuso, es cuando la tiroides produce menos de T3 y T4; por ello, hay fatiga, aumento de la sensibilidad al frío, piel seca, estreñimiento, aumento de peso, hinchazón de la cara, ronquera y debilidad muscular.
Añadió que en el hipertiroidismo es lo contrario pues la glándula trabaja de más, generando nerviosismo excesivo, insomnio, palpitaciones, cansancio, sudoración, mala tolerancia al calor, temblor de manos y pérdida de peso.
Subrayó que la enfermedad tiroidea pueda afectar el estado de ánimo y entre los síntomas más comunes está la ansiedad y la depresión; “mientras más grande sea el padecimiento más graves son los cambios en el estado de ánimo”.