Por: Arturo Paz, reportero de Nuevo México Plural/H. Cámara de Diputados
En mensaje ensaje pronunciado por la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, en la sesión de Congreso General, señaló.
Uno de los rasgos distintivos de la historia mexicana contemporánea es el relevante peso democrático que el Congreso de la Unión tiene dentro de nuestro sistema constitucional.
Esta significación política se expresa, fundamentalmente, a través de la producción normativa por la que se ajusta y actualiza el orden jurídico mexicano, pero también por medio del control parlamentario sobre la acción gubernamental.
Estas dos grandes modalidades constitucionales de la función legislativa se realizan en intensos debates como los del día de hoy, donde concurren las fuerzas políticas que representan tanto a la nación como al pacto federal.
Esta densidad democrática del Poder Legislativo Federal es una buena señal para la República, pues ninguna democracia en el mundo se ha constituido y fortalecido al margen del Parlamento.
Los trabajos legislativos, que hoy inician en este tercer año de ejercicio constitucional, tendrán esos parámetros: ser escrupulosos fiscalizadores, ser respetuosos de la gestión gubernamental para fortalecer la rendición de cuentas y ser, también, agudos revisores de nuestro sistema legal, para que responda a las exigencias y necesidades de la sociedad mexicana.
Nosotros, los representantes populares, tenemos esa obligación. Las constantes de estas funciones serán el debate intenso, pero también con la obligación de hacerlo respetuoso, pero también la crítica constante, sustentada en la racionalidad del argumento y de un irreductible compromiso con la más elevada causa que motiva a esta representación política, que es la causa de México.