José Manuel Recillas en la cultura
Por Nidia Sánchez
La vida en rosa
Un restaurante cercano al Palacio de Bellas Artes fue el escenario del encuentro con el poeta, ensayista y traductor mexicano José Manuel Recillas, Premio Nacional de Ensayo Crítico “Evodio Escalante” 2016, y presidente de la Academia Mexicana de Poesía, A.C. (AMP); con una agenda cultural completa, nuestro invitado de hoy nos detalla sus proyectos más ambiciosos: el Festival de Poesía Manuel Andrade 2023, además, la primer Biblioteca de Poesía en México.
José Manuel Recillas, nuestro destacado invitado, a quien le fue ortorgada La Cátedra Sergio Pitol en 2012, es autor de las obras La ventana y el balcón (1992), ensayos Aproximaciones al expresionismo (2004), El sueño del alquimista, entre otros títulos que serán materia de otra enriquecedora entrevista sobre su brillante trabajo como poeta y traductor.
Entre sorbos de café, el multipremiado escritor Recillas, originario de la Ciudad de México, se toma el tiempo para narrar lo que ha ocurrido en los últimos años, proyectos a los que se ha dedicado de lleno, tiempo en el que también ha sido un observador meticuloso.
Reflexivo, toma la palabra y nos adentra a su territorio.
“De alguna manera, cuando tienes más de tres décadas de trayectoria todo lo que haces es el fruto de esos años dedicados a las letras”, nos revela.
El Festival de Poesía Manuel Andrade 2023 -del que lleva toda la organización-, es uno de los proyectos de difusión de la poesía que surgió de las conversaciones iniciales en la Academia Mexicana de Poesía cuando Manuel -su amigo, poeta entrañable- estaba con vida.
“Se llevará a cabo las primeras dos semanas completas de septiembre, con 22 de los mejores poetas vivos del país, tendrá como sede la Casa del Poeta Ramón López Velarde, en la avenida Álvaro Obregón, colonia Roma, Ciudad de México”.
Sereno y visionario, agrega: “No es una exageración que podamos llamar a este Festival de Poesía Manuel Andrade, como el evento literario del año, se ha hecho una especie de curaduría”.
Nuestro poeta, añade el rigor que esto implica: “Tú no puedes improvisar un Festival de Poesía si nadie te conoce, si nadie sabe quién eres, si no tienes una trayectoria mínima, pública, que conozcan los colegas a quienes estás invitando, podrías tener la suerte de invitarlos, pero no es tan fácil que acepten”.
“Este festival es un trabajo que requiere muchísima energía, más tiempo del que uno se imagina, porque no tenemos gente externa que nos apoye, todo se hace al interior de la AMP. Idealmente habría que hacer un presupuesto de cuánto costaría hacer esto si hubiera dinero, de momento lo estamos haciendo con mucho gusto”.
“Nosotros queremos demostrar que se puede y habiendo hecho el trabajo, poder decir a las instituciones culturales del país, que estamos llevando a cabo proyectos y con recursos financieros del estado o institucionales podremos hacer todavía más, es algo que se debe hacer”.
“A raíz de la muerte del poeta Manuel Andrade (2017), y la pandemia, nos obligó a buscar formas nuevas de desarrollar proyectos, y el primero que realizamos es: “El altar virtual poético”, que se puede ver a través de la plataforma youtube, y que fue una invitación hecha a un grupo de colegas para que leyeran a un poeta que hubiera fallecido recientemente para honrar su memoria”.
“Posteriormente, colaboramos con la Dirección de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, en varios proyectos virtuales sobre el Homenaje a Ramón López Velarde, hace dos años, cuando se cumplió el centenario del poeta nacional”.
En los años recientes, nos revela nuestro invitado, entró de lleno al conocimiento para hacer lo que con facilidad realizan las generaciones más jóvenes, el manejo de redes sociales, crear contenido a través de distintas plataformas, elaborar carteles, todo para promover proyectos de poesía y culturales.
Cátedra Manuel Andrade
“Decidimos crear la Cátedra Manuel Andrade (poéticas contemporáneas), un proyecto que abarca todas las actividades que estamos haciendo; la Academia Mexicana de Poesía se propuso hacer a partir de este año conmemorando los cinco años de fallecimiento de Manuel Andrade, un proyecto para invitar a poetas a que den una conferencia magistral sobre algún tema de su interés, y ya se inauguró esta cátedra que marca todo lo demás, la cual cada viernes estrena un “poe-video”, hecho especialmente con una cortinilla y su rúbrica sobre un poema leído por un poeta mexicano vivo, y, en algunos casos, de poetas mexicanos fallecidos, se estrena uno por semana, y este proyecto está enmarcado en uno de los objetivos de esta Academia que es promoción de la poesía”.
“Tuvimos la fortuna de que se abriera un espacio radiofónico en una estación cultural del estado mexicano, OPUS 94, que pertenece al Instituto Mexicano de la Radio (IMER), donde tengo el espacio “Escrito con música”, cápsulas de tres minutos los días lunes, miércoles y viernes, a las 10 de la mañana, con repetición a las 16:00 horas en la misma estación, que puede sintonizarse vía internet en la página del IMER o en una radio tradicional”.
El salón de la poesía mexicana
“Abrimos un espacio, que es la primera vez en la radio, dedicado también a la poesía que se llama: “El salón de la poesía mexicana”, en donde una vez al mes brindamos un espacio para que un poeta mexicano con un mínimo de 35 o 40 años de trayectoria se presente a leer poemas suyos ante el público de la estación, ya hemos transmitido tres de estos programas, el primero lo inauguró el poeta y editor Juan Manuel Mendiola, en el segundo programa tuvimos al poeta Eduardo Hurtado, el tercero José María Espinasa, editor y ensayista, en el cuarto estará Kyra Galván, poeta y traductora. El programa tiene una duración de una hora y el poeta tiene la libertad exponer su poesía como él lo considere necesario y a veces hay un diálogo entre el invitado y el anfitrión José Manuel Recillas, lo que más importa es que se escuche la voz del poeta”.
Academia Mexicana de Poesía
“El proyecto de la Academia Mexicana de Poesía es el fruto de algo que solamente comienza a venirle a uno a la cabeza cuando tienes cierta edad, cierta trayectoria, porque cuando uno empieza (en las letras) en lo que piensas es en ti mismo…, eres tú en lo individual”.
“La Academia Mexicana de Poesía, A.C., surge en 2016 producto de una inquietud personal, decidí convocar a un grupo de poetas y amigos para llevarlo a su primera etapa de desarrollo, crear un espacio donde se difunda la poesía y la preservación de archivos bibliográficos de diversa índole”.
“El proyecto inició a partir de una serie de conversaciones que tuve con Manuel Andrade, poeta mexicano con el que tuve una relación muy cercana, un hombre brillante, con muchísimas ideas y prácticamente todo lo que está haciendo la Academia Mexicana de Poesía, en estos momentos, y a partir de este año, surgió de conversaciones y luego de proyectos formales platicados en reuniones con integrantes de la AMP”.
“Esta Academia la fundamos Manuel Andrade, su esposa, también forman parte la poeta mexicana Roxana Elvridge-Thomas, la editora mexicana Rebeca Ocaranza Bastida y otros amigos que por distintos intereses ya no están en este momento”.
“En la actualidad tenemos como producto de recuperación o protección de archivos bibliográficos, la biblioteca de la poeta mexicana Iliana Godoy, quien falleció en diciembre de 2017, que nos donó su familia, además, tenemos una parte muy considerable de mi propia biblioteca, donada, tenemos el archivo del poeta mexicano Juan Bautista Villaseca, al que empecé a rescatar incluso antes de que existiera el proyecto de la Academia, recuperé archivos manuscritos, mecanoscritos y fotográficos de él”.
La muerte de escritores y poetas
“Mucho antes del proyecto de la Academia comencé a ver, se me hizo muy evidente que se estaban yendo todo un grupo de escritores y poetas de cierta edad, y la toma de conciencia de esa finitud humana me ocurrió cuando murió Carlos Montemayor, creo que ahí fue cuando por primera vez, no porque antes de él no murieran, me tocó ver la partida de Octavio Paz, de Carlos Monsiváis, me afectó mucho la muerte del que considero mi maestro y por quien me volví escritor que fue Ricardo Garibay. De repente, en algún momento, que fue cuando falleció Carlos Montemayor, tuve conciencia de este partir de los escritores, y la pregunta que me hice es: ¿Qué pasa con sus archivos, con su biblioteca, con la experiencia de toda una vida dedicada a las letras?”.
“Fue a partir de esta conciencia y una serie de visitas a Morelia, cuando se me aclaró el panorama por instancias de un amigo abogado, llegó la idea de crear la Academia Mexicana de Poesía y saber lo que pasaría con la biblioteca de los escritores cuando fallecen. A veces es una carga para las familias porque en ocasiones tienen muchísimos libros y en las casas y departamentos actuales no tienen un espacio para esas bibliotecas, generalmente las familias de los escritores no son gente que lea, y menos poesía”.
“Empecé a ver que algunos colegas sobre todo cercanos a mí, también fallecieron, a raíz de esas ausencias surgió este proyecto cuyo único interés es la protección de esos libros, de esos acervos y crear proyectos una vez que tengamos una sede para crear estudios sobre esos libros en concreto, sobre esas bibliotecas, pero también para crear la primer Biblioteca de Poesía en México, que de ahí viene la idea un poco, una antología que hicieron Carlos López Beltrán y Pedro Serrano, en el prólogo de esa antología sobre poesía mexicana señalaban la necesidad de que es increíble que en un país de tantos poetas no haya una biblioteca de poesía, todos estos elementos que te acabo de mencionar confluyeron en la idea de crear una institución que preserve las bibliotecas más allá del prestigio de los autores”.
“La biblioteca de Carlos Montemayor está conservada por el extinto Conaculta ahora Secretaría de Cultura, porque era Carlos Montemayor, tenía un nombre y prestigio, lo mismo pasa con la biblioteca de Octavio Paz, que ahora forma parte de la Casa Marie José y Octavio Paz, lo mismo ocurrió con la biblioteca de Alí Chumacero, de escritores que tienen prestigio, pero, ¿qué pasa con todos los demás escritores que no tienen ese escaparate o fama que somos la mayoría?, hay un montón de bibliotecas de colegas que yo no sé qué ha pasado con ellas, por ejemplo, de una amiga poeta su biblioteca terminó en la Universidad de Querétaro. Nos habían ofrecido la biblioteca de María Luisa la China Mendoza (escritora y periodista mexicana que murió en junio de 2018), nos la querían vender hace algunos años, a un precio además ridículo, pero ni siquiera esa cantidad la teníamos, y la biblioteca terminó siendo donada a la Universidad de Guanajuato”.
“La idea es también en algún momento empezar a editar libros, recuperar algunas obras, autores, y que todo esto forme parte de los objetivos legales y sociales que establece el acta constitutiva de la Academia Mexicana de Poesía”.
“Estas preocupaciones solo surgen en cierto momento de la vida cuando ya la juventud quedó atrás y la energía física de uno empieza a declinar, es cuando te empiezas a preocupar por estas cosas, esa energía que tenías cuando eras joven ya no está contigo y tienes que sacar fuerzas de flaqueza como dirían algunos o mantener la voluntad o las fuerzas físicas por encima de las afecciones que por ley natural de la vida cuando ya cumples cincuenta años, la salud comienza declinar, empiezan a aparecer enfermedades, es el momento en el que necesitas más recursos de salud, financieros, de apoyos institucionales, que debería uno contar y lamentablemente no contamos con ningún apoyo de momento, pero uno debe buscar ingeniárselas para sacar adelante los proyectos, haya o no interés de las instituciones culturales del país, en este momento no lo hay pero tal vez en algún otro momento cercano lo haya y alguien que sepa valorar lo que todo esto significa y podamos aportarle algo a la cultura del país que vaya más allá de nuestra mera individualidad”.