- Saludos, Chava Flores
Antier que fui a la casa de Manuel la Betty me dijo “aquel como todas los días se está echando el mañanero” Por supuesto puse mi cara de what y la Betty me saco de mi error.
“Si, como todas las mañanas está en el auditorio informando a nuestro pueblo noble y bueno de sus actividades y balconeando a la mafia del poder”
Con una leve sonrisa agradecí a la consorte de Manuel me sacara de mi error pues mi mente calenturienta ya se estaba imaginando ¿acaso le está llegando a la chacha? 0 jugueteando con su mascota favorita…
Con un ademan la Bety me invito a pasar y quede sorprendido con los amplios corredores y habitaciones que había en ese sagrado aposento. Se notaba la gran diferencia de aquel departamento de interés social que habito por muchos años allá por el Ajusco.
La salita muy chiquita que apenas cabía un sillón y la mesita donde descansaba el televisor de blanco y negro con su respectiva antena de conejo.
Y qué decir de la cocina y el comedor si se le puede llamar así, bien que recuerdo que para pasar de un lado a otro había que hacerlo de refilón y ¿su refrigerado? ¡No, qué barbaridad! ¡Pedía a gritos su jubilación! Pero, de algo serbia ya que en su interior guardaba la leche de la Conasupo y otros víveres que repartía el INPI… Sin duda otros tiempos.
En la actualidad, en su nuevo aposento los espacios son enormes. La cocina parece sala de operaciones hay de todo; horno de micro ondas tres enormes refrigeradores en los cuales se almacenan víveres provenientes de dos países, el gringo y en donde manda Putin. ¡Ah! y por supuesto su pantalla plasma de 65 pulgadas.
Saboreando un aromático café que gentilmente me ofreció la Betty, café que disfrute en la enorme sala en donde hay espacio para un titipuchal de retratos en los cuales a Manuel se le ve sonriente con sus cuates del alma.. Todos ellos de la misma ideología por, supuesto.
Opte por despedirme ya que su concerté le había comunicado por el celular que al término de su mañanero partiría de gira..
-“si como no ya conozco tus jiras… “el coyotito” que no perdonas” dijo la Betty para cambiar de color al recordar que estaba ahí.
Antes de retírame solicite permiso para entrar al baño y me di cuenta que aunque la mona se vista de seda mona se queda. No se haya cabida para dicho refrán pero lo que trato de explicar es que sus moradores no cambian de hábito. Colgados de la puerta del baño se secaba la ropa íntima de la Betty y la neta que me da pena seguirles contando lo que mis ojos tapatíos vieron.
Me despide de sin nada comentar no vaya a creer la Betty que fui pa” criticar pero al pasas por la recamara de los inquilinos vi de reojo que la cama no estaba hecha y un desorden que válgame Dios….!