Política Electoral
Alfonso Alejando Sánchez,
Si nos vamos a los tiempos de los liberales y conservadores nos toparíamos con que durante toda la historia las y los mexicanos hemos defendido la soberanía nacional: la del subsuelo a través del litio, la energética, la de los mineros, la marítima y, ahora, el gobierno de la llamada cuarta transformación o progresista pretende regalar la soberanía aérea igual como lo hizo, en su momento, Antonio López de Sana Anna.
Vayamos por partes. A decir de los expertos en la materia, el espacio aéreo es aquella porción de la atmósfera terrestre, sobre tierra o agua, que está regulada por un país en particular. De acuerdo con el tipo de operaciones que alberga, se puede hablar de diferentes clases de espacios aéreos, que se pueden dividir en varias capas, dependiendo de la altura (sobre el nivel del suelo).
Por su parte, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) divide el cielo en siete tipos de espacio aéreo, nombrados con letras desde la A hasta la G. Los espacios aéreos A, B, C, D y E son controlados, es decir, las aeronaves están sujetas a control por parte de las diferentes dependencias de ATS o Servicios de Tráfico Aéreo.
Y, con la iniciativa del inquilino de Palacio Nacional, se permitiría el cabotaje en el espacio aéreo mexicano; es decir, que cualquier aerolínea extranjera pueda tener rutas y realizar vuelos entre ciudades mexicanas, algo que actualmente está permitido sólo a aerolíneas nacionales.
Con esta aberrante propuesta, sin duda, se está tomando otra imposición autoritaria y populista que se asemeja a la decisión, como en su momento, la tomó Antonio López de Santa Anna, cuando regaló la mitad del territorio nacional.
En opinión del capitán José Humberto Gual Ángeles, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), el permitirse el cabotaje, el primer afectado será el sector de la aviación ejecutiva privada, pues resulta más caro operar una aeronave con matrícula mexicana, por los seguros e impuestos, que en Estados Unidos.
El cabotaje está prohibido en Estados Unidos y, en Europa, se permite con ciertas restricciones, pues las aerolíneas se han dado de alta en Noruega o Irlanda, pero tienen el contrato colectivo de trabajo en Malta para no pagar impuestos y en sus países de origen se crea un boquete financiero.
En América Latina destaca el caso de Perú, donde se abrió el cabotaje y dejó de existir AeroPerú. En Chile también se permite el cabotaje y se erosionó la operación de las aerolíneas chilenas con tal magnitud que se agruparon con aerolíneas de la región para combatir la medida y ahora se permite un cabotaje limitado.
Aunado a estos hechos y experiencias, el capitán Gual Ángeles, descendiente directo del general Felipe Ángeles, nombre con el que bautizo el controvertido aeropuerto el inquilino de Palacio Nacional, advertiría, en entrevista en un medio nacional, que de avalarse esta decisión al estilo López Santa Anna, las empresas de taxis aéreos inmediatamente mandarían todos sus aviones a matricular al país vecino y con el cabotaje podrían seguir volando en territorio nacional sin mayor problema.
En Estados Unidos y Canadá existen empresas de taxis aéreos más grandes que toda la flota de la aviación comercial en México, la cual asciende a 380 aviones, por lo que al permitirse el cabotaje van a inundar México y desaparecer a la aviación comercial.
De acuerdo con ASPA, el sector aeronáutico emplea a 1.5 millones de personas de manera directa y alrededor de 10 millones de forma indirecta y contribuye con 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Para el representante de los pilotos de Aeroméxico y Areomar, es un desastre, pues no le encuentra una sola ventaja a lo que quiere hacer el dueño del partido guinda y sus aliados con esta iniciativa de cabotaje, cuando se tiene la cuarta aviación ejecutiva más grande del mundo.
Lo único que van a lograr, los llamados transformadores, es que la aviación privada, los taxis ejecutivos, los helicópteros, las ambulancias emigre del territorio mexicano. Como siempre le digo, amigo lector, su opinión es la que cuenta.
En el tintero: Y como los frentes fríos que vienen azotando al país, se vislumbra una nueva tormenta entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, ya que a decir de Ricardo Monreal, la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano, avalada por el Pleno en San Lázaro, requiere de modificaciones para mejorarla, además de que deberán comparecer en el Senado los funcionarios públicos que están relacionados con la materia…Para el coordinador de Morena en la Cámara Alta, el espacio aéreo es una materia especializada, que no cualquiera tiene conocimiento de ella; por tanto, es una Ley de alta especialidad, que obliga a convocar a expertos en el espacio aéreo, para que senadoras y senadores normen su criterio en el momento de aprobar o no la ley, o modificar el contenido de la minuta que proviene de la Colegisladora…La mentada minuta ya fue turnada, por la Mesa Directiva del Senado, a las comisiones unidas de Estudios Legislativos Segunda, de Comunicaciones y Transportes, y con opinión de la de Marina…El nuevo ordenamiento, elaborado por las y los legisladores de Morena, pretende establecer y regular las medidas, acciones y procedimientos para preservar la seguridad, la soberanía e independencia del espacio aéreo mexicano…E incluye la creación del Sistema de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo Mexicano, dizque para inhibir y contrarrestar las operaciones aéreas ilícitas que atenten contra la seguridad nacional…Hasta la próxima entrega.