Política Electoral
Alfonso Alejandro Sánchez
Según cómo vea el vaso, ¿medio lleno o medio vacío? Para algunos personajes políticos y especialistas en materia electoral, a año y medio para celebrase los comicios del 2 de junio para elegir al presidente de la República, es mucho tiempo, para otros, es poco el tiempo electoral. Aunque parece que los morenistas y sus aliados tienen todo bajo control, ya que el bloque opositor no acaba de cuajar y sigue dividido y no gana elecciones.
Lo cierto es que, mientras el partido guinda con su dueño, el inquilino de Palacio Nacional, siga cacareando dizque de buenos resultados al gobernar, y la oposición siga inmune al aprendizaje, se pude esperar que la llamada cuarta transformación siga dirigiendo (con autoritarismo, populismo y retroceso) el destino del país, al menos por otro sexenio.
Así se percibe en el ambiente político electoral al arrancar la cuenta regresiva del proceso anticipado rumbo a la sucesión presidencial, en el llamado mes del amor y la amistad, y pasarse por el arco del triunfo el calendario electoral, pues todos los partidos con sus aspirantes incrementaron sus actividades y mensajes de batalla, amén de acelerar eventos y reforzar sus estructuras.
Con ello, amigo lector, también dio pie para que los oportunistas y arribistas abrieran sus cartas, para empezar a colocarse a lado de las y los posibles candidatos o corcholatas presidenciales que podrían satisfacer sus intereses personales, principalmente sus corruptelas.
Ahora bien, contar con una estructura territorial o una base de apoyo social, sin duda, es indispensable para obtener un buen resultado en una elección. Una base social organizada permite tanto la movilización para que la gente acuda a votar, como también posibilita contar con la estructura de defensa del voto que requiere miles y miles de personas cuidando casillas.
La oposición o el bloque opositor debe de tomar en cuenta que en la revocación de mandato, un proceso poco conocido y con resultados poco trascendentes, el apoyo al dueño de Morena se tradujo en que 15 millones de personas acudieran a las urnas a mostrarle su respaldo. La pregunta es ¿Qué partido en la oposición podría movilizar a este número de electores?
También deberán de considerar, que el partido guinda que obtuvo su registro, en 2014, parecía sólido sólo en algunas regiones del país (la capital y el sur de México), hoy este movimiento gobierna de manera directa o en coalición al 68 por ciento de las entidades de la República y mantiene una presencia en el Estado de México, que es el padrón más grande del país (más de 17 millones de votantes) y está en pleno proceso electoral.
Con este oscuro escenario, la visión de los analistas y politólogos es que la oposición o el bloque opositor deben esperar una división en los meses del segundo semestre de este 2023, cuando mediante la controvertida encuesta, se cante cuál “corcholata” será la elegida por el inquilino de Palacio Nacional y los morenistas.
Hasta este momento, parece que el partido guinda y sus aliados tiene el control absoluto de elección presidencial del 2024; ya que en casi cinco años tanto el PAN, PRI y PRD, entre otros partidos opositores y la clase empresarial no han logrado posicionar candidatas o candidatos que, al menos, den una decorosa batalla en alguna encuesta.
Así se aprecia en la última encuesta de El Financiero: Morena, PT y PVEM con el 49 por ciento de la intención del voto, mientras que PAN, PRI y PRD suman 39 por ciento y Movimiento Ciudadano un 8 por ciento. Como le digo siempre, amigo lector, la mejor opinión es la de usted.
En el tintero: Ante este oscuro escenario, surge de nueva cuenta la figura de Ricardo Anaya, quien desde agosto del 2021 decidió no regresar a México, declarándose en un exilio político…En pleno día de la celebración por la promulgación de la Constitución, Anaya reapareció desde Estados Unidos, acompañando al presidente de su partido, Marko Cortés…Un día después subió un video lanzándose, en cuatro minutos, contra la iniciativa para descuartizar al INE…“La enorme trampa que ya están preparando; Morena quiere quedarse con los 4 consejeros del Instituto que deben elegirse en este periodo”, expondría en las redes sociales…Se dice que el resurgimiento de Anaya es importante, pues cuando es considerado en las encuestas suele seguir ocupando el primer lugar en el ánimo de los opositores…En fin, las figuras definitivas que contenderán en el 2024 serán conocidas en pocos meses, por lo que los grupos políticos no tienen tiempo por perder; sobre todo los adversarios de la autollamada cuarta transformación…Hasta la próxima entrega.