Por Armando Ochoa González.
AMLO ya perdió, al menos legal, democrática e institucionalmente, ya perdió, no solamente en lo que se refiere a las elecciones de Coahuila y EDOMEX, o a las elecciones del siguiente año en la contienda por la presidencia y la CDMX, ya perdió al menos por 5 razones: 1.- su movimiento quedará marcado como una ilegítima reedición de los vergonzosos populismos latinoamericanos que han atrasado a la región por décadas, 2.- como la evidencia de que sí es una ciencia gobernar que no todos pueden dominar, 3.- como un golpe al autoritarismo y al gobierno unipersonal, 4.- como evidencia de que se requiere aparte de buenas intenciones, gente capacitada, y tantito cerebro, digo, si no es mucho pedir y 5.- porque no podrá recuperar las cuotas de poder que tuvo, ahora sólo podrá, en palabras del profesor Macario Schettino, debilitar a otros por ser incapaz de acumular más poder.
Esto es lo realmente riesgoso, si antes tuvimos a un presidente que día sí y día también ataca, improvisa, que es incapaz de ser coherente en sus decisiones, y que no entiende la altura e importancia de la posición privilegiada de México en el mundo gracias a la globalización, ahora tendremos a un tiranuelo con complejo de inferioridad, lleno de resentimiento, que se victimiza y que es incapaz de reconocer errores tratando de cegar a otros en un intento de ver él mejor.
Eso sólo nos debería preocupar si sus adeptos se multiplicaran, es decir, si tuviera más votantes a su favor, pero esto sólo sería cierto si no hubiera cometido toda la sarta de tonterías que, de hecho, ya le hicieron perder votos, y por eso perdió el control de las alcaldías de la CDMX y de ambas cámaras del poder legislativo, pongo 5 ejemplos de los gravísimos errores que ha cometido: 1.- los niños con cáncer sin medicamento oncológico, 2.- el cierre de las escuelas de tiempo completo, que desamparó a 3.6 millones de niños que tenían su única comida en el colegio a, 3.- el acéfalo manejo de la pandemia, que, según cifras oficiales dadas a conocer, provocó de manera directa la muerte de más de 700 mil muertos, 4.- al día que escribo esto, al menos 137 mil asesinatos dolosos, 100.250 desaparecidos, más de 13 mil mujeres asesinadas y el crimen organizado acampando a sus anchas en todo el país, y 5.- AMLO ejecutó un pésimo cálculo de daños, y la crisis en México le va a reventar directo en la cara por la ausencia de dinero por lo que no tendrá para pagar todas las promesas que ya hizo (empezando por el sistema de salud como el de Dinamarca, a finales de este año).
Con todo esto, queda la pregunta, ¿Qué queremos en el 2024? Yo lo tengo claro, un gobierno institucional, democrático, que defienda la libertad, se limite con las instituciones, y no compita por el ejercicio de la violencia, sino que la ejerza de manera inteligente para reducir la influencia y la presencia del crimen organizado en el país, suena sensato, pero ¿Qué quiere que le diga? Hay gente que cree que esto es cosa del diablo.
Para ser realistas, tenemos tres escenarios, y sólo me voy a detener en el último en esta ocasión.
Escenario 1: MORENA logra ganar las elecciones, pero no así el resto de poderes de la Nación, como lo es la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en ese caso, el equilibrio de poderes dejaría de minar a un México extremadamente quebrado, y sentaría las bases para una especie de recuperación aún en la crisis de otro gobierno morenista (presumiblemente, el de Sheinbaum).
Escenario 2: Va por México gana, pero sin la mayoría calificada en el poder Legislativo, esto es, Cámara de Diputados y Senadores, esto sería un punto de incordia menor, porque los morenistas no son fieles a un partido, a una ideología o a una manifestación de ética, sólo a una figura que los mantenía con puestos políticos, ratas que abandonarán el barco cuando se empiece a meter el agua, y ni qué decir del PT o del PVEM, simples prostibulae (por no decirles su oficio en español) que se van con el que más pague.
Escenario 3: Va por México gana, con la mayoría calificada en el poder legislativo, y este es el escenario particularmente interesante, porque podría ser el mejor, o tan malo como AMLO en el 2018, me explico a continuación: PAN, PRD y PRI (los puse en orden alfabético) han cometido errores demasiado grandes en la política nacional, el peor de todos, fue ser el cáncer de la sociedad mexicana, la peor calaña de vividores y delincuentes habitaban los partidos políticos, gente que, sin muchos escrúpulos, decidió vivir del erario, robando lo más que podía, y dejando al Estado con lo que necesitaba para subsistir.
Ahora, con la salida de este gobierno, hay un problema que no todos perciben, y es que MALO, digo, AMLO, ha señalado un camino peligroso para el pueblo, con suficiente demagogia, cash y gente sin cerebro ni dignidad, se es capaz de convencer a un pueblo hambriento de venganza, resentido, en el que campa a sus anchas la ignorancia y que es capaz de defender a capa y espada a quien sea que le dé al menos la más mínima y patética esperanza. ¿Será capaz Va por México de ser diferente a todo lo que han sido históricamente? ¿Serán capaces los tres actores, cuatro si se suma MC, a de verdad cambiar el rumbo de su actuar hasta el 2018?
Porque, hasta donde vemos, todo se ha resumido en palabras como unidad, alianza, cambio, reunión, relación, etcétera, pero en los hechos, ¿Qué han hecho? Su acto glorioso en las cámaras ha sido votar en contra del despropósito y el sinsentido de AMLO, ¿Gracias? ¡Era lo menos que podían hacer! Ustedes dejaron que llegara allí, tras décadas de hartar a un pueblo que sólo quería ley y paz.
¿De verdad era tan difícil hacer su trabajo? ¿Para qué orillar a todo un país a radicalizarse y dejar que un porro de bachillerato, una persona antidemocrática y que no entiende del respeto ajeno se colara en la mente de los ciudadanos de a pie que sólo desean vivir honradamente? Sí querido lector, aquí soy crítico con AMLO, pero no olvido la más simple lección de la metafísica y la física: lo que pasa, siempre es precedido por algo que lo provocó, y eso tiene nombre, en particular, PRI y PAN.
Pero soy optimista, en palabras del genio, del Maestro Antonio Escohotado Espinosa: Marx, sus ideas, y sus sectarios, han “… obligado a los liberales a ser liberales, y a los demócratas, a ser demócratas, y que en ese sentido, su más grande contribución a la historia universal es obligar a las democracias liberales a ser democracias liberales realmente, y a dar patadas en el culo a gente como Somoza, Batista…” y Quizás, a AMLO y a MORENA.