Política Electoral
Alfonso Alejandro Sánchez
Nadie con sentimientos humanistas o con una cabeza sensata e inteligente piensa o señala a la ligera que hay personas o grupos que buscan sabotear o perjudicar al prójimo, solo quienes viven la locura del poder y tienen en su mente un mar de odio, rencor y sed de venganza, como lo ha mostrado el inquilino de Palacio Nacional, se atreven a firmar que hay gente que se está frotando las manos para hacer el mal al prójimo.
Hay miles o millones de ciudadanos que coinciden en que no es con más policías o militares como se puede garantizar la seguridad y proteger la integridad física de los casi cinco millones que utilizan el Transporte de Sistema Colectivo de Pasajeros Metro.
La incapacidad y el recorte de recursos para capacitar al personal operativo y dar mantenimiento tanto a las instalaciones como a los cientos de vagones del Metro que circulan o están abandonados, por las administraciones de López Obrador y de Sheinbaum Pardo, lo están tapando con la Guardia Nacional.
Una voz autorizada, pero no confiable por sus antecedentes negros, es la del eterno dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, Fernando Espino Arévalo, quien una vez más asegura que el problema que afecta al Metro es técnico y no de seguridad.
Al fijar la postura del gremio sindical ante la decisión de la desgastada y ocurrente jefa de Gobierno de la CDMX, de desplegar a más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional en las instalaciones del Metro, el ex diputado por diversos partido políticos dejaría en claro que los trabajadores respetan esta decisión, pero lo que realmente se necesita es más presupuesto.
Tras remarcar que los trabajadores del Metro son personas altamente calificadas, el desgastado líder sindical haría hincapié que se requiere una partida adicional de, por lo menos, 3 mil 500 millones de pesos para el mantenimiento del STC- Metro.
Secundando al dirigente sindical, un análisis de México Evalúa, señala que el gasto real para el funcionamiento del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México mantiene un problema sistémico, un subejercicio de recursos.
En el análisis realizado con datos oficiales, contradice lo dicho por la vecina del inquilino de Palacio Nacional, pues hasta septiembre de 2022 el gasto total del STC Metro fue de 10,455 millones de pesos (mdp), una caída de 13 por ciento (1,589 mdp) frente al mismo periodo de 2021.
Y aunque el presupuesto de 2022 fue15 por ciento superior al de 2021, como lo cacareo Sheinbaum Pardo, no sirvió para gran cosa, pues el gasto efectivo al tercer trimestre de ese año fue de solo el 55 por ciento.
Al respaldar a su corcholata preferida, el mandatario federal y dueño del partido guinda rechazaría que la presencia de los elementos de la Guardia Nacional obedezca a la militarización como señala la oposición y los conservadores, “es ayudar entonces militarización, bájenle”.
En su supuesta defensa humanista al pueblo, el inquilino de Palacio Nacional diría: “Todo lo que hacemos les parece mal, pero nosotros tenemos que cuidar al pueblo, si nos ponemos actuar a partir de lo que dicen las minorías corruptas o sus achichincles o voceros, pues no haríamos nada, nosotros tenemos que proteger a la gente, ellos son tan deshumanizados que hasta desea que le vaya mal a la gente, se frotan las manos, quisieran que hubiesen accidentes, le desean mal al prójimo”.
También revelaría, sin dar detalles ni argumentos fundamentales, que existen denuncias en la Fiscalía General de la Ciudad de México por los accidentes en el Sistema de Transporte Colectivo por sabotaje y por los llamados episodios anormales, señalados por una doctora Sheinbaum con paranoi.
Y para rematar esta entrega, a decir de Ricardo Monreal la Guardia Nacional debe estar en los lugares donde la violencia se ha desbordado en perjuicio de los ciudadanos.
Para el coordinador de la bancada de Morena en el Senado esos 6 mil elementos de ese cuerpo de elite que se van a dedicar a cuidar al Metro, deberían ser destinados a municipios pobres, con alto nivel de violencia y controlados por la delincuencia organizada; es una institución confiable, con alto nivel de aceptación y confianza, que muchos estados la requieren. Como siempre le digo, amigo lector, la mejor opinión es la de usted.