- Aumentan riesgos en escuelas públicas por portación de armas y consumo de fármacos como droga entre alumnos.
- También, está presente la amenaza de abuso sexual, secuestros, peleas y bullying.
- Diputada Andrea Vicenteño Barrientos exhorta a la SEP reforzar los protocolos de inspección en planteles educativos.
Por Guillermo Pimentel Balderas
La realidad es que, ante los riesgos de portación de armas en los planteles educativos de nivel secundaria, principalmente y, el consumo de fármacos como droga entre alumnos, la diputada local independiente, Andrea Vicenteño Barrientos, exhorto a la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, a reforzar los protocolos de inspección en planteles educativos y emprender una campaña informativa sobre estos peligros latentes que no deben ignorarse.
Considero que no basta con dar parte a las autoridades policiacas sobre el caso, sino emprender medidas urgentes y coordinadas para evitar aumente la violencia y las drogas en las escuelas.
Vicenteño Barrientos, al ser consultada por este reportero, mostró su preocupación porque se puedan imitar acciones de violencia y uso de fármacos como sucede en Estados Unidos, por lo que discurrió que urge concientizar a los alumnos al respecto, al igual que a los padres de familia, autoridades y profesores.
“Necesitamos campañas de alerta en todos los planteles y no acciones que limiten el uso del presupuesto, con afanes de ahorro que causan daño a la seguridad y protección de alumnos”. Además, observó que los ahorros presupuestales propuestos en las escuelas de la Ciudad de México, prescribieron las plazas de médico escolar, psicólogo, orientación y trabajo social.
Reclamó como prioridad hacer más activas las acciones para aplicar la Guía para la Prevención, Detección y Reacción ante la presencia de armas en las escuelas, así como el Protocolo para la Protección y Cuidado de Niñas, Niños y Adolescentes en la revisión de útiles escolares.
Por medio de un comunicado, la presidenta de la Comisión de Juventud en el Congreso local, refuerza sus apreciaciones al reflexionar que es nuestra responsabilidad alertar de estos riesgos a nuestras niñas y niños, jóvenes y adolescentes para frenar la violencia y las adicciones en los planteles educativos, no solo públicas, antes que se convierta en un caos, subrayó.
No obstante, advirtió, “se guarda silencio”, aunque hayan detectado situaciones similares a las que se descubrieron hace seis años en Estados Unidos; por lo cual, contempló urgente emprender acciones, incluso, con el Consejo Ciudadano de Seguridad y, no guardar silencio ante estos amenazantes peligros.
Urgió un acercamiento y coordinación permanente de las autoridades educativas con los padres de familia, porque a partir de la pandemia aumentaron los casos de violencia y uso de fármacos, por fácil acceso en los hogares, dijo.
Por ello, pidió que, en primera instancia, maestros y padres de familia debiera actuar de inmediato para definir una estrategia que evite que los jóvenes busquen no sólo medicamentos, como opción para drogarse, sino formas de fugar sus trastornos violentos.
Agregó que de acuerdo a especialistas contra las adicciones y violencia, esos casos usualmente comienzan entre los 12 y los 18 años de edad. Y, recordó el caso de un alumno que apuñaló a su compañero en la secundaria Técnica 314 “Blas Galindo”, ubicada en Av. de las Palmas s/n, col. Lomas de San Lorenzo, Iztapalapa. Además, indicó que padres de familia han detectado otros casos, de estudiantes de secundaria -sobre todo en Iztapalapa-, que portan armas y usan como estupefacientes, medicamento para las vías respiratorias como Loratadina y Ambroxol.
Reveló que de acuerdo a información científica, el uso en exceso de esos fármacos, provoca inicialmente un estado de euforia y alucinaciones, así como pérdida del sentido de la orientación y del tiempo.
Insistió en que no basta con dar parte a las autoridades policiacas sobre los casos, sino emprender medidas urgentes y coordinadas para evitar aumente la violencia en las escuelas.
Aparte, cabe señalar que el gobierno de la “Cuarta Transformación” no solo ha vejado los derechos de la mujer, sino que también ignora los derechos de la niñez mexicana y, por medio de uno de sus floreros, la Secretaría de Educación Pública (SEP), no sabe qué hacer ante el incremento de abuso sexual, secuestros, peleas y bullying y, por si fuera poco, el riesgo por portación de armas y consumo de fármacos como droga entre el alumnado de las escuelas públicas.
Colectivos de derechos humanos han reclamado que no hay ninguna garantía para los derechos de la mujer y que vivimos una situación sumamente crítica en materia de la defensa de los derechos humanos, de aquellas personas más vulnerables como son los menores de edad.
Han opinado que el Estado mexicano tiene que tomar muy serio el asunto de los derechos humanos, pero que es una lástima que no saben qué hacer ante estos temas tan delicados e importantes pues se ha puesto toda la atención en un plan educativo que no es otra cosa que un deseo ideológico y no pedagógico, cuando la SEP, ahora, debería rescatar a alumnos de estos flagelos que atentan no solo la enseñanza sino también la integridad física y mental del alumnado.
Correo: guillermo.pumageneracion1979@gmail.com
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