*Cuauhtémoc Cárdenas, consideró que aún no se ha dado una atención adecuada al campesino
*Participó por medio de un Mensaje video-grabado en evento con motivo del 50 Aniversario Luctuoso del General Lázaro Cárdenas
Por Guillermo Pimentel Balderas
En el marco del conversatorio: “El pensamiento cardenista y su influencia en el modelo agropecuario y de bienestar de la Cuarta Transformación”, como parte de la conmemoración del Gobierno de México con motivo del 50 Aniversario Luctuoso del ex Presidente General Lázaro Cárdenas del Río, su hijo, el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, consideró que a lo largo del tiempo, no se ha dado una atención adecuada al campesino mexicano.
Por medio de un Mensaje video-grabado, el político mexicano estimó que, para garantizar la seguridad alimentaria, abría que dar seguimiento con las políticas que se pusieron en práctica en el periodo del 34-40 (1934-1940, los años que gobernó su padre), que fueron: impulsar hasta sus últimas consecuencias, como se ha dicho en otros momentos, la Reforma Agraria.
El Ingeniero Cárdenas Solórzano acentuó: “Me parece que esto sería lo que habría que considerar, como una política claramente identificada con la Revolución Mexicana”. Y, reconoció que a partir de aquella Reforma Agraria, impulsada en los años 34-40, con posterioridad en otros gobiernos hubo también reparto importante.
Cómodamente sentado en un sillón de dos plazas, en lo que se supone su biblioteca y, a su lado izquierdo un busto del General Lázaro Cárdenas, ponderó que no es únicamente el reparto de la tierra ya que, “el campesino que cultiva la tierra, trátese de agricultura, trátese de ganadería o del aprovechamiento forestal, requiere de apoyos financieros, requiere de apoyos técnicos y requiere y, aquí entra una tarea muy importante del Estado, que es la organización de los productores”.
También, expresó que es importante la integración de las producciones del campo con la agroindustria; al igual que los apoyos para una adecuada comercialización y que, los beneficios de todas estas transformaciones lleguen también a quien está trabajando la tierra.
El tres veces candidato a la Presidencia de México y el primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal, electo por votación, pormenorizo que “más allá de hablar de las políticas para el campo de Lázaro Cárdenas, yo diría que fue un hombre del campo”. Asimismo, recordó que su padre ya como gobernador de Michoacán y luego como Presidente de la república, como primer episodio en el campo, fue la Reforma Agraria, el reparto agrario donde los campesinos tuvieran una tierra para cultivar y para vivir con su familia.
También, a Cárdenas Solórzano le pareció que donde también habría que ponérsele énfasis al campo, es en garantizar el crédito, recursos financieros y asistencia técnica, para que el esfuerzo de la gente rural pudiera, efectivamente, representar beneficios y una mejora integral de sus condiciones de vida, asentó.
“Aquí, si encuentro que a lo largo del tiempo no se ha dado esta atención al campesino, yo diría que requiere, ahora, tomar, casi casi, pequeña región por pequeña región, lo que pudiera considerarse áreas productivas y más o menos homogéneas para en cada una de ellas garantizar que hubiese las productividades adecuadas, la organización de los propios agricultores o ganaderos, y su integración con la agroindustria”, reflexionó.
Esto, agregó: “a condición de contar con la asistencia técnica, financiera, o en fin, en todo lo que tiene que intervenir el Estado, consiguiendo, en apoyo del propio campesino, para cultivar la tierra, sacando los mejores productos de la tierra y, cuidando, además, que no haya efectos nocivos como son los fertilizantes que afectan la propia calidad de tierra al igual que los insecticidas; en fin, cuidar lo que nos aporta también, el avance de la ciencia y la tecnología para obtener los mejores cultivos y cuidar nuestros recursos naturales”, recalcó.
Durante su Mensaje por video -con una duración de 6 minutos con 34 segundos-, refirió que, su padre, desde muy pequeño ayudaba a su abuelo en labores de cultivo, lo que se tenía que hacer en una pequeña parcela que cultivaban en Jiquilpan y, siempre tuvo un estricto apego con lo que tenía que ver con los árboles, en el campo en términos generales.
Indicó que toda acción que se tienda a elevar las condiciones de vida del campesino; toda acción que tienda a mejorar la protección del medio ambiente, el mejoramiento cualitativo del ambiente de los bosques, de la productividad del campo, “me parece que son, al final de cuentas, políticas coincidentes”.
Intuyó que son muchos años, con condiciones muy distintas las que existen, con los años 1934-1940, y de ahí en adelante hasta 1970 en que falleció su padre.
“Pero –reflexionó-, sin duda si se están utilizando las especies adecuadas en lugares adecuados, también, y si existen el cuidado de las plantaciones y esto permite efectivamente una elevación de las condiciones de vida del campesino y su familia, pues sin duda es una política que tiene que considerarse positiva”.