Por: Arturo Paz, Reportero de Nuevo México Plural
En entrevista con Los Ángeles Press, Jorge Enrique Terán, ex servidor de la Subdirección del Sistema Penitenciario de la CDMX, afirmó que en 2024 se negó a entregar un cargamento de droga al interior del Reclusorio Norte y regresar una camioneta cargada con cajas de dinero.
Supuestamente, Ximena Guzmán es quien le dio la orden a Jorge Enrique Terán de entregar la camioneta, pero se negó.
“Por ninguna circunstancia entró al reclusorio por la aduana de vehículos. Yo gano tres pesos y no me voy a arriesgar”, dijo el ex servidor a Guzmán.
Asimismo, Jorge Enrique dijo a Los Ángeles Press que a principios de agosto de 2024 descubrió que estaban amueblando el dormitorio 3 del Reclusorio Norte para uno de los líderes de La Unión Tepito. Y que el subdirector del penal le dijo dónde recoger los muebles.
“Eran muebles de marca alemana. Lo sorprendente es que metieron muebles caros, nuevos, una cantina, una cama especial y una sala”, dice Terán.
En el mismo sentido, el exfuncionario aseguró que otro trabajador del reclusorio le pidió recoger unas cajas a una dirección en Ecatepec, Estado de México.
Al llegar a la dirección, Jorge Enrique notó que era un lugar “mafioso”, vio fotos de policías y con ayuda de un hombre empezó a subir las cajas a la camioneta. Preguntó qué había dentro y entendió que era droga, por lo que se negó a llevar la camioneta al reclusorio.
Tras negarse a cumplir la orden de Ximena Guzmán, le empezaron “a hacer la vida imposible”, dice Terán.
Lo mandaron a trabajar a un Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria donde se encuentran los internos clasificados como de alta seguridad.
El ex servidor, asegura a Los Ángeles Press, que ahí conoció a Florentino Guzmán Arcos, un violador serial que operaba en Iztapalapa, y quien dijo conocer a la ahora Jefa de Gobierno.
Presuntamente, Clara Brugada le facilitó a Florentino Guzmán un laboratorio de lechugas hidropónicas que vendía en establecimientos de la colonia Roma.
“Florentino me dijo: yo le puedo pedir a Clara lo que yo quiera, lo que yo quiera me lo trae, y eso ha sido desde con Claudia, la jefa de gobierno de antes”, cuenta Terán.
De acuerdo con el testimonio del ex servidor público del sistema penitenciario, Jorge Enrique Terán, Ximena Guzmán operaba desde los tiempos en que estaba con Clara Brugada en la alcaldía de Iztapalapa.
La secretaria de Brugada era la encargada, supuestamente, de cobrar el “diezmo para el movimiento”, incluso a trabajadores del gobierno local.
“Básicamente, lo que ella hacía era pasar la charola, el obligado diezmo. Es una cultura que viene desde el PRD, desde que estaba René Arce, cuando incluso se heredaban los puestos.
“Yo la vi. Iba y recibía dinero de los comandantes; iba y recibía dinero de los directores de los penales. Y era muchísimo, pero muchísimo dinero”, afirma Terán a Los Ángeles Press.
En la entrevista, Jorge Enrique asegura que “la gente de Clara” exigía cuotas en los penales, pero comenzaron a cobrar más a pesar de que había un arreglo.
“Eso era lo que hacía esta chica “Ximena Guzmán”. Por eso, el asesinato artero”, dijo el ex servidor.
“Su actitud no ayudaba, porque eran muy prepotentes. Pero lo que me consta es que iban al reclusorio y se llevaban todo el dinero, en cubetas, en ollas de tamales. No exagero: es mucho dinero lo que se junta en cada turno”, agregó.
“Alguien puede rebatirme que Ximena Guzmán no trabajaba en la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Yo les respondería: ¿Y qué carajos hacía allí, en los centros penitenciarios, si no trabajaba ahí? Ella hizo su carrera con Clara Brugada desde la alcaldía.
“¿Por qué iba a esos centros? No tenía relación con Harfuch, y sin embargo, me la encontré varias veces en diferentes instituciones penitenciarias.
“Desde la alcaldía extorsionaba a mucha gente. El obligado diezmo. En la alcaldía se dedicaban a eso. Es una práctica que traen desde el PRD y la institucionalizaron”, aseveró.
Asimismo, Jorge Enrique Terán asegura que en las últimas semanas, antes del asesinato de Ximena Guzmán, los directores de distintas dependencias del gobierno de la CDMX comenzaron a recibir escoltas
Pero que Ximena Guzmán y José Muñoz no les asignaron escoltas porque eran considerados “de bajo perfil”, pero esto no era coherente pues tenían contacto directo con Clara Brugada, dice Terán.
Los Ángeles Press entrevistó a Rómulo Catalán, exdirector del C5 en Campeche, y declaró que el asesinato de ambos funcionarios se realizó con el apoyo de altos mandos.
Lo anterior, según su opinión, porque manipularon las cámaras del C5 y removieron a los policías que se encontraban en la zona de Calzada de Tlalpan para facilitar la ejecución de Guzmán y Muñoz.
Según el experto, esto sugiere una operación planeada con respaldo institucional.
Asimismo, Catalán señala que los Postes de Monitoreo Inteligente suelen contar con al menos cuatro cámaras activas, pero al momento de la ejecución no se registraron imágenes nítidas.
También indicó a Los Ángeles Press que el sicario mostró un alto nivel de profesionalismo y utilizó un arma con municiones de calibre .380, que indica precisión en los disparos.
“Este nivel de coordinación, tanto en la ejecución del crimen como en la manipulación tecnológica, coincide con lo denunciado por Jorge Enrique Terán, quien advierte que detrás de estos actos hay una estructura criminal consolidada y protegida desde diversas esferas del poder”, señala el diario estadounidense.
También, Jorge Enrique Terán asegura que una prima de Clara Brugada, quien trabaja en la Fiscalía de la CDMX, es quien controlaba el dinero por la renta de teléfonos celulares a reclusos.
En el mismo sentido, señala a un sobrino de la jefa de Gobierno de estar involucrado en estas operaciones.
Según Terán, la estructura de corrupción y extorsión es heredada desde el gobierno de Miguel Ángel Mancera, retomada por la administración de Claudia Sheinbaum.