Gabriel Castillo García.
Urgió realizar la intensificación de inspecciones de control sanitario en rellenadoras para evitar enfermedades y garantizar agua de calidad.
“¿Cuidado?”, con la higiene sanitaria de la industria embotelladora de agua potable para el ser humano. Urge que el gobierno federal, en local y de los 32 Estados del país, les apliquen inspecciones sanitarias, ya que la mayoría no cumplen con los estándares sanitarios de salud.
Es necesario que los inspectores que acudan a realizar dichas revisiones, “tomen muestras del producto que se envasa para el consumo humano y constatar que el mismo sea apto y libres de cualquier riesgo, porque se han encontrado bacterias como el E.coli (Escherichia coli) que causar diarrea y dolores abdominales y pueden provocar riesgos de enfermedad renal en menores de edad y adultos mayores.
La diputada federal del PT, Magdalena Núñez Monreal, advirtió que a la fecha los llamados de advertencia que han hecho las autoridades han sido insuficientes, toda vez que los distribuidores del agua al no verse perjudicados, hacen caso omiso de ello.
Recordó que el costo del agua en los últimos años se ha incrementado de manera exponencial porque los consumidores deben pagar sumas exorbitantes por el vital líquido de marcas reconocidas, pero resulta injusto que las “purificadoras de agua”, que son baratas, no garanticen la calidad.
La Comisionada del Partido del Trabajo en la Ciudad de México y diputada federal, Magdalena Núñez Monreal, propuso una supervisión rigurosa de cada local y sancionar a quien incumpla con los estándares sanitarios.
Esto con la finalidad de que vendan botellas de agua a precio bajo y de buena calidad para el consumidor, ya que muchas empresas no cumplen con los estándares de calidad.
La legisladora federal advirtió lo anterior e indicó que la falta de confianza en el suministro de agua potable de calidad distribuida por el Estado, ha contribuido a la fabricación de industrias rellenadoras de agua potable de bajo costo.
Dichas empresas, a nivel nacional, continúan sin cumplir los estándares de calidad, poniendo en riesgo la salud de la población.
Consideró que se deben retomar las inspecciones de control sanitario a estas industrias no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país, para garantizar un servicio de agua embotellada de calidad.
Sentenció que en el Partido del Trabajo, “propondremos que este tipo de negocios que recuperan sus inversiones de manera rápida y sencilla, se comprometan cabalmente con la salud de la población ya que se pone en riesgo su integridad al consumir un líquido vital contaminado.
Aclaró que el gobierno de la Ciudad de México debe buscar medidas específicas para llevar a cabo revisiones sorpresivas en estos establecimientos que rellenan de agua los contenedores de uso doméstico para determinar si cumplen con la reglamentación establecida y en caso de no ser así sancionarlos o cancelarles la licencia indefinidamente porque, con la salud no se juega”.
La petista resaltó que, de acuerdo con diversos estudios de universidades mexicanas sobre las “rellenadoras” arrojan que entre 65 y 70 por ciento del agua que venden está contaminada con bacterias; y hasta 50 por ciento puede contener bacterias de materia fecal.
Por ello, insistió en una revisión rigurosa en instalaciones y con equipos e instrumentos que deben estar siempre limpios, y lo cual además debe ser constatado no sólo visualmente sino a través de las correspondientes bitácoras con los registros de mantenimiento, aseo, desinfección y fumigación para evitar la presencia de fauna nociva, además de que el personal debe estar sujeto a un programa de control sanitario.