Por Octavio Campos Ortiz
Aunque los Juegos Olímpicos en su edición XXXII llevan una semana de competencias, el mapa deportivo mundial tiene una nueva configuración con otras potencias que dominan el medallero. Tradicionalmente eran los norteamericanos quienes arrasaban con el oro y mantenían el liderazgo, solo amenazados por la entonces poderosa URSS que extendía los efectos de la Guerra Fría a las disciplinas olímpicas.
Todo parece distinto, Estados Unidos -aunque en este momento es tercer lugar en el tablero-, no luce como en otros Juegos de Verano. Quedó atrás su supremacía en la gimnasia y la natación, Rusia y otras naciones del Este le arrebatan su liderazgo y paga el precio de las crisis existenciales de sus atletas que son derrotados por los de la hoz y el martillo, aunque ya sin el apoyo de las repúblicas soviéticas tienen dificultades para colarse en los primeros lugares. La Unión Americana es eliminada en el futbol -donde es selección destacada-, también es borrada de los clavados y lejos quedaron las hazañas de los multimedallistas Mark Spitz y Michael Phelps. Nuevos rostros sobresalen en la alberca olímpica.
A una semana de actividades, China, Japón y Corea destacan en el medallero, EUA mantiene un tercer lugar, debajo de los dos primeros países asiáticos, que han demostrado su poderío deportivo. Sorprenden los nipones en el futbol, los clavados, el softbol y otras disciplinas, nadie duda ahora que Asia es un continente con gran vocación deportiva, destacados en competencias de conjunto y mentalidad de triunfadores. También naciones como Egipto emergen en el panorama deportivo o la inimaginable africana Costa de Marfil que se coló a los cuartos de final en el balompié varonil.
Más que discreta la actuación del representativo mexicano, la dependencia que encabeza Ana Gabriela Guevara, el COM, prometió diez medallas y solo llevamos dos de bronce, muy por debajo de las expectativas.
Rotundo fracaso en el Tae Kwan Do, el boxeo, nado y los clavados para hombres, entre otras ramas, además de algunos “honrosos” cuarto lugar. La propia Ana Gabriela se puso la vara muy alta, sabedora de que la pandemia afectó en entrenamiento de los atletas de alto rendimiento y de la crisis por la que pasa el deporte nacional ante la falta de apoyo económico del gobierno federal, a quien la única disciplina que le interesa respaldar es el beisbol -hasta la quieren hacer carrera técnica-, donde por cierto Los Tomateros de Culiacán, base de la selección olímpica, tendrán pocas posibilidades de lograr medalla. Los pronósticos de expertos hablan de tres o cuatro preseas. ¿Qué justificación darán las autoridades deportivas al regreso de Tokio? Seguramente nos saldrán con una versión moderna de “lo importante no es ganar sino competir”. Algo están haciendo bien Japón, Corea del Sur, Egipto y Costa de Marfil que nosotros debemos imitar.